Capítulo#11 —No me niegues esto, _____... —jadeó nate. - TopicsExpress



          

Capítulo#11 —No me niegues esto, _____... —jadeó nate. Asió un mechón de pelo de la nuca de la joven, tiró suavemente, y aquello hizo que ella se sorprendiera y abriera la boca para protestar, momento que su lengua aprovechó para introducirse en ella. Con la pericia de un experimentado amante, exploró aquella húmeda oscuridad, iniciando un baile incesante con la lengua de ella. _____ jamás había querido hacer aquello con ninguno de los chicos con los que habia salido , y en cambio con Nate..., con Nate era muy distinto. La hacía sentir muy femenina, y nunca hubiera imaginado que pudiera sentir tanto placer como él le estaba dando. —Nate... —susurró _____ quejumbrosa, cuando él despegó sus labios de los de ella. Él estaba esforzándose por recobrar el aliento, y la miró jadeante a los ojos. —Pequeña bruja de ojos negros... deja de lanzarme sortilegios —masculló. La soltó, se giró sobre los talones y volvió a bajar los escalones, y se dirigió otra vez hacia la entrada de la casa, pero esta vez salió, dando un portazo, como si estuviese irritado consigo mismo por haberse dejado llevar. _____ se había quedado de piedra, con la espalda pegada a la barandilla de la escalera, y se llevó una mano a los labios hinchados, palpitantes. Años esperando que después se habían vuelto en algo que nunca pasaría , durante los primeros dias de haberse conocido habia soñando con ese momento ... ¡Nate la había besado! Y lo más increíble de todo era que había sido aún mejor que en sus sueños. _____ se pasó el resto del día en una nube, y apenas podía concentrarse en la charla de Libby mientras ponían la mesa para la cena. —¿Sabes a qué acabas de decirme que sí? —le preguntó su amiga entre risas. —¿Eh? —respondió _____, volviendo a la realidad. Libby sonrió con malicia. —Pues que acabas de responderme que sí a tomar galletas con mostaza y a montar en rinoceronte. _____ sintió que se le subían los colores a la cara y bajó la vista al montón de platos que tenía en los brazos. —Lo siento —murmuró—. Supongo que tenía la cabeza en otra parte. —Hmmm... y llevas así toda la tarde... —apuntó su amiga—. ¿No tendrá nada que ver con el regreso de Nate, verdad? — dijo en un tno charlatán . El plato que _____ estaba poniendo sobre la mesa en ese momento se tambaleó peligrosamente. — ¿P... por qué dices eso? —balbució con aire inocente. Libby sonrió divertida. —Porque Josh, uno de los peones, salió hace una hora lleno de tierra y bañando en sudor. _____ frunció el entrecejo y parpadeó sin comprender. Libby se tapó la boca con la mano para ocultar unas risitas. —Cada vez que Nate está de mal humor, va y lo paga con Josh... —le explicó—, la tiene tomada con el pobre. Es como, el blanco perfecto cuando Nate necesita desfogarse y echar la bronca a alguien. Y cada vez que lo hace, Josh hace su maleta dispuesto a irse , hasta que Nate va tras él y le pide perdón. Es bastante cómico. . _____ se había quedado pensativa, pero de pronto se oyó cómo alguien entraba en la casa y cerraba dando un portazo, y su corazón se puso a latir como un loco. — Oh, ya estás aquí, cielo —escuchó decir a su suegras en el vestíbulo—. ____ se le subieron los colores a las mejillas por haber pensado que era su suegra.