Columna 027. Matar un oso con una sombrilla Martes 20 de agosto de - TopicsExpress



          

Columna 027. Matar un oso con una sombrilla Martes 20 de agosto de 2013. Buenos días, saludo a la audiencia de Colombia Opina desde la Escuela de Minas de la Universidad Nacional de Colombia en la ciudad de Medellín, que durante más de un siglo ha tenido un gran protagonismo en el desarrollo ingenieril de la región y la nación, y particularmente ha jalonado el desarrollo de los grandes proyectos hidro-energéticos del país. En una tertulia informal con estudiantes de Ingeniería Civil matriculados en los cursos de Aprovechamiento de Recursos Hidráulicos, alguien contó una historia sobre un ingeniero de 89 años, que inspiró la presente columna: El ingeniero de 89 años entra a un consultorio médico para un examen de reconocimiento. Después de hacerle los chequeos correspondientes, el galeno le preguntó por su estado de ánimo y por sus proyectos futuros. El ingeniero le respondió que se sentía maravillosamente y que su novia, de veinte años de edad, estaba embarazada de él, lo cual le abría el camino para emprender un nuevo proyecto de vida a partir del nacimiento de su hijo. El médico hizo una pausa, mirando fijamente al ingeniero y le dijo que le pusiera atención y le contó la siguiente historia: Una tarde de otoño un cazador salió de afán, temprano en la mañana, a buscar un gran oso que estaba rondando las fincas vecinas, y en el apuro se confundió y se llevó un paraguas pensando que había cogido su rifle. Cuando llegó a la mitad del bosque se encontró con el oso, que intentó atacarlo. El cazador ágilmente tomó el paraguas y le disparó al oso en todo el corazón. El médico le preguntó a su interlocutor: ¿A que no sabe qué pasó? El ingeniero, confundido y a la vez sorprendido, le respondió que no se imaginaba lo que había pasado. El doctor le comentó que el oso había caído muerto en forma fulminante. El ingeniero le dijo al doctor: eso no puede haber pasado, seguramente otra persona tuvo que haber disparado. El médico le respondió: en este punto quería detenerme!, y, como hacen los psicoanalistas, hizo una pausa larga… Esta historia me puso a pensar en lo que está pasando en Antioquia con uno de sus patrimonios más preciados. Un señor, llamado gobierno, está enfrentado a un gran oso que en lenguaje financiero es el déficit fiscal, que lo acosa permanentemente para cubrir expectativas de su programa de gobierno. El oso creció y se volvió peligroso como consecuencia de la incapacidad del señor gobierno de lograr los recaudos esperados. El señor gobierno salió de afán buscando al gran oso que merodea por ciudades, departamentos y organismos nacionales de gobierno, y en lugar de mejorar sus procesos de gestión y de redefinir sus proyecciones presupuestales cogió una sombrilla, llamada Isagén, para atacar a la bestia. El señor gobierno quiere vender a Isagén para resolver el déficit fiscal, creyendo que con esto matará al gran oso que merodea por sus alrededores. Este señor se parece al cazador de nuestra historia, que cree que con una sombrilla (la venta de Isagén) va a matar a la bestia. Esa es una acción ingenua que tal vez atenderá la urgencia en el corto plazo, pero despojando a la nación para siempre de una fuente permanente de ingresos y rentabilidad. Con seguridad en los años siguientes el gran oso seguirá vivito y coleando (o lo que es lo mismo, el déficit fiscal seguirá existiendo), si no se toman medidas gerenciales que garanticen la eficiencia administrativa para el logro de los presupuestos. Como dijo Abdón Espinoza Valderrama, en una reciente columna del periódico el Tiempo, (1), el Estado renuncia a tener el control de la infraestructura eléctrica de la nación a pesar de que nada le cuesta y por el contrario es una fuente continua y muy generosa de ingresos, que se nutren de aguas públicas y gratuitas de nuestros ríos. Y los dirigentes de Antioquia en lugar de estar reunidos para defender la permanencia de Isagén en manos oficiales, si se están juntando pero para ver como la compran. Y lo más triste de esto es que todo está pasando amparado en el silencio de los académicos y los dirigentes gremiales que entienden del tema y son la autoridad moral para entablar un debate serio y calificado. A este punto es que quería llegar para detenerme: la próxima sombrilla empleada para matar al oso podría la joya de la corona, Empresas Públicas de Medellín. Como lo planteó Augusto Espinoza Valderrama sólo nos queda deplorar esta decisión del señor gobierno, que está cometiendo el error histórico de la privatización de Isagén. Les habló Diego Germán Arango Muñoz, Ingeniero, Psicólogo y Administrador Turístico, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y consultor en Mercadeo Gerencial.
Posted on: Sun, 18 Aug 2013 20:03:07 +0000

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