Cuando la Revolución es una cuestión de familia Contribución - TopicsExpress



          

Cuando la Revolución es una cuestión de familia Contribución al Bicentenario Hernán Sevilla M. mayo de 2010 La genealogía de integración Las llamadas familias principales habían alcanzado notoriedad e influencia en la vida pública por diversos elementos de la dinámica del poder. Era el afán construir en torno a la figura del patriarcal del encomendero una evolución del poder, desde el económico hacia el político, apoyándose necesariamente en lo que podríamos llamar “poderes vicarios” o accesorios que facilitan este ascenso, como el poder religioso, el poder cultural y el afianzamiento del mismo poder económico. Instrumento predilecto para ello fueron las alianzas matrimoniales, revelándose en muchos casos procesos endogámicos que convertían progresivamente a las familias en auténticos clanes que concentraron el poder. Hacia el final del siglo XVIII, como consecuencia directa de las Reformas Borbónicas estos clanes familiares vieron minados sus privilegios y limitadas progresivamente sus posibilidades no sólo de progreso dentro del estamento gubernativo de la vida pública, sino incluso consideraron en riesgo su propia subsistencia como grupo de poder en lo económico, religioso y cultural. Es lógico entonces pensar, como en efecto sucedió, que dichas familias estuvieran dispuestas a utilizar cualquier medio para mantener su vigencia, “organizadas como cuerpos fueron actores de primer orden” dinamizando y participando activamente en el movimiento revolucionario, a tal punto que llegaron a emitirse Reales Cédulas para que ningún miembro de determinadas familias pudiera obtener empleo ni beneficio alguno por haberse levantado en contra del Rey. Tal el caso de los Larrea, en Quito, y los Caicedo en Cali . En tal sentido, resulta de mucha importancia poner en evidencia el papel de dos familias, una de Cali y otra de Ambato, vinculadas entre sí por parentesco y por coincidencia de ideales y momentos, cuya participación en el proceso libertario es protagónica desde sus inicios entre 1809 a 1815, y se extiende hacia el segundo período entre 1819 a 1822. Por un lado, los Caicedo (o Cayzedo) habían dominado la vida política de Cali desde el siglo XVII, ocupando cargos de cabildantes por más de dos siglos. Y por otro, los Vásconez, cuyo tronco de linaje en Ecuador había llegado a Ambato en 1635, y en la cuarta generación de su descendencia se produce el interesante fenómeno de que todos los hijos de don Constantino de Vásconez Velasco y Muñoz Chamorro abrazan la causa patriota. Curioso resulta también que los próceres Caicedo desciendan de la ambateña Bernabela de Villacreses Ortega y Salas, en tanto que los Villacreses han dado a Ambato sus más importantes personajes en la vida cultural y política. En paralelo, los hermanos Vásconez cuentan en su ascendencia a una importante familia santafereña, los De la Vega. Primera Parte La patriota Antonia de la Vega y sus hijos en torno a la Revolución de Quito Doña Antonia de la Vega había nacido en Latacunga en 1729, y descendía de la prominente familia de Santa Fé, los González de Vega y Pérez de Castro, entre quienes encontramos a Juan González de Vega, vecino de Anserma y luego de Mariquita, y su mujer Catalina de Pérez de Castro y Ascencio, bisnieta de conquistadores de Antioquia y del Chocó . ,Debe ser el mismo don Juan González de Vega que en Cali fue Alcalde de la Santa Hermandad . Deudo inmediato de los anteriores fue el Deán don Antonio González de Vega, quien en 1679 y ya entrado en años, se opuso a las intimidaciones y prepotencias del avispado Vicario General de la diócesis nombrado por el Obpo. Montenegro, el gallego Domingo Laje, quien excomulgó al Dean, fijó su nombre en tablillas en la puerta de la catedral, y el anciano don Antonio quedó reducido a prisión, sin consideración ninguna ni por su edad ni por su linaje, pues era su familia de las más conocidas de Bogotá . Sobrino del Deán fue el capitán Juan Domingo de la Vega, que