Cuando hemos entrado en el espe­sor del mundo con sus cosas - TopicsExpress



          

Cuando hemos entrado en el espe­sor del mundo con sus cosas cotid­i­anas que de pronto nos resul­tan hiri­entes, vacías: -El sui­cida mejor que nadie sabe de la expe­ri­en­cia del absurdo, conoce el amu­rallamiento del absurdo. -Camus traz­aba la ruta de Sísifo: “Lev­an­tarse, tran­vía, cua­tro horas de ofic­ina o de fábrica; comida, tran­vía, cua­tro horas de tra­bajo; comida, sueño, y lunes, martes, miér­coles, jueves, viernes, sábado al mismo ritmo”, pero un día nos pre­gun­ta­mos ¿por qué?, y entonces la rutina se viene abajo, nos des­per­ta­mos, surge el movimiento de la con­cien­cia. Ese choque del des­per­tar nos obliga a decidir, matarse o seguir viviendo de otra forma. Sui­cidio o reestablecimiento. -Insta­l­ado en ese mundo injusto, incom­pren­si­ble, aco­tado a dies­tra y sinies­tra por el absurdo, sólo queda un camino para Camus: el del hom­bre rebelde. No es que el hom­bre rebelde venza al absurdo sino que lo pro­longa, lo extiende, porque sólo viviendo absur­da­mente se puede seguir vivo. -Yo puedo gri­tar que no creo en nada, al borde del sui­cidio puedo gri­tar mi falta de fe en todos los dis­cur­sos sobre la tierra, puedo gri­tar, como lo hacía John Lennon en aque­lla can­ción lla­mada “God”, que no creo en algo o en alguien. Puedo decir cíni­ca­mente, o con pesar, que todo es absurdo, pero aun así es nece­sario que crea en mi protesta. La primera y única evi­den­cia que me ha sido dada en ese gri­tar, en este mundo, den­tro de la expe­ri­en­cia absurda, es la rebe­lión.
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 02:35:45 +0000

Trending Topics




© 2015