#Cuba El mismo perro con distinto collar. Eso pretenden los #Castro. Marta Menor* Junio 8, 2013 Lenin y la no injerencia, sus comemierdas y gilipollas En la agonía del destierro... ni nos quejamos ni bajamos la cabeza, ni abrimos el puño, ni lo volvemos sobre nuestros hermanos que yerran...Nosotros somos el freno del despotismo futuro, y el único contrario eficaz y verdadero del despotismo presente. Lo que a otros se concede, nosotros somos los que lo conseguimos. Nosotros somos espuela, látigo, realidad, vigía, consuelo. Nosotros unimos lo que otros dividen. Nosotros no morimos. ¡Nosotros somos las reservas de la patria! José Martí en el exilio. Discurso en conmemoración del 10 de Octubre de 1868, en el Masonic Temple, Nueva York Como todos sabemos Lenin no era ni cubano ni español. Por lo tanto, aquellos que los cubanos categorizan de comemierdas y en España de gilipollas, los soviéticos los llamaban valioso y útil idiota. El término lo utilizaban para defensores aliados de la Unión Soviética que se creían muy sabios pero no se daban cuenta de que eran utilizados cínicamente como propagandistas para apoyar una causa que no entendían y una doctrina política, económica y social dirigida por una dictadura basada en el colectivismo. El escritor Edvard Radzinsky en su libro “Stalin” conjetura que parte del testamento original de Lenin decía que los elementos culturales de Europa y los Estados Unidos eran incapaces de comprender asuntos internacionales. Por lo tanto para aplacarlos, la Unión Soviética tenía que declarar que la Internacional Comunista era un grupo político independiente. Eso permitiría expresar su deseo de reanudar relaciones diplomáticas sobre la base de no injerencia. Los capitalistas, en su deseo de ganar el potencial económico del mercado soviético, cerrarían sus ojos y abrirían sus puertas, suministrando créditos esenciales para realizar futuro ataques a los proveedores. “En otras palabras, ellos trabajarán para preparar su propio suicidio”. En el jargón político cubano de hoy, el término del día es dialogo y reconciliación sin injerencia. De acuerdo a voceros de la Arquidiócesis de la Habana, en el artículo La Verdad no se Ensaya, Cuba: el Socialismo y la Democracia, de la revista Espacio Laical dice: “hay que incrementar la participación de la ciudadanía en el sistema estatal cubano” rediseñando el modelo para potenciar la preeminencia de la soberanía popular y de esa forma, los rumbos de los cambios que están en curso hoy, afirmar la radicalización democrática del socialismo en Cuba...la magnitud de estos desafíos aconsejan enfrentarlos a través de una constituyente". En otras palabras, hay que buscar gente nueva dentro de la Isla - léase constituyente nacional - , sin injerencias de afuera - léase exilio - que estén dispuestas a seguir el juego para conseguir esos créditos esenciales del exterior de que nos habla Lenin y así poder mantener al régimen en el poder. Imaginamos que por recato no parafrasean a Lenin y dicen: No se preocupen, que como Chacumbele ellos mismitos se mataran. Los comemierdas, gilipollas o valiosos tontos útiles abundan en todas las sociedades, pero tienen un mismo denominador. Sea por buena fe, ignorancia o intereses creados, colaboran y promueven cambios y reformas de regímenes que mantienen sistemas que no beneficia a sus pueblos sino a unos pocos. Cambios que solo conducen a mantener a los tiranos en el poder que no les importa el bienestar ni los derechos de sus ciudadanos. En el caso de Cuba, tal vez hay que recordar aquel refrán español: De amigo reconciliado y de fraile colorado, guárdate con cuidado. *Presidenta de Cultivamos una Rosa Blanca Fuente: cubacid.blogspot/2013/06/lenin-y-la-no-injerencia-sus.html Like · · Share · 34 minutes ago
Posted on: Mon, 10 Jun 2013 16:40:31 +0000
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