CONCLUSIÓN – 2 Parte 2º La segunda cosa, que sigue, es, que - TopicsExpress



          

CONCLUSIÓN – 2 Parte 2º La segunda cosa, que sigue, es, que esta Palabra de Dios es el alimento de la nueva naturaleza. No hay ninguna otra cosa que pueda sustentarla. De la misma forma que ocurre con nuestras vidas físicas, que no puede sustentarse por sí misma, y su sustento tiene que venir de fuera, así sucede con nuestra vida espiritual. Su alimento debe provenir de fuera también. Así como nosotros no podemos continuar viviendo por nosotros propios en la esfera natural, tampoco podemos alimentarnos en nosotros mismos en la esfera espiritual. No podemos seguir viviendo en nuestros propios sentimientos, ni en nuestras experiencias, ni en el más dulce de los asuntos que provengan del hombre. Esos asuntos pueden excitarnos, o avisarnos, o interesarnos, pero no pueden alimentarnos, ni sustentar nuestra verdadera vida espiritual. Una solemne verdad que el Señor Jesús asentó fue cuando él propio se comparó a sí mismo con el alimento, diciendo: “Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.” (Juan 6:57). Porque así como el alimento tiene que ser comido por uno mismo, y digerido, y asimilado, para que llegue a ser parte nuestra dentro de nuestra vida, y nos sirva de refuerzo, así sucede también con “el pan de vida.” Esto nos lleva a nuestro tercer y último punto. Todo estudio de la Biblia debe ser al fin y al cabo individual. Como sucede con el alimento común del cuerpo: que otros pueden preparar la comida y servirla de varias maneras: pueden prepararla de diferentes maneras: pueden presentarla en “bellos recipientes”: pueden aliñarla, y cortarla, y mismo ponerla en la boca, como se hace con los niños; pero, al fin y al cabo, no pueden ir más allá ni hacer más que eso. No pueden masticarla o digerirla por nosotros; no la pueden asimilar por nosotros; Eso es lo que sucede también con el alimento espiritual de la Palabra de Dios. A pesar de todo lo que se haya dicho en las páginas que hemos escrito, la gran necesidad todavía permanece vigente: el trabajo del estudio de la Biblia debe ser, al fin y al cabo, intensamente personal e individual. Cada uno debe sacar las referencias por sí mismo. Debe señalar las palabras a través de todas sus ocurrencias cuando son dadas; debe considerar sus usos; debe leer los contextos; debe hacer sus propias listas y tablas, y hacer sus cálculos por sí mismo: porque solo entonces se puede alimentar de la Palabra y de las palabras, y ser sustentado, y ser nutrido en sí mismo y crezca: Solo así podrá estar capacitado para decir con Jeremías: “Fueron halladas tus palabras y yo las comí; Y tu palabra me fue por gozo y alegría de mi corazón.” E. W. BULLINGER
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 05:37:48 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015