Brasil: mirada a la violencia en la democracia más importante de Suramérica. En Brasil parece reproducirse un continuum de violencia e intolerancia en el que tanto la población civil, como los policías y militares de este país están involucrados. Las cifras de victimización en la democracia más importante de América Latina en el contexto mundial son alarmantes. Según el estudio realizado por Briceño-León publicado en la Revista Ciencia y Salud Colectiva de este país, en el 2012 la tasa de homicidios estuvo entre 23 y 25 casos por cada 100 mil habitantes. Si bien esta cifra es mucho menor a la registrada por países como Honduras(85,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes), Venezuela (73), El Salvador (62,4), Trinidad y Tobago (46,1) o Colombia (32), al compararlas con un país muy similar en términos poblacionales como es México que registra 22 asesinatos por cada 100.000 habitantes, Brasil parece reproducir un patrón que en México se explica en gran parte por las constantes masacres y homicidios selectivos atribuidos a la guerra contra el narcotráfico iniciada en el gobierno de Felipe Calderón hacía el 2008. De acuerdo con el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos (CEBELA), la violencia en Brasil está concentrada en ciudades medianas y pequeñas del interior y los estados nororientales de Paraíba, Bahía, Alagoas, y Pará en el norte. No obstante en las mega ciudades de Rio de Janeiro y Sao Paulo se han venido presentado ejecuciones extra judiciales por parte de la fuerza pública, crímenes que han sido encubiertos mediante medidas ya denunciadas por organizaciones progresistas como Human Rights Watch. En carta dirigida al gobernador del Estado de Sao Paulo, la organización detectó que por ejemplo la Policía al cometer ejecuciones extrajudiciales en plena luz del día, llevaba a las víctimas a los hospitales para ocultar evidencia, encubriendo estos delitos y reportando los casos como en defensa propia. La historia y el presente de Brasil parecen mostrar que la institucionalidad, el respeto por la ley y los derechos humanos por parte de la Policía deja mucho que desear. El sábado pasado en un histórico fallo un tribunal brasileño condenó a 624 años de prisión a 24 policías involucrados en la matanza de la Cárcel de Carandirú ocurrida en 1992, de la que a propósito hay una película. Redacción HRMW.
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 15:06:16 +0000
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