había nacido en Mariquita y pasó a Latacunga por 1690. Allí casó con María Navas y Lara, hija a su vez de Alonso Núñez de Navas y Lara. Hijo del anterior matrimonio fue el Capitán Juan Francisco de la Vega y Navas, quien se desempeñó como funcionario de la Audiencia de Quito, ejerciendo de Corregidor de Latacunga. Doña Antonia de la Vega (hija del Cap. Juan Francisco) a sus 18 años contrajo matrimonio con el comerciante y hacendado ambateño Constantino de Vásconez Velasco y Muñoz Chamorro, quien era ocho años mayor, dando origen a una prominente familia. El episodio que nos interesa muestra a doña Antonia de la Vega como una mujer de carácter fuerte, con decisión y voluntad inquebrantable. Amiga de la insurgente Rosa Zárate y de Josefa Calixto (información de la historiadora Alexandra Sevilla). A sus 83 años destinó cantidad considerable de sus recursos para la compra de pertrechos, armas y aparejos de guerra destinados a la causa rebelde. Es así como mantuvo escondido en su hacienda de Guanailyn un cargamento de armas y varias mulas para ayuda de los patriotas quiteños, que fueron hallados y confiscados por los oficiales del Corregidor Jorge Ricaurte. Curiosamente, para el año 1820 Ricaurte se pasaría al bando patriota convencido por el prócer Francisco Flor Egüez, líder ambateño . Ante el hecho, que ocasionó la confiscación de sus bienes, una de sus hijas (seguramente María Juana, que era soltera) con grandes arrestos amenazó a los soldados realistas advirtiéndoles que una vez que los quiteños triunfaran ella los haría ahorcar . Es indudable que esta personalidad materna influyera con fuerza en el desarrollo de sus hijos. Fueron padres de catorce hijos, nueve varones de los cuales dos murieron siendo niños, cinco fueron eclesiásticos (de éstos, tres patriotas), y dos grandes terratenientes, abrazaron desde su primer momento la lucha por la independencia en ambas etapas (1809-1812 y 1820-1822). Y a su vez las hijas de éstos, participaron y se unieron a los jóvenes próceres de la segunda etapa revolucionaria (1820-1822). Una breve visión sobre sus hijos y su familia de patriotas, a continuación: 1. Próspero Vásconez de la Vega, fue el tercer hijo, había nacido en 1751. Eclesiástico, a los 37 años fue ya Vicerrector del Colegio Mayor y Seminario de San Luis en Quito, y regentó la cátedra de moral y liturgia en la universidad de Santo Tomás, siendo elogiado por el Obispo-Presidente José Pérez Calama . Declarado Noble Hijodalgo de Casa y Solar Conocido para 1792, fue luego Caballero de la Orden de Malta. Desde 1794 hasta 1812 se desempeñó como párroco de Guanujo, y convencido de las ideas libertarias adhirió al proceso revolucionario, aprovechando su talento oratorio para mover a la población por la causa de la independencia. Destinó la mitad de sus estipendios de cuatro años como párroco para cubrir los gastos de fabricación de un cañón de bronce para los rebeldes quiteños. En el gobierno de la Segunda Junta fue miembro de la Suprema Diputación de Guerra, coordinando las acciones para apertrechar a las tropas y dotarlas de armamento y municiones en la lucha contra los realistas . Ante el retorno a su curato para 1816 el Cabildo de Guaranda elevó una protesta para impedir que regrese a tierras de Guaranda pues moviendo a la insurrección ha sido “el móvil de la perdición de sus feligreses” . 2. Leonor Vásconez de la Vega, fue la cuarta hija del matrimonio. Casó en 1775 con el caleño José Antonio Cobo Lozano quien era primo en 4to grado de los próceres Caicedo, como se muestra en el cuadro 4. Fue su hija: 2.1. Manuela Cobo Vásconez, ambateña nacida en 1778. Casó a los 18 años con el Coronel Manuel de Lana, Prócer 1812-1820, que combatió en Mocha en 1812, en la independencia de Ambato y los combates de Huachi en 1820. La hija de ambos: 2.2. Mercedes de Lana y Cobo, ambateña también, casó con el Capitán José Grande-Suárez Egüez, Prócer 1812-1820, de igual manera combatiente en Mocha, y en la revuelta libertaria de Ambato en 1820. 