Carmen Rita Parada, 71 años es vendedora de Libros en la plaza de - TopicsExpress



          

Carmen Rita Parada, 71 años es vendedora de Libros en la plaza de Ñuñoa, lleva 25 años trabajando en el mismo lugar, oriunda de San Vicente de Tagua-Tagua, se vino a Santiago a vivir a los 16 años, sola, a trabajar y se quedó para siempre, tiene 9 hermanos a los cuales dejó de ver hace mucho tiempo, por distancia, ahora tiene 3 hijos y 5 nietos, dice que la vida le ha dado todo lo que necesita, se considera feliz. ¿Cómo fue su infancia señora Carmen? Mi infancia fue buena, con mis 9 años, mis papás son bien huasos, a los 16 años estaban pensando en que me casara con un vecino, así que le pedí permiso a mi mamá haber si me podía ganar la vida en Santiago, entonces mi mamá llamó por teléfono a una amiga, y le dijo que yo iría a trabajar como nana puertas adentro en su casa, pero no me dejaban hacer nada, los domingos tenía permiso para salir 1 hora a la plaza, y después volver a trabajar, así que no, no me gustó, me devolví. ¿Pero luego volvió, qué la hizo venir nuevamente a Santiago? Mi papá ni me hablaba y mi mamá lo único que quería era que yo volviera, así que volví, pero me arranqué después de un tiempo, me hice de una amiga acá en la plaza que trabajaba en lo mismo, y me ofreció cambiarme de casa para trabajar, y ahí si me respetaban, y tenía los domingos libres, ahí era más feliz, me aburría trabajando, pero tenía un día para salir y conocer, un día, en la casa de mis patrones un joven me pidió permiso para ir al baño, lo dejé y se fue corriendo al baño, y el resultó ser Luis Lobos: mi marido. ¿Era un conocido de la casa, o fue fortuito? El era chofer de micro, y me pidió entrar al baño solamente, después me iba a ver, me pololeo un tiempo, y nos casamos, aunque yo no estaba enamorada, lo hice sólo porque estaba embarazada y no quería volver al sur, así que me casé, arrendamos una pieza, por Vespucio Norte, allá por el año 73, me acuerdo, pero mi marido resultó ser un hombre bueno pal copete y después se hizo adicto a las carreras, yo pensé que cambiaría, pero nunca cambió, me embaracé dos veces más y ahí se hizo todo mucho más complicado. ¿Y vivían todos en una pieza? No, me echaron, cuando me embaracé de mi tercer hijo, los que me arrendaban me dieron una orden de lanzamiento a la calle, porque yo llegué a vivir ahí sólo embarazada de la vero, mi primera hija, en el juzgado pedí aplazamiento hasta encontrar casa, dejé a la verónica en la casa de su abuela, durante dos meses para que no me echaran, yo tenía mis ahorritos, además pedí un préstamo y gracias a la situación y a que los militares estaban en el poder, dijeron que yo no podía quedar en la calle, así que me dieron la posibilidad de comprar un departamento por donde mismo, allá en recoleta, una amiga me regaló una máquina de coser, no sabía ni coser, pero fui a un curso, y me enseñaron ligerito. ¿Así que dejó de trabajar como nana y se dedicó a vender ropa? No, nadie me quería comprar la ropa que hacía, habían unas chaquetas de moda que eran completas, y yo hacía de esas, y las empecé a rifar, y a la gente le gustó, se empezó a ganar la ropa que yo hacía y yo recibía plata, mi marido no aportaba en nada, siempre le robaban, quedaba tirado borracho, y mis hijos no se interesaban, preferían ayudarme a cocer, con eso salí adelante gracias a dios. ¿Pero cómo? ¿Y su marido? Mi marido al tiempo después lo dejé, llegaba todo cochino, dormía en la calle, se hizo casi un vagabundo, perdía toda la plata, así que me fui a arrendar sola, y lo dejé en el departamento con mi hija mayor, también dejé de coser y me puse a vender números de la polla, así una vez gané 380 mil pesos por haber vendido el boleto ganador, esa plata la invertí bien, empecé a comprar cosas que me servían, y ahí viviendo sola conocí a mi pareja actual. ¿Hace cuanto tiempo estamos hablando? Hace 26 años, conocí a Miguel Antiman Kurin, es mapuche, lo conocí porque él se ponía con un pañito en independencia a vender libros, me dijo, Carmen porque no te vení a vender libros también, es buena plata, yo lo acompañaba a comprar y a vender sus libros, una vez compré una revista de costura, y la puse al lado de sus libros, y la vendí, le saqué mil pesos más de lo que la había comprado, así que a la semana siguiente, yo iba con puras revistas a vender con él, se vendían todas, y decidí vender libros, puse mi pañito en frente de donde tenía el suyo, y vendíamos libros nuevos y originales. ¿Y cómo llegó acá, a plaza Ñuñoa? Un día se me acercó José Luis Rosasco, que era concejal de Ñuñoa, era momio eso sí, un escritor, me decía, cabra, siempre te veo vender libros, ¿cuándo vay a traer los míos? Y yo le dije, que me dijera cuáles eran sus libros yo los buscaba y los llevaba, así que ahí compré “Francisca Yo te Amo” El llegó un día y me dijo: tienes mis libros, me hiciste caso, yo te venía a decir que estoy viendo si se aprueba un proyecto para poner negocios en la plaza Ñuñoa, y si se aprueba te vay altiro para allá con un carrito, después de un tiempo llegó a decirme que estaba aprobado, me fui con él en el mismo momento a inscribirme y me salió gracias a dios, desde ahí que llevo 25 años acá con mi carrito, me ha dado buena plata, y me compré ese quiosco de al lado y también vendo libros ahí. Cuénteme señora Carmen ¿A favor o en contra del IVA en los libros? No, no no, totalmente en contra, tienen que sacarle el IVA a los libros así ganaremos todos, los libros yo los compraría más barato y los vendería más barato, así que vendería más. Así no habrían pírateros, así que todo sería mejor, la señora Bachelet dijo que si salía eliminaría el IVA. Así que ojalá.
Posted on: Mon, 02 Dec 2013 17:40:28 +0000

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