COMPARTO CON GRAN PLACER Y ADMIRACIÓN ESTA REFLEXIÓN DEL PADRE Fernando Cardenal... ES UNA CÁTEDRA DE VALORES Y HONRADEZ QUE YA NO SE VE EN NUESTRO PAÍS Y MENOS ENTRE NUESTROS "INVERSIONISTAS" En un ambiente nacional en que te das cuenta de cómo la corrupción está en todas partes, aparecen 3 estafadores de cuello blanco que hasta a las Hermanas Teresianas han estafado a lo grande junto con 20 o 30 personas más. Estos hechos me han recordado a mi Papá. Tenía fuertes negocios que manejaba con grandes préstamos, que por consiguiente, le cobraba grandes intereses. Así trabajó por décadas. Yo no estoy muy claro cómo le afectó la Guerra de Corea pues yo estaba fuera del país haciendo mi Noviciado como jesuita. Pero lo que se es que entró en problema el negocio y los intereses de los préstamos se lo estaban comiendo. En eso caso la ley permite que se declare en quiebra o bancarrota el negocio, no puede pagar las deudas pero debe entregar todo lo de valor que tenga para entregarlo a los acreedores. Es una figura legal. Se acojen a ellas muchos negociantes. Mi Papá no quiso hacer esto. Sus valores y principios éticos le exigía pagar a los acreedores. Y entonces se acogió a otra figura legal: "la suspensión de pagos". Se le permite no pagar intereses durante un año pero él liquida todos sus haberes y paga al final del año. Los mañosos tienen una forma ilegal de salvar sus bienes: ponen todas sus propiedades a nombre de otros familiares y así al final de ese año no entregan a sus acreedores esas propiedades porque ya no están a su nombre. Mi Papá hizo todo lo contrario, no solo liquidó lo que quedaba del negocio y entregó ese dinero a sus acreedores sino que también entregó sus propiedades, entre ellas, la casa de vacaciones que tenía en El Crucero, donde desde niño pasé siempre las vacaciones de final del año. Nunca olvidaré un titular de primera página del diario La PRENSA: "RODOLFO CARDENAL VENDE TODO, TODO LO QUE TIENE, PARA PAGAR TODO, TODO LO QUE DEBE".. Esta decisión debe de haberle costado mucho porque él estaba acostumbrado a la buena vida desde que nació. Él estudió toda la secundaria en el colegio de los jesuitas en Londres, y luego estudio y se graduó de Ingeniero Civil en la Universidad Católica de Washigton. Mi cuñada Margarita que estudió Derecho muchos años después en la UCA me contó que en la clase al hablar del tema de la bancarrota pusieron de ejemplo a mi Papá que prefirió perder todos sus bienes económicos para no declararse en bancarrota y dejar sin sus dineros a sus acreedores, a pesar de q¡ue ésta está permitida por la ley. Pasó todos los últimos años de su vida con gran paz y serenidad, rodeado del respeto de sus hijos y todos los miembros de su familia. Cuando el gran Filósofo griego Aristóteles escribió sobre la Ética afirmó que la finalidad de ésta era la felicidad. Este dicho del gran Aristóteles se cumplió totalmente en la vida de mi Papá pues vivió hasta su muerte con una gran felicidad producida por la gran tranquilidad de su conciencia. Yo no se si tendrán alguna vez remordimientos de conciencia los corruptos, estafadores y demás basura de la sociedad nicaragûense, pero estoy seguro que tendrán que tomar, por lo menos, una decisión ineludible y terrible : 1) O ENGAÑAN a sus hijos para explicarles la causa de ese nuevo dinero que está llegando a la casa que sobrepasa con mucho su salario. 2) O CORROMPEN a sus hijos para que acepten buenamente que el nuevo dinero es sucio, mal habido y que es producto de dañar a otras personas o al pueblo de Nicaragûa. ¡ Què horrible debe ser la vida de los corruptos que tiene que pasar por engañar o corromper a sus propios hijos!
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 16:38:46 +0000
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