3. Juan Manuel Vásconez de la Vega. Quinto hijo de Antonia de la Vega, nacido en Latacunga en 1754. Como representante del pueblo de Ambato firmó la adhesión a la Junta Suprema de Quito el 27 de agosto de 1809. Siendo Corregidor de Ambato ese año y ratificado luego por el Soberano Congreso de 1812, fue un activo patriota en la convocatoria de las huestes. Se convirtió en el líder indiscutible de Ambato, y no dudó en usar de todos los medios -aún los más atroces- para apoyar a la causa libertaria, incluso quemando las casas de los ambateños que se resistían a tomar partido contra los realistas, acusaciones que el Gral. Toribio Montes menciona en el auto cabeza de proceso levantado en contra de Vásconez . Auxilió también y con sus propios recursos los gastos de las campañas de Calderón y de Carlos Montúfar. Así se constituyó en Comandante de las tropas rebeldes, y como tal actuó en las campañas contra Biblián, Guaranda y Cuenca, luego en el combate de Mocha de 1812 hasta la infausta batalla de Ibarra. Fue capturado por los realistas en julio de 1813, y se le desterró a Panamá, pero a su arribo a Guayaquil le fue conmutada la pena por la de prisión. Entre 1813 y 1820 pasó fuertes privaciones, pero no claudicó en su compromiso con la causa independentista. Con su fuerte personalidad obsesiva a sus 66 años aparece actuando el año 20, pues fue uno de los cabecillas del asalto al cuartel realista en Ambato el 12 de noviembre de ese año, y luego apoyando las campañas patriotas de Huachi, a pesar de que como represalia los realistas habían convirtieron su casa de Ambato en cuartel, por lo que tuvo que huir a refugiarse en las afueras en su estancia de Samanga en 1821. Alcanzada la independencia, fue uno de los asistentes al almuerzo con el Libertador Bolívar el 30 de junio de 1822 . Murió al año siguiente. Fue su hijo: 3.1. Coronel Nicolás Vásconez, Prócer ambateño nacido en 1798 y que desde los 13 años, en 1811, actuó en las filas patriotas siendo perseguido por los realistas durante largo tiempo en su juventud. Participó activamente en la campaña de 1820 a 1822, incluso en la batalla de Pichincha, y luego colaboró con víveres y dinero para el General Sucre, y como Capitán de la compañía de “Cazadores” de Ambato para la campaña del Perú. Fue electo como representante de la provincia de Quito al Congreso General de Bogotá en 1822. En 1826 el Consejo de Gobierno del Perú le otorgó la condecoración “Busto del Libertador” por sus servicios a la independencia. En febrero de 1829 bajo las órdenes del general Sucre actuó en la batalla de Tarqui en la defensa del Sur de Colombia, contra el Perú, y hacia abril de ese año Bolívar le nombró Coronel efectivo. Fue concuñado del general Juan José Flores, y participó activamente en la vida política de la República en el bando floreano como Jefe del Estado Mayor, Gobernador de Chimborazo, Ministro del Tribunal de Cuentas, hasta la caída de Flores en 1845 . Murió en 1871. 4. Mariano Vásconez de la Vega. Fue el séptimo vástago. Nació en Latacunga en 1758, pero pasó a vivir en Ambato desde la infancia. Fue influyente terrateniente de la zona, pues era dueño de tierras en Pilahuín, y en Chiquicagua, y también las haciendas de Misquillí y San Diego en Tisaleo. Esto le permitió organizar con los indígenas y campesino un cuerpo de milicias en Tisaleo y las envió como contingente para la campaña contra Cuenca, que desde Ambato comandaba su hermano Juan Manuel. Casó con María Manuela Villacreses Lara en 1788, y al enviudar, casó con la sobrina de ésta, Elena Mora y Villacreses, ambas unidas por un parentesco lejano a los próceres caleños Caicedo, como se muestra en el cuadro 2. Fue la hija de ambos: 4.1. Rosa Vásconez Villacreses, casó con Thomás Sevilla Naranjo, Prócer de la Independencia, quien nació en Ambato el 20 de diciembre de 1787. A sus 25 años actuó en las filas patriotas contra los realistas en el combate de Mocha, contra el general Toribio Montes y las tropas limeñas. Fue uno de los gestores de la independencia de su ciudad el 12 de noviembre de 1820. Con el grado de Capitán al mando de una fracción de caballería y bajo las órdenes del general Luis de Urdaneta combatió en Huachi el 22 de noviembre de 1820, y luego en el segundo combate de Huachi el 12 de septiembre de 1821, bajo el mando del Gral. Sucre. Figuró en la vida política de Ambato durante la época colombiana, y murió allí en 1859. 