Como en un breve dormitar, urgando entre recuerdos vagos y - TopicsExpress



          

Como en un breve dormitar, urgando entre recuerdos vagos y confusos, entre verdades e imaginaciones, intentando diferenciar los unos de los otros, fuí zambulléndome en el inmenso ir y venir de mis memorias, las primeras, las más fuertes, las que marcaron para siempre mi existir. En ese tiempo, no podía entender muy bien, las diferencias que existían, entre unas y otras horas del día, al despertar..... ya habían transcurrido un mínimo de diez horas, y no sabía donde se habían ido !!!, las siguientes... en la escuela, esas... solo pasaban, las de las tardes... volaban, eran cortitas, las horas de los juegos, de alegrías inolvidables, y tambien de taréas. Los rayos de sol que caían, comenzaban a inquietarme, sus augurios no eran buenos, de nuevo un ejército de fantasmas invadían mi joven mente, los minutos se alargaban más y más, parecían eternos, inexplicables y la oscuridad aumentaba cada vez más. Como si no bastara con mis miedos, de nuevo ese silbido penetrante y agudo, que lastimaba mis oidos, me decía que soportaría una vez más, la larga angustia y los temibles fantasmas que marcarían mis recuerdos, los más tenebrosos y temibles de mi infancia, las horas mas largas de mi vida Las tardecitas sin mamá Despues del baño, ropa limpia, el pelo peinado, y siempre con mi hermano menor, aguardaba la llegada de mi madre, regresaba del trabajo, y... a pesar de su gran cansancio, con gran amor sabía devolverme la tranquilidad, la alegría y la serenidad perdida, haciendome olvidar, como por magia, las eternas horas de angustia que había pasado, durante los eternos minutos, que había durado la espera. Hoy, despues de tantos años, estos recuerdos, en mi mente están intactos, en las tardes de verano, aún sigo escuchando aquel silbido penetrante y agudo, lastimando mis oidos, trayendo a mi memoria la trizteza de aquellas horas, y... como en aquellos tiempos me sigue invadiendo una angustia enexplicable al oir el silbido triste y melancólico de la inocente y hermosa cigarra, que con su canto, solo anuncia su presencia, para completar el ciclo de su ruidosa y peculiar vida. Hoy, mi madre no está aqui para ayudarme a superar esta angustia inexplicable, y... especialmente por las tardecitas, siento una enorme necesidad de su abrazo cálido y protector. El paso del tiempo..... solo lo ha acrecentado!!!
Posted on: Thu, 24 Oct 2013 05:22:09 +0000

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