Como leer e interpretar la Biblia Por el Dr. Alfonso Rodríguez - TopicsExpress



          

Como leer e interpretar la Biblia Por el Dr. Alfonso Rodríguez Hidalgo, uno de los revisores de la Reina-Valera 1960 La Iglesia tiene que realizar una labor docente de primera categoría. Me refiero a la enseñanza, a la instrucción de todos los grupos, desde los niños hasta los ancianos, en los grandes principios de nuestra fe. Con el propósito de que cada uno sepa lo que cree y por qué lo cree. Esto es asunto básico e indispensable de la vida de la Iglesia. Trataré de explicar brevemente un método simple para leer La Biblia con provecho. Cada uno tiene su manera especial de leer La Biblia. Si el método que usted esté usando le resulta, porque está sacando provecho del mismo, siga con ese método. Si a alguno no le resulta provechoso su método actual o no sigue método alguno en la lectura de La Palabra de Dios, le invitamos a que pruebe éste que vamos a explicar. I. – Cómo Leer la Biblia: Tenemos que volver a La Biblia. Tenemos que leerla y hacerla el motivo constante de nuestro estudio y meditación. La Biblia debe leerse exactamente coma fue escrita: libro por libro. Debemos hacer de La Biblia objeto de estudio especial. Parece una sencillez el dar pautas para leer La Biblia, pero no lo es. Cada libro de la Biblia fue escrito en una época particular por hombres que Dios escogió para dar el mensaje divino en un momento dado y bajo las circunstancias especiales de cada época. Sin embargo, cada libro tiene un significado actual de valor extraordinario para cada uno de nosotros en el día de hoy. Aquí es donde reside precisamente la grandeza de La Biblia: su mensaje, a pesar de haber sido dado hace muchos siglos, es un mensaje contemporáneo que se aplica en forma real y efectiva a las necesidades y problemas morales y espirituales que nosotros confrontamos hoy. El principio de que La Biblia debe leerse libro por libro se opone a la idea que tienen muchos de que para leer la Biblia basta abrirla por cualquier parte y leer cualquier texto o cualquier pasaje. II. – Tres Pasos o Movimientos: Hay tres pasos o movimientos en la lectura de un libro de La Biblia, según este método que proponemos, a saber: (a) Lectura Rápida: Lo primero que recomendamos es hacer una lectura rápida del libro de La Biblia que usted desee leer. Léalo conforme a sus hábitos de lectura. Lo que usted debe leer en primer lugar es una de las biografías de Jesucristo, el Centro y Corazón mismo de La Biblia. Recomiendo, para comenzar este método, la lectura del Evangelio de San Marcos. Este libro presenta la biografía de Jesucristo en forma sencilla, atractiva y movida, como si se tratara de escenas contenidas en una película cinematográfica. Sus dieciséis capítulos se pueden leer de una sola sentada. Pero vamos a considerar que el lector promedio necesite cuatro días para leer todo el Evangelio de San Marcos. Esto es, a razón de cuatro capítulos por día. ¿Qué hacer después de esta Lectura Rápida de cuatro días? (b) Lectura Coloreada: Lea nuevamente el libro. En esta ocasión tenga consigo lápices de colores y al leer vaya coloreando los versículos, frases y pasajes que le llamen más la atención. Coloree esa parte y siga leyendo. En este tipo de Lectura Coloreada, usted empleará generalmente ocho días. ¿Qué hacer después de esta Lectura Coloreada? (c) Lectura Memorizada: Lea nuevamente el libro. En esta tercera ocasión vaya memorizando los versículos a los pasajes que usted coloreó en la segunda lectura. En esta forma de memorización, usted está siguiendo más o menos las normas que nuestro Señor Jesucristo siguiera, según lo vemos en muchas partes del Evangelio, especialmente en el pasaje qua nos habla de Las Tentaciones de El Señor. En aquella ocasión, nuestro Señor citó de memoria varios versículos del Antiguo Testamento, que era la parte de La Biblia que existía entonces. Un versículo o una frase de Las Escrituras memorizada por usted puede ser el medio que Dios use para evitarle una caída en momentos difíciles de tentación. Debemos llevar siempre con nosotros La Biblia. Por lo menos, el Nuevo Testamento debemos llevarlo siempre en un bolsillo o en la cartera. Sin embargo, es menester además memorizar los textos de La Escritura, porque hay ocasiones en que no podremos leer ni aun La Biblia o el Nuevo Testamento qua llevamos con