Carolina Balbuena, argentina de cuarenta y un años, vive en - TopicsExpress



          

Carolina Balbuena, argentina de cuarenta y un años, vive en España con cáncer terminal y cuenta junto a su medica la experiencia vivida en Roma con el Papa Francisco. Durante la catequesis, ella estuvo invadida por la esperanza y la expectativa, y cuando Francisco volvió a subirse al papamóvil para salir de la Plaza San Pedro y saludó a los fieles como suele hacer, frenó enfrente de Carolina. "Sólo el estar frente a él es como una energía, una fuerza, una presencia de Dios. Viene a mí y me reza. Yo le digo «Tengo cáncer, pero creo en Dios y en los milagros y gracias a usted volví a creer en Dios». Me dice «Ojalá, ojalá, ojalá». Me bendice. Bendice a mi amiga, que es la que hace toda la fuerza para que yo pueda ir. Le muestro la firma de mi oncóloga y le pido que la bendiga porque ella cura a los enfermos. Me bendice dos veces. Y la vuelve a bendecir a ella [la oncóloga]. Le digo «Su Santidad, ¿le puedo dar un beso?». Yo pensaba darle un beso en la mano, pero él se agacha me da un beso y me dice «Que Dios te bendiga». El guardaespaldas también me da la mano, porque era un momento muy emotivo. Con su mirada me transmitió todo. Él pudo ver mi dolor", dice Carolina, aunque siente que no le alcanzan las palabras para relatar ese momento. Dos meses incluyeron tres semanas de internación, en los que los médicos le decían que le quedaban "muy pocos días de vida". "Todo el tiempo mi energía, mi pensamiento era «Estoy bendecida». El proceso que tuve que pasar en este tiempo, todo fue pensando en el momento en el que yo estuve con él", continúa. "Y de repente me empiezo a poner bien", subraya. Su recuperación llevó a que el lunes pasado le dieran el alta en el Hospital de San Juan de Alicante porque el cáncer "se está reduciendo". Los nódulos de las metástasis eran externos, por los que ella pudo verlos achicarse gracias a la quimioterapia que ahora puede resistir sin problemas. Le quedan cuatro ciclos, cada 21 días, de los seis que conforman el tratamiento. "No tengo ni un solo síntoma de quimioterapia. Hace una semana hago vida totalmente normal. Puedo caminar, cocino, manejo", dice, sorprendida por haber recuperado una rutina que logró apreciar. "Estoy viva", reflexiona en voz alta. "Las médicas [la de paliativos y la oncóloga] dicen que es un milagro", comenta, después de afirmar varias veces que "milagrosamente" está viva. Ella está convencida de eso, al igual que todo su entorno, incluso su oncóloga, que es atea, y muchos amigos que no creen en Dios. Opinión de la Oncóloga: "Ella lo atribuye a que fue a ver al Papa. Yo digo, pues, todo hace. No puedo decir que es sólo eso. Lleva un tratamiento largo. Pero ese tratamiento normalmente no es tan efectivo, no es tan rápido la mejoría. A veces funciona, a veces no, o funciona lento, y a veces lo hace desaparecer. En este caso se ha reducido, nos faltaría hacer una prueba más, pero las lesiones que se veían a simple vista se han quitado, y ha recuperado la visión del ojo. Ella creía que se moría y yo también la verdad. Ahora está perfecta. Está de alta en su casa, esta otra vez activa", expresa la médica, aún sorprendida. Ahora, Carolina debe continuar con su tratamiento de quimioterapia por vía oral, con capecitabina, distinto al tratamiento por intravenosa que le generó una reacción negativa en enero último. "Normalmente con un primer ciclo [de tratamiento por vía oral] no se tiene tan buena respuesta, tan rápido no es", insiste la doctora Díaz Fernández. - ¿Qué le dijo a Carolina cuando ella le comentó que iba a ver al papa Francisco? - Encantada que fuera a verlo, pero no pensaba que iba a hablar con él. Creo que es el primer papa que está consiguiendo tener a tanta gente de su parte, es una persona cercana, se lo ve como representante de Cristo. Soy católica, pero a veces uno ve al Papa lejos del pueblo, de las personas que padecen y éste [Francisco] es un hombre cercano. - Después de esta experiencia, ¿le recomendaría a sus pacientes que vayan al Vaticano? - Con lo que he visto con esta paciente, le recomendaría. Mal no le va a hacer, porque la influencia positiva que él ejerce, aunque sea solo sugestión para las personas ya es bueno. Una persona así irradia salud, irradia mejoría. Soy una simpatizante de él [Francisco]
Posted on: Tue, 25 Jun 2013 23:12:15 +0000

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