Courtois: No tuvo casi trabajo. Siempre se mostró seguro. Sobre todo a balón parado. Tuvo un mano a mano contra Messi en el penalti y, con la ayuda del larguero, ganó el duelo. Se esperaba que tuviera mucho trabajo y fue un partido plácido para el belga. Juanfran: Muy acertado en su marcaje a Neymar. Encimó siempre al brasileño y no le dejó respirar. Concentrado y agresivo. En ataque tuvo menos presencia pero Diego Costa se volcó con acierto a su banda para dar profundidad al juego. Sólo erró una vez al cerrar, aunque Neymar no acertó a rematar en el segundo palo. Miranda: Rapidísimo. Muy fiable al corte. Se coordinó muy bien con Godín para tapar las entradas de Messi y Cesc. Fue contundente y sobresalió a la hora de hacerle la cobertura a Juanfran. Con él balón cada día se complica menos y, por eso, acierta más. Al final hizo un penalti bastante discutible a Pedro por el que vio tarjeta. Godín: Muy valiente durante todo el partido, le sobró el feo gesto de pisar a Alves en la espalda. Le perdonaron la expulsión. Por lo demás volvió a enseñar su jerarquía. No se achica jamás, impone, contagia su orgullo y su amor propio. Cada día se entiende mejor con Filipe a la hora de tapar la banda izquierda y no dejar huecos a la espalda. Filipe: Su marcaje a Alexis fue perfecto. También le ganó la partida luego al sustituto del chileno, Pedro. Intenso, valiente y con personalidad. Salvó un gol claro de Messi. Lástima su expulsión en el 81’ tras su enésimo pique con Alves. En ataque siempre la quiso y tuvo una internada fabulosa que forzó la amarilla de Piqué. Su único punto negro con balón fue el horroroso lanzamiento de una buena falta en la frontal. Mario: Se dejó la piel para guardar el equilibrio y juntar las líneas. Fue el ancla del equipo que no dejó disfrutar a Cesc y que impidió las rupturas de Messi que tanto le gustan para atraer a los centrales. Con el balón estuvo muy listo. Siempre combinó a dos toques para facilitar la salida rápida de Arda y Diego Costa. Gabi: Desgaste ejemplar. No dejó respirar a Xavi cuando sobrepasó el centro del campo. Siempre jugó al límite, con contundencia pero sin agresividad. Hizo muchas faltas pero su inteligencia le permitió no ver la amarilla pronto que le hubiera condicionado en la presión. Fue amonestado en el 80’, pero por protestar la roja a Filipe. Koke: Básico para darle aire al Atlético en ataque tras vaciarse en defensa. Se descolgó muy bien y siempre estuvo cerca de Diego Costa y Arda para hilvanar e intentar conectar con Villa. Tuvo una gran ocasión tras una buena jugada colectiva pero Valdés le frenó. Quiso colocarla con el interior y se le olvidó imprimirle más potencia. Arda: Volvió a sacar su repertorio cada vez que pudo. Tiró del equipo, fue el faro en ataque y se asoció con los delanteros de maravilla. Aportó su calidad para dar pausa y comenzar la contra. Tuvo la mejor ocasión, tras sentar a Piqué, pero Valdés evitó su gol. Fue sustituido en el 71’. En el banquillo vio la roja por protestar al colegiado. Diego Costa: De nuevo el mejor. No perdió ni un balón y eso que fue el jugador del Atlético más acosado. Hizo una gran labor en defensa para tapar la banda derecha y fue el referente para sus compañeros. Volvió a ‘pegarse’ con todos. Tiene una marcha más que el resto y no sólo muerde, también regatea, llega y asiste. Vio la amarilla al final. Villa: No tuvo mucha participación pero dejó dos detalles que demuestran su grandeza como delantero que puede jugar de espaldas y al espacio. El más importante, un disparo de rosca que hizo lucirse a Valdés. Luego tiró varias paredes en tres cuartos de campo que complicaron a Piqué y a Mascherano. Se fue en el 84’ silbado por su exafición. Adrián: No se le vio. Salió al campo por Arda y coincidió con el periodo de decadencia física de su equipo. No le dio tiempo a carburar pero parece que juega a otro ritmo distinto del de sus compañeros. A falta de pocos días para el cierre de mercado continúa en la parrilla de salida. Cebolla: No tuvo tiempo ni oportunidad para aprovechar su chispa. Con diez no pudo encarar ni buscar la espalda para sacar petróleo del cansancio del Barça. La quiso, se movió, se vació para tapar huecos en defensa pero no logró hacerse con el balón. Baptistao: Salió a la desesperada justo cuando Messi se disponía a lanzar el penalti. No le dio tiempo ni a sudar. Simeone: Excelente planteamiento pese a la derrota. En el primer tiempo dio una lección de cómo hay que defender al Barça. Por mucho que pueda parecer que el Atlético rascó, en esos primeros 45 minutos presionó con inteligencia, fue contundente y frenó el juego sin violencia. Luego, fruto de la desesperación, la intensidad se convirtió en patadas. En la segunda mitad acertó al tirar a su equipo a por el gol. El intenso ritmo al que somete a su equipo lo pagó al final. Con diez se derrumbó su plan.
Posted on: Thu, 29 Aug 2013 10:22:59 +0000
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