nosotros. En estos casos, no hay substituto para un versículo o pasaje de La Biblia memorizado. La Lectura Memorizada puede tomarle doble tiempo que la Lectura Coloreada. Pero al terminar la Lectura Memorizada de un libro, usted tiene ya una serie de textos memorizados quo vienen a ser como el fundamento y los pilares para ir adquiriendo gradualmente el conocimiento completo de La Palabra de Dios. En resumen, si usted lee el Evangelio de San Marcos, siguiendo este método, emplearía unos veintiocho días, distribuidos en la forma siguiente: Lectura Rápida: 4 días; Lectura Coloreada: 8 días; Lectura Memorizada: 16 días. Total: 28 días. III. – Sintonización: La Biblia es diferente a todos los demás libros. Es la revelación misma de Dios al hombre. Por eso, antes de empezar la lectura de un libro de La Biblia, haga lo mismo que usted hace al sentarse frente a un aparato de radio: sintonice. Esto es, ponga su vida a tono con el mismo Dios, que le va a hablar a usted, por medio de La Palabra Escrita. ¿Cómo se sintoniza? Lea un capítulo del Libro de los Salmos cada vez que usted vaya a empezar la Lectura de La Biblia. ¿Por qué? Al leer usted un Salmo, ya está usted en actitud de oración. Esto es, en la disposición debida para recibir el mensaje de La Palabra de Dios. La Biblia hay que leerla en oración. Cuando así se hace, se encuentra deleite en su lectura y se recibe la bendición que Dios imparte a todos aquellos que con humildad y sinceridad buscan Su luz y dirección. IV. – Indicaciones Finales: Después de la lectura del Evangelio de San Marcos, recomendamos que se lean, siguiendo el plan de Lectura Rápida, Lectura Coloreada y Lectura Memorizada, los libros siguientes: 1) El Libro de Los Hechos de los Apóstoles, que contiene la Historia de la Iglesia Primitiva y de cómo los primeros cristianos, baja la dirección del Espíritu Santo, comenzaron a proclamar el Evangelio de Jesucristo y testificar de su fe por todas partes. 2) El Evangelio de San Lucas, escrito en un estilo literario bello y atractivo. Usa San Lucas aquí el estilo que hoy llamaríamos "moderno". Es decir, formas precisas, claras e interesantes en la narración de los sucesos relacionados con la vida de Jesucristo. 3) La Primera Epístola de los Corintios. Aquí se hace la descripción de una de las primeras Iglesias Cristianas en el "mundo gentil". Por medio de la lectura de esta Epístola vemos cómo los cristianos de esta Iglesia eran más o menos "del mismo barro" que nosotros. En aquella Iglesia Primitiva faltaba lo que a veces falta en nuestras Iglesias de hoy: el amor fraternal. 4) El Evangelio de San Juan, que pudiéramos llamar el "Evangelio de las Entrevistas", está escrito en lo que hoy llamaríamos "estilo periodístico". Allí están entrevistas tan inolvidables como la de Jesucristo con Nicodemo, con la Samaritana y aun la de nuestro Señor, ya clavado en el madero de la cruz, con los dos ladrones. 5) La Segunda Epístola de los Corintios. Leyendo esta Segunda Epístola vemos cómo Dios, con su poder y su gracia, transforma en discípulos fieles a aquellos que empezaron su carrera cristiana llenos de defectos y errores. 6) El Evangelio de San Mateo, que es la biografía de nuestro Señor en que más se enfatiza su condición de Mesías, el Cristo, el Ungido de Dios para la salvación de Su pueblo. Después do leer estos libros, en la forma recomendada, ya le será posible a usted leer cualquier otro libro de La Biblia, siguiendo las mismas normas. Ya podrá usted nadar en aguas profundas sin necesidad de "salvavidas". Es decir, ya podrá usted, sin ninguna otra ayuda, sacar verdadero provecho de la lec tura de cualquier libro de Las Sagradas Escrituras. Recuerde siempre, sin embargo, que la primera cosa quo usted debe hacer, antes de leer cada día en cualquiera de estos libros, as sintonizar su mente y su corazón con Dios, mediante la lectura de un Salmo. La formula es: Sintonice primero, lea después. Reglas para la interpretación Vamos ahora a presentar brevemente algunas reglas elementales de Interpretación Bíblica, tales como: a) El mejor intérprete de la Biblia es la Biblia misma. Creemos que el mismo Espíritu Santo, que inspiró a los escritores de los Libros Sagrados, inspira hoy a todos aquellos que, de manera humilde y con espíritu de oración, leen La Biblia para conocer la voluntad de Dios y para recibir inspiración y divinos estímulos