4.2. María Antonia Vásconez Villacreses, casó con el granadino José María Barona Maza, prócer de la independencia, nacido en Cali en 1793. 4.3. María Luisa Vásconez Villacreses, casó con el Prócer Lizardo Ruiz Villacreses, ambateño nacido el 26 de noviembre de 1794. A los 18 años combatió en Mocha contra el realista Gral. Montes, luego en la independencia de Latacunga el 12 de noviembre de 1820, con destacada y temeraria actuación “al intentar abrir el portón atrancado del cuartel, con golpes de sus hombros, despreciando las cargas de fusil que venían del interior ”. Al día siguiente, 12 de noviembre, comandó con Calixto Pino un grupo de 50 hombres para ayudar al movimiento libertario en la vecina ciudad de Ambato. A órdenes del Gral. Sucre estuvo en Guayaquil, lo que le valió de éste una honrosa recomendación escrita, luego en Pichincha el 24 de mayo de 1822 . Asistió al almuerzo con el Libertador Bolívar en su llegada a Ambato el 30 de junio de 1822. Murió en su ciudad natal en 1789. 5. Ambrosio Vásconez de la Vega. Octavo de los hijos, nació en Ambato en 1759. Doctor en Derecho Civil y Canónico, y miembro de la Primera Junta de Gobierno de Quito en 1809 . 6. Prudencio Vásconez de la Vega. Décimo segundo hijo de doña Antonia de la Vega. Fue abogado de la Real Audiencia y doctor en Teología, llegando a Canónigo de la Catedral de Quito y Promotor Fiscal de la Diócesis. Capellán del Convento de las Carmelitas . A partir del 22 de septiembre actuó como miembro de la Segunda Junta de Gobierno, que tras el motín de los “sanchistas” del 11 de octubre de 1811 propiciaron la renuncia de Ruiz de Castilla y la presidencia de la Junta recayó en el Obispo Cuero y Caicedo, conformándose un nuevo gobierno en el que participó como representante del clero secular, actuando cercanamente con el sobrino del obispo y Provisor de la diócesis doctor José Manuel Caicedo. Trasformada la Junta el 4 de diciembre de 1811 en “Soberano Congreso” actuó como Vicepresidente del mismo en reemplazo de Mariano Guillermo Valdivieso , y por auto del 20 de noviembre de 1811 usó su autoridad para sustituir a los curas beneficiarios de sus parroquias y reemplazarlos por sacerdotes patriotas. De igual manera como miembro del Soberano Congreso de Quito suscribió el acta del 11 de diciembre de 1811, que resolvió definitivamente la lucha por causa de la independencia y “recomendando la confederación con las provincias granadinas, cuyos intereses y derechos son comunes con los de Quito para bien de la sagrada causa americana ”. En oficio del 22 de noviembre de 1812, el General Toribio Montes exigía la entrega de varios conjurados entre los que se hallaba el cura Vásconez, para ser condenados a la pena de muerte, junto con Nicolás de la Peña, el provisor Caicedo y otros cinco patriotas . Conmutada esta pena, fue reducido a prisión en la quinta de Pishilata, donde estaba su madre anciana . Falleció el 18 de noviembre de 1831. Segunda Parte Patriotas caleños con sangre ambateña Los Cayzedo en Cali 1. Joaquín de Caicedo y Cuero, nació en Cali el 22 de agosto de 1773. Regidor, Alférez Real y Gobernador de Cali, como miembro del Cabildo de esa ciudad, firmó la declaración de independencia el 3 de julio de 1810. Estuvo en Quito en 1811 en busca de ayuda para la causa libertaria que comandaba en el sur de Colombia. En aquellos días mantuvo reuniones con su tío el obispo de Quito y seguramente se alojó en el palacio episcopal, frente a la Plaza Grande . Con similares fines patrióticos visitaba la casa de los Montúfar en las “Cuatro Esquinas”, y en uno de esos paseos fue asaltado por un avispado quiteño quien no sólo le vació los bolsillos (pese a que usaba un ajustado “cuete”, nombre que se daba al