-Anda, ve a lavarte. Las chicas están poniendo la mesa. —Ahora no puedo pensar en la comida, madre. Se ha estropeado el ordenador —gruñó la voz de Nate—, y en el maldito centro de asistencia me dicen que no pueden enviarme a un técnico, ¡pero yo necesito esos registros ahora! —Bueno, bueno, no te sulfures. ¿Acaso puedes hacer algo tú? —le preguntó su madre—. Si te han dicho que no puede ser... —Ya verás que si puede ser. Haré que venga uno de esos condenados técnicos aunque tenga que ir allí traerlo a rastras —masculló Nate—. No me esperen para cenar. No sé a qué hora volveré. Sólo he entrado para buscar mi abrigo y las llaves del coche. —Pero, Nate... La señora Ruess ni siquiera pudo acabar la frase. Se oyó de nuevo la puerta, y al rato todo se quedó en silencio. —Es sábado por la noche... —murmuró _____ meneando la cabeza—. ¿No esperará de verdad que venga un técnico a estas horas?- Libby se encogió de hombros, y en ese momento apareció su madre, que se quedó mirando la mesa, como si hubiese visto un fantasma. — ¡Cielo santo, niñas... ni que fuera a cenar aquí hoy un regimiento! —exclamó. Sus ojos se pasearon incrédulos por el guacamole, enchilas verdes, queso y el enorme pastel de plátano que había sobre el mantel. —Bueno, así no tendremos que cocinar mañana —le dijo su hija, guiñando un ojo a su amiga. La señora Ruess se rió. —No, ya lo creo que no. Lástima que Nate se vaya a perder este banquete: todos sus platos preferidos... —murmuró mientras tomaba asiento y se colocaba la servilleta en el regazo. ____ sabia que eran sus platos preferidos, porque en ciertas ocasiones fueron a desayunar juntos, y el siempre pedía esos platillos, —. ¿Estás dorándole la píldora para que apruebe a Harry, Libby ? —inquirió con malicia. —En realidad el menú fue idea de _____ —respondió su hija—, las enchiladas y el pastel los ha hecho ella sola. A mí no se me da tan bien la cocina. La señora Ruess, su hija y _____ estaban viendo una película en la televisión del salón cuando Nate regresó. Eran casi las once, y él parecía agotado, pero en sus labios había una sonrisa de satisfacción y después de saludarlas se dirigió al mueble que había en un rincón, junto a su sillón favorito, sirvió un whisky y se hundió en el mullido asiento con bastantes papeles en la mano. —Veo que conseguiste que viniera ese técnico, cariño —le dijo su madre. —Oh, sí, un tipo muy amable —asintió Nate, mientras ojeaba los papeles sobre su regazo—. Voy a vender unas cuantas vacas, y necesitaba estos registros para decidir cuáles. —Pero si mañana es domingo —le recordó Libby extrañada. —Ummm... —asintió él distraídamente—, pero Matt Henley va a pasarse por aquí mañana por la mañana antes de ir a la iglesia para hacerme una oferta, y quería estar preparado. De ahí la urgencia —explicó. De pronto alzó el rostro, y se encontró con que _____ estaba mirándolo. La joven bajó la vista de inmediato, tratando sin éxito de calmar los acelerados latidos de su corazón. —Bueno, como siempre, el héroe se queda con la chica —murmuró La señora Ruess levantándose y desperezándose—. Siento dejarlos, pero las compras de esta mañana me han dejado baldada. Buenas noches a los tres — se despidió, besando a cada uno afectuosamente antes de subir las escaleras. Libby empezó a cambiar de canal hasta casi volver loca a su amiga. —¿Todavía escribes a máquina, _____? —le preguntó Nate de improviso, sobresaltándola. —Em... sí —balbució. Nate dejó el vaso de whisky, y se levantó del sillón con los papeles en la mano. —Entonces, ven conmigo. Me ayudarás a hacer la lista de los animales que quiero vender. _____ vaciló un instante, pero se puso de pie. —¿No vas a cenar nada, Nate ? —inquirió Libby , despegando los ojos de la pantalla, y observando curiosa el rubor de su amiga. —Luego —respondió él, revolviéndole el cabello al pasar a su lado. Libby le hizo un guiño a _____, y una sonrisa picara se dibujó en sus labios cuando su amiga entró en el estudio detrás de su hermano. IsabelDS No es por nada pero me encanto *~*
Posted on: Wed, 31 Jul 2013 05:08:09 +0000

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