Bitácora del Segundo: Lo rural transformador y constructor de - TopicsExpress

Bitácora del Segundo: Lo rural transformador y constructor de paz. Voces, testimonios vertidos en sueños realizables. Asoman la presencia altiva de voces de mujeres y hombres que hacen posible encontrar una economía, que a su vez es ecología de vida y cotidiano encuentro con la dignidad expresa en el saber campesino Montemariano, en la riqueza del trabajo de las mujeres del Nor-oriente, en la sapiencia de las fincas integrales del Magdalena Medio, Ariguani y Consornoc; así como en la aventura del piloto presentado por Mónica Marques desde el Valle del Cauca. En común tienen un patrón resolver de manera progresiva esos pactos nuevos con la tierra desde la cultura campesina, que a su vez no son sino la síntesis de los conocimientos de negros, indios y campesinos que con orgullo han ocupado este territorio colombiano. Y que con el apoyo de los Programas de Paz son hoy una reserva valiosa para enfrentar los escenarios que se avecinan. Discurren en sus palabras los aprendizajes que tienen que constituirse en claves de los futuros planes. Flexibilidad de los modelos de producción, acorde con las ventajas y condiciones de los ecosistemas del trópico; valeroso empeño y compromiso de los habitantes y protagonistas del territorio; procesos formativos que desatan cambios en los comportamientos individuales y colectivos de campesinas y campesinos; valor y re-definición de roles de las mujeres en la definición de las rutas del bien-estar; urgencia de la articulación del conocimiento y su apropiación de la investigación de campo; articulación de modelos de gestión que permitan valorar los costes e importancia estratégica de una visión agro ecológica, orgánica y armoniosa de las interacciones del trabajo y la vida en lo rural. Claro harán falta todavía caminos por recorrer: Pues son culturas de siembra paciente, recuerda el padre Rafael Castillo. Pero son siembras que combinan a la vez afectos, espiritualidad especialmente colocada en una teogonía fundamental. La tierra ya no vista como factor, o como simple elemento de explotación o expoliación. Una relación hermanada de inteligente pacto para una vida digna, donde los sueños son aproximaciones a condiciones de bienestar, donde el trabajo vuelve a ser dignificante, donde la cultura nos plantea nuevos referentes de vida, donde se obtiene dignidad en la economía familiar campesina. Donde se contribuye en forma efectiva a la reconciliación y la paz. El día se complementa con las miradas de quienes desde otras orillas miran el desarrollo rural y la economía campesina. Circulan ideas que conmueven a los asistentes. Que discurren desde lecturas que se preguntan por el lugar (si existe) de una visión de la economía rural diversa y regional en los planes y políticas públicas del país. Que se enriquecen con modelos y políticas que han permitido, una transformación con equidad como los implementados por las economías rurales en la Economía de la Comunidad Economica Europea; que también tienen la mirada de las eficiencias y economías de escala que pueden proveer modelos más equitativos que sustentan la pequeña y mediana propiedad agraria. Que se ven sorprendidos, por la tarea del Incoder quien después de años de desgreño, y de estar atado a la protección de la economía agraria empresarial tiene el reto de resolver tensiones, que serán fundamentales en la búsqueda de un campo transformador. Retos de formalización, priorización de las demandas, atención a los conflictos tenencia entre otros. Asoman preguntas sobre el papel de los Programas de Paz referidos a las incidencias en la construcción de las políticas; en el seguimiento y monitoreo de los impactos producidos, en la recuperación de los aprendizajes a partir del conocimiento producido por las experiencias; así como la verificación de impactos de la agricultura comercial y minería, entre otros asuntos que ameritan los esfuerzos compartidos de reflexión acción.