pantalón ceñido, muy de moda en esa época), sino que a cambio le dejó un papelito con versos: “A quemar la casa ajena Veniste con grande pompa Caicedo, vete volando Que se te quema la propia” . El Gral. Toribio Montes enfatizó esta relación cercana entre los rebeldes quiteños y sus pares payaneses, así lo demuestra la acusación que hizo contra el patriota quiteño Joaquín Mancheno, mostrándolo como un oportunista que coqueteaba primero con los “montufaristas” de corte constitucionalista monárquicos y luego con los radicales republicanos (conocidos como “sanchistas” pues apoyaban las ideas de independencia total de España que propugnaba Jacinto Sánchez de Orellana, Marqués de Villa Orellana), pues perdida la fuerza de los Montúfar en Quito, aprovechó el paso de las huestes quiteñas a Pasto para vincularse a la Junta de Popayán, apoyando a su Presidente don Joaquín de Caicedo. Finalmente, y luego de la derrota de Ibarra, los rebeldes quiteños no pudieron resistir más el embate de las fuerzas conjuntas de Lima, Cuenca y Guayaquil al mando del Gral. Sámano, y huyeron dispersas hacia el norte, llegando a las selvas de Esmeraldas donde fueron destrozadas las huestes por el Gral. Fábrega con las tropas venidas de Panamá. Esto le permitió al Gral. Toribio Montes subir libremente hacia Pasto donde el ánimo realista de sus habitantes hizo aún más fácil la tarea, cayendo bajo las armas el 26 de enero de 1813 el Presidente Caicedo y el comandante de las tropas, el inglés Macaulay . 2. Manuel José Caicedo y Cuero, caleño y hermano del anterior, por tanto sobrino del Obispo José. Doctor en Teología, en Quito ocupó el cargo de Provisor y Vicario General del obispado. En opinión del Fiscal Tomás de Arechaga, Caicedo era el principal incitador del clero, que se hallaba “enteramente decidido por la causa de los facciosos” . Para el 2 de agosto de 1810 con la intención de liberar a los patriotas apresados en el cuartel, el Provisor había escondido un grupo de rebeldes armados, que no lograron salir por hallarse ya los realistas azolando las calles de Quito . El Gobernador de Guayaquil Francisco Gil informaba al Ministro de Gracia y Justicia sobre los sucesos de Quito señalando que “el pueblo se halla en un estado completo de insubordinación”…”que ha hecho incurrir en la impolítica de inflamar a los indios y armarlos de lanzas y sables. Hicieron por su Jefe al Provisor de Quito, Manuel Caicedo, el cual vestido de Abate…se presentó con 625 de estos indios uniformados al Presidente Ruiz de Castilla” . Fue miembro del poder legislativo en la Junta Suprema de Gobierno estructurada el 25 de septiembre de 1810. Como comandante de los rebeldes varias veces estuvo azuzando y levantando al pueblo en contra del Rey y en contra “de la familia Real en la Plaza de la Villa de Ibarra muchas veces y en otras partes ”. Fue miembro del Consejo de Vigilancia nombrado por el Congreso Supremo de diciembre del año 1811. Aprobada la Constitución del Estado de Quito, el 15 de febrero de 1812, fue nombrado nuevamente miembro del Legislativo . Acabó siendo desterrado a Filipinas en abril de 1813. 3. Manuel Santiago Vallecilla, sobrino en tercer grado del Obispo Cuero y Caicedo, y primo hermano del Provisor Manuel José y del Presidente de la Junta de Popayán Joaquín Caicedo. Fue nombrado Gobernador de Popayán el 11 de agosto de 1810, por el Cabildo Abierto que organizó el Comisionado Regio Carlos Montúfar . 4. José Caicedo Zorrilla, primo en segundo grado de los Caicedo y Cuero y de Vallecilla. Actuó en la campaña libertaria de Guayaquil en octubre de 1820. 5. Francisco Antonio Caicedo de la Llera, había nacido en Cali el 4 de julio de 1765. Fue Abogado por San Bartolomé e inscrito para ejercer en las Audiencias de Santa Fé y Quito. Alcalde de Cali en 1798, había casado con Tomasa Cuero. Primo hermano del obispo de Quito Cuero y Caicedo. Actuó como Vicepresidente de la Junta de Nóvita, que en 10 de Septiembre de 1811 se declaró autónoma . Fue fusilado en Popayán cuando el triunfo de los realistas en 1816. 