Carta abierta a un amigo: Estimado amigo, Sé que estás pasándolo mal. Sé que la agresividad, el tono y la falta de coraje para que te digan las cosas a la cara te están dañando. No pretendo que con estas palabras te encuentres eufórico en segundos. Sin embargo, creo que pueden ayudarte a entender. Todas las personas que hacen o han hecho algo importante son y fueron criticadas. La crítica no tiene que ser algo necesariamente malo, todo lo contrario. Lo que no es de buen gusto es cuando se intenta hacer daño. Los y las que atacan a quien destaca o es admirado,-a suelen reprochar cualidades que ellos y ellas creen tener de sobra. En ocasiones, estos y estas, son personas enfadadas que hacen los comentarios desde la rabia y que precisan desahogarse o que no entienden por qué no son ellos o ellas los,-as admirados, -as o reconocidos, -as. No olvides que las críticas pueden basarse en realidades que nos hacen ver que estamos equivocados o que podemos mejorar, Pero, mucho ojo, si tu objetivo es caerle bien a todo el mundo ya te digo de antemano que no vas a conseguirlo. No hay que perder de vista que existen algunos y algunas que se sienten importantes al humillar a los demás. De tal modo que cuanto más pequeño es el prójimo más grande serán ellos y ellas. Me entristece cuando se dice que “el deporte nacional es la envidia”, y no me entristece porque sea verdad, lo hace porque creo que es peor. La envidia se puede definir como desdicha por no poseer lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores o cualquier otra cosa. Lo cual, de forma implícita reconoce a la persona envidiada como con más bienes, cualidades o mejor que el /la que envidia. A mi juicio, el verdadero mal en este país es el Menosprecio más rancio. Entendido como que lo que tienen, hacen o son los demás, sobre todo si destacan o son conocidos,-as es de muy poco valor o simplemente, una basura. El desprecio gratuito y basado en la mediocridad de quien lo practica. Es triste, además, cuando constatas que las personas de otro entorno valoran lo que haces y las más cercanas intentan degradarte. En este punto, creo que puedes ver que la crítica nos puede hacer mejorar si meditamos el fondo de lo que nos dicen. Entiende lo que te escribo como una manera de mantenernos en equilibrio entre halagos e insultos, entre “todo lo que hago está bien” y “todo lo que hago está mal”. En el fondo, aunque duela, nos puede venir bien para “no perder el norte” y seguir esforzándonos. Esta dicotomía se podría resumir en las siguientes citas de dos grandes: “¡Qué hablen de mi aunque sea mal!”.- Oscar Wilde. “¡Qué hablen de mi aunque sea bien!”.- Salvador Dalí. Mucho ánimo.
Posted on: Wed, 20 Nov 2013 09:57:59 +0000
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