Carta a mi Padre Celestial. Padre, se muy bien que cuando tuve que pasar por momentos amargos, tú presencia me acompañó a cada instante. Cuando lloraba amargamente, y el dolor de mi corazón era insoportable, tú mano calmo mi llanto y le dio alivio a mi corazón. Se también que cuando más lejos pretendía estar de ti, buscando placeres y pecado, te quedaste cerquita, dispuesto a mostrarme el camino de regreso. Lo único constante en mi vida, has sido tú, el único amor que jamás a estado en duda, a sido el tuyo. Cuanto te he ofendido, sí me extendía tú mano con desdén la rechasaba, mis caminos no fueron tus caminos ni mis sendas las tuyas, pero eso, no te importó, ni mis desprecio, ni mi arrogancia porque siempre y a donde volteara me encontrabas frente con tú mano, extendida y dispuesta a tomar la mía. Te amo padre. José Mora.
Posted on: Tue, 01 Oct 2013 22:58:58 +0000
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