Coca Cola, símbolo del imperialismo yanqui en el mundo, ha - TopicsExpress



          

Coca Cola, símbolo del imperialismo yanqui en el mundo, ha sembrado desolación, hambre, miseria y precarización laboral en aquellos países en donde con su poder económico, político y súper estatal se ha situado por encima de leyes y gobiernos que utiliza para poner reglas a su acomodo. Y a la vez emplea intensamente millonarias cifras económicas en publicidad para limpiar su imagen y cubrir sus más grandes abusos contra los derechos de los pueblos. Política de Coca-cola La multinacional Coca-cola, al crear la nueva figura COCACOLA FEMSA (Fomento Empresarial Mexicano S.A.) segunda distribuidora a nivel mundial y primera en Latinoamérica, hace reestructuración para adecuar el negocio en Colombia de forma que le permita funcionar como lo viene haciendo en México y otros países desde hace mucho tiempo. Esta “adecuación jurídica- administrativa” le permiten reducción de costos y aumento de ganancias mediante el recorte de los derechos de los trabajadores. Durante años a los trabajadores de coca-cola les ha tocado resistir los despidos, arreglos económicos, cierre de embotelladoras, creación de sindicatos patronales, recortes de ingresos a los salarios, cambios de contratos de fleteros, concesionarios, entre otros. Y sufrir asesinatos, destierros, levantamientos de fueros sindicales, amedrentamiento, encarcelamientos y montajes criminales contra los trabajadores. Con la fusión patronal Coca-Cola busca un proceso de negociación nacional ventajoso para ellos porque tratarán de reducir los derechos o nivelar por lo bajo. De ese proceso resultará una sola convención colectiva de trabajo para todo el país; en este contexto se presentará un verdadero conflicto porque el sindicato luchará por nivelar por lo alto como es debido y como lo ampara la ley de favorabilidad. Al mismo tiempo, Coca-cola Femsa está usando trabajadores de su manejo para que firmen, en nombre de los trabajadores no sindicalizados, un pacto colectivo, muy malo, que bajo presión, termine aplicándose a todos. Ya en esta empresa, y en general en todos los sectores de la economía, se presionaron a los trabajadores mediante chantajes para que aceptaran la ley 50 del año 90, que acabó con las cesantías y fomentó los contratos basura, cooperativas de trabajo asociado, temporales y prestación de servicios, entre otros. También Coca-cola en los años 70 y 80 no dejaba que un trabajador cumpliera los 10 años de servicio y lo despedían a como diera lugar. En los años 80 y 90 la empresa implementó la política de fletero (distribución de la gaseosa en los vehículos) y allí comenzó el viacrucis y el calvario de más del 50% de los trabajadores, que perdieron las garantías de estabilidad laboral, salarios dignos, vivienda, salud, educación, entre otros. Convención Colectiva de Trabajo o Pacto Colectivo En Coca-cola la convención colectiva de trabajo tiene un historial de más de 46 años y en ella se contemplan beneficios para los trabajadores y sus familias; pero cada vez son menos los beneficiados, por la política de la empresa y la proliferación de contratos basura. El nuevo tipo de contratación de la “nueva estructura” persigue atacar puntos esenciales de estabilidad, procedimientos para sanciones, extensión de los derechos de la convención, transportes para trabajadores y servicios médicos, y otros, que son la base de la contratación colectiva; los mismos que detesta la empresa. En este sentido, el sindicato alerta sobre el abuso del pacto colectivo, que en realidad es una norma de beneficio para los empresarios que les permite simular un acuerdo con supuestos representantes de los trabajadores que no estén sindicalizados; en principio, la idea es acabar con la asociación sindical y cuando se haya logrado se acaba también con el pacto colectivo. La diferencia principal entre pacto y convención colectiva radica en que la convención la negocian los trabajadores organizados a través de su sindicato y esta recoge las necesidades de los trabajadores, mientras el pacto colectivo lo firman por lo general personas proclives a la empresa y su contenido beneficia a los patrones. El panorama actual de fusión empresarial crea un escenario perfecto para que el patrón tome decisiones de gran impacto laboral como lo hizo con el cierre de las 11 plantas en el 2003; para ello, se insiste, van a hacer lo imposible para acabar con los sindicatos y, por tanto, con la Convención Colectiva de Trabajo. Para ello los pactos colectivos son un arma muy pesada. Ante esta situación ya se vienen presentando reacciones de los obreros como la presentada el 16 de diciembre de 2010. Se trata de los nuevos asociados al sindicato que son de la comisión de ventas, trabajadores denominados concesionarios y repartidores de la mortal bebida; ellos protestaron y elevaron sus peticiones sobre horarios, reajustes en los fletes, obsequios, porcentajes de los fletes, rutas de distribución, alimentación, tiempos de cargues, subcontrataciones en logística y calidad de los productos que se distribuyen, entre otros aspectos que con la unidad de empresa y el sistema de contratación de concesionarios viene delegando la responsabilidad del negocio de la empresa (sobre todo las pérdidas y las condiciones desventajosas) en los trabajadores. Luego de un gran mitín de solidaridad realizado por los obreros en la madrugada jueves 16 de diciembre de 2010 y del anuncio de despido de algunos trabajadores que se habían sindicalizado días antes, los obreros de los concesionarios decidieron hacer una protesta y no salir a trabajar al día siguiente. Después de varias amenazas la empresa empieza a proponer acuerdos para salir del conflicto y, a la vez, hace rodear e ingresar a los policías del ESMAD a las instalaciones de la empresa para presionar y amedrentar. Los obreros al ver la desventaja de la correlación de fuerzas deciden llegar a un acuerdo con la empresa. Sin embargo, por varios días se han seguido presentando despidos y protestas en Coca Cola Medellín.
Posted on: Thu, 25 Jul 2013 18:33:36 +0000

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