6. José de Cuero y Caicedo, nació en Cali el 11 de septiembre de 1735. Cursó sus estudios en el seminario de Popayán y en el de San Luis en Quito, como alumno de los jesuitas. Se doctoró como abogado en la Universidad de Santo Tomás, en 1768, donde también cursó la teología. Siendo Canónigo Doctoral en Quito, se encargó de la rectoría del Seminario de San Luis, cuando la expulsión de los jesuitas; luego le tocó presidir en 1798 la misma Universidad en que había estudiado. Pasó por algún tiempo a Popayán como tesorero, maestrescuela y deán de la diócesis. Regresó para gobernar la de Cuenca, posesionándose por apoderado el 13 de agosto de 1799. Sin haber ejercido su misión en Cuenca, recibió en 1802 el traslado a Quito . En esa época vino a servirle como su “familiar” su pariente lejano el joven Tomás Martínez Cobo (quien da origen a los Martínez-Holguín de Ambato). Varias veces se reunió con el Presidente Barón de Carondelet y el Barón de Humboldt a puerta cerrada, en lo que alguien pudo ver el inicio de la revuelta, al menos en idea, pues se decía que Humboldt había armado una logia masónica en Quito y tenía todo planeado para que con la ayuda del industrioso Carondelet se pudiera abrir caminos hacia Esmeraldas, que permitieran la comunicación con Panamá de manera rápida a fin de que los franceses que habitaban las islas de Barlovento tomaran la América Meridional y luego el Perú . Puede decirse que tenía un pensamiento político liberal, e incluso en cuestiones atinentes a la conducta del clero. Así, cuando se descubrió que el cura de Papallacta era antes de ordenarse un hombre casado, en lugar de invalidar el orden o reducirle al estado laical, le conminó a vivir seis meses con su esposa y seis separado de ella . Presidió el gobierno patriota desde el 11 de octubre de 1811 al 8 de noviembre de 1812: dirigió el Soberano Congreso de Quito y planteó para su debate la cuestión fundamental: debían las provincias de Quito seguir bajo las órdenes del Consejo de Regencia de la península, o reasumir “la soberanía plenamente, de manera de darse con plena libertad todas las órdenes y providencias… ” Debatido y resuelto el tema, llegó a proclamarse solemnemente el desconocimiento de la Regencia y de las Cortes, y asumir la soberanía de Quito y sus provincias el 11 de diciembre de 1811. El Obispo Cuero y Caicedo fue proclamado Presidente del Estado de Quito por el Congreso Constituyente de febrero de 1812. Por edicto de agosto de 1812 suspendió de oficio y beneficio a los sacerdotes regulares y seculares que estuvieren contra la causa patriota, así como determinó excomunión para todos quienes apoyaren a los realistas y a los desertores que no se incorporasen al ejército patriota . El Obispo-Presidente firmaba los documentos de la siguiente manera: "José, Obispo por la gracia de Dios, y por la voluntad de los pueblos, Presidente del Estado de Quito". Cayó la ciudad de Quito finalmente el 8 de noviembre de 1812, huyendo el Obispo-Presidente y las últimas tropas patriotas hacia el norte, terminando con ellos el realista coronel Juan Sámano el 1 de diciembre de 1812 junto a la laguna de Yaguarcocha, fusilando a muchos y apresando a los que quedaban. El Presidente de la Audiencia Toribio Montes lo restituyó en su sede episcopal, pero luego de un nuevo intento por parte de un grupo de quiteños que planeaban alzarse nuevamente en junio o julio de 1815 y “pasar a cuchillo la guarnición realista, sus hijos y criados y hasta al mismo Presidente Montes”, decidió también conducir a Lima al Obispo Cuero. Llevado a Guayaquil en julio de ese año, fue embarcado hacia El Callao en la fragata “Preciosa” . En Lima fue recibido por el Arzobispo y el Virrey, atendiendo lo avanzado de su edad y sus problemas de salud, en espera del juzgamiento que el Arzobispo de Lima debía hacer de él junto con dos obispos. Allí, inculpado de traición al Rey, murió el 9 de diciembre del mismo año.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 15:22:20 +0000

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