para vivir la vida cristiana a plenitud. Es por eso que La Biblia sin notas en manos de los fieles, para ser examinado libremente por todos, es una gran bendición para la Iglesia y el mundo. Para interpretar correctamente un pasaje de La Escritura, usted no necesita ni de libros auxiliaros, ni de tratados teológicos, ni de notas interpretativas de ninguna clase. La Biblia misma se encarga de su propia interpretación. Para entender cabalmente cualquier pasaje de La Escritura, lea las referencias, que le señalan capítulos y versículos donde usted puedo encontrar luz suficiente para interpretar correctamente un pasaje dado. Estas referencias se señalan con letras pequeñas que aparecen después de algunas palabras del Texto Sagrado. Estas mismas letras las encontramos luego en el centro de la página donde se citan, dentro de dos líneas paralelas, el capítulo y el versículo de otro libro de La Biblia que debemos leer para interpretar mejor el pasaje que estamos estudiando. b) Los pasajes obscuros se interpretan a la luz de los claros y no a la inversa. Ciertamente, al leer La Biblia encontramos pasajes difíciles de entender. Digamos que son pasajes obscuros y que para interpretarlos correctamente necesitamos luz, que nos ilumine y nos aclare las ideas contenidas en los mismos. Por la gracia de Dios, por cada pasaje obscuro de La Escritura, hay muchos otros que tratan el mismo tema con claridad meridiana. Estos pasajes claros que arrojan luz sobre los obscuros, son los que debemos leer para interpretar correctamente el asunto que queremos entender mientras estudiamos las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, el tema de la Segunda Venida de Jesucristo fue presentado por nuestro Señor en forma sencilla, clara, precisa y categórica. Al leer las palabras de Jesucristo sobre Su Segunda Venida tendremos luz suficiente para aclarar cualquier pasaje obscuro que sobre ese mismo tema encontramos, por ejemplo en el Libro de Daniel o en el Libro de Apocalipsis. Esto quiere decir que las enseñanzas claras y sencillas de nuestro Señor sobre Su Segunda Venida, arrojan luz sobre este tema y que a la luz de esas enseñanzas usted debe interpretar siempre todos aquellos pasajes que sobre este tema contiene La Biblia. c) Cada texto debe interpretarse junto con su contexto. Las frases aisladas, esto es separadas del texto donde se encuentran, no nos ayudan mucho en la Interpretación Bíblica. Es por eso que cada frase debe estudiarse en relación con todas las otras que forman el texto de un pasaje dado. Es más, cada texto, para interpretarse correctamente, debe relacionarse íntima y estrechamente con su contexto. Tengo la impresión de que si empleáramos adecuadamente esta regla sencilla de interpretación, se evitarían confusiones que hoy preocupan las mentes de muchos. No podemos basar un Sistema Teológico en frases aisladas de La Escritura. Ni tampoco usar textos de aquí y de allá, sin relación ni sentido alguno, para probar a capricho dogmas y creencias que La Biblia misma ni enseña ni autoriza. d) Todo pasaje de La Escritura debe interpretarse literalmente, a menos que en ese mismo pasaje haya evidencias muy definidas en contrario. Esto quiere decir que al leer La Biblia tenemos que evitar el uso exagerado de nuestra imaginación, que a veces nos lleva hasta "alegorizar" un pasaje que clara y terminantemente nos ha sido dada para que lo interpretemos literalmente, es decir, tal cual se nos ha dado por revelación. En La Biblia encontramos casi todos los géneros literarios. Allí hay poesía, historia, parábolas, narraciones en prosa, proverbios, profecías, discursos. El secreto está en interpretar cada uno de estos géneros literarios en una forma adecuada. La mejor norma para lograr esto es la que se nos ofrece en esta regla sencilla de Interpretación Bíblica, a saber: a menos que en un pasaje hay evidencias muy definidas en contrario, cada pasaje de La Escritura debe interpretarse literalmente. Hay muchas otras reglas de Interpretación Bíblica. Sin embargo, ni el tiempo ni las condiciones nos permiten continuar en el desarrollo de este tema. Terminamos pues, con nuestros mejores deseos y nuestras oraciones porque estas normas sencillas para leer e interpretar La Biblia sean de mucho provecho para cada uno de ustedes.
Posted on: Thu, 18 Jul 2013 11:28:22 +0000

Recently Viewed Topics




© 2015