CABINA XEJL. La cabina de la radio, un cubículo de 2.50 X 3.00 metros donde seis dìas a la semana trabajamos durante 4 o màs horas, "hablando solos", encerrados, sin embargo, felices porque sabemos que al otro lado de la línea hay seres humanos, amigos muchos de ellos, que nos escuchan y están en comunicación con nosotros, disfrutando de los programas que conducimos con entusiasmo, con fé, con amor y con la presencia de Dios que siempre está a uestro lado. En mi caso particular, he vivido en cuatro cuartos diferentes que siguen siendo la misma cabina de la JL. El primero allà por los comienzos de 1959 en la esquina que forman las calles Independencia y Nicolás Bravo, con un ventanal amplio que me permitía ver hacia la calle. La segunda en los altos de Mueblería Peña por Mariano Escobedo y 22 de Diciembre con una ventana amplia para ver el paisaje por varias cuadras. La tercera, en Morelos y Francisco Villa con una ventana pequeña que nos permitía mirar solo las oficinas de la empresa y por último en el edificio de Promored por Adolfo Lòpez Mateos y Antonio Rosales con una ventanita que solo nos deja ver la pared del edificio contiguo. Se imaginan, 54 y medio años en este medio, que no me han hecho perder el amor por mi trabajo ni la alegrìa de hacerlo. Es increible todas las vivencias que encierra un cuartito de tan pequeñas dimensiones. Empecè a practicar con un micròfono años antes en el Cine Royal con sonido local y gracias a Dios y al señor Fco.Bartolo Meza Gòmez pude entrar a finales de 1958 como "chìcharo" o sea practicante, bajo la directriz casi mágica de aquellos monstruos de la palabra como Rafael Venegas Macìas y Javier Cabrero González, teniendo como compañeros a Alfonso Camacho Rivera y Heberto Ibarra Ahumada. Trabajàbamos con una consola pequeña, dos tornamesas y discos de 78 revoluciones por minuto, de pasta que al menor descuido se hacián añicos. Luego llegaron los de 45 rpm de plástico resistente, los stended play de 45 con 2 canciones por lado y finalmente los L:P: de larga duraciòn que Fernando Oceguera bautizó como de LARGA POTENCIA. Cabe mencionar que alos chìcharos, los locutores viejos, de base, nos explotaban ponièndonos a abrir y cerrar la estaciòn sin pagarnos un solo centavo, al contrario, nos pedìan prestado y jamàs se reportaron. Sin embargo era tan hermoso estar al aire que podìamos con gusto pagar por practicar. Años màs tarde una pequeña reproductora de carrete marca Wollensak para pasar los anuncios que previamente nos grababa Javier Enrique Castro Camargo (hoy Camargo Castro) en una grabadora gigante cuya marca no recuerdo, creo que Magnecord o algo asi. Con el tiempo los cartuchos de 8 tracks y todo se hizo más agil y a esas alturas tenìamos tanta experiencia en el manejo de los aparatos que casi no hacíamos "lagunas". Esta es solo una parte de aquella que yo llamo la aventura de mi vida pues en ella he dejado girones de mi corazòn y le doy gracias al Inmenso Dios por permitirme mantener este trabajo y la voz que aùn me responde. Gracias por convivir conmigo este tiempo y naturalmente gracias al respaldo decisivo de mi Chapita, mis hijos y nietos y la familia que se ha formado a nuestro lado.CEFDD seguirè narrando ya que no tengo aptitudes para escribir un libro con mis memorias, solo retazos que saltaràn como conejitos retozones en el campo de mi existencia.
Posted on: Tue, 24 Sep 2013 06:25:16 +0000
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