¿Cómo hacer un Chile más amigable al turismo? Buenos ejemplos - TopicsExpress



          

¿Cómo hacer un Chile más amigable al turismo? Buenos ejemplos extranjeros ¿Has visto alguna vez a un extranjero en la calle mirando un mapa y más perdido que el teniente Bello? O tal vez ese extranjero perdido has sido tú. Pequeños detalles pueden hacer toda la diferencia para un turista, por eso, examinamos las buenas prácticas de otros países. En los últimos años, Chile ha dado grandes pasos en el área del turismo, al punto que cada vez son más populares los tures bilingües, los menús español - espánglish en los restaurantes y las páginas web de empresas que están en ambos idiomas. Chile cuenta con más de 20 oficinas de información turística a lo largo del país, con personal bilingüe listo para ayudar y dar información a turistas y visitantes. Los parques nacionales tienen a menudo carteles en inglés y español, y hay docenas de compañías en el rubro que ofrecen tures en inglés, español y otros idiomas de Arica a la Antártica Chilena. ¿Por qué es importante esto? Resulta que el turismo es la industria más grande del mundo. Si bien forma una pequeña parte del PIB de Chile (un 3,23% en el año 2010), es dinero que a menudo entra directamente a los bolsillos del comercio local, crea empleos y tiene el gran don de contribuir a la imagen país; un bien crucial para toda nación hoy en día. En un ranking de competitividad turística publicado por el Foro Económico Mundial (ver link aquí), Chile está en el puesto número 9 en Sudamérica y 56 en el mundo, lo cual no es malo, pero de todas formas se puede mejorar. Ahora bien, ¿qué se puede implementar para hacer que Chile sea más amistoso para los extranjeros? Nunca está de más ver qué se hace en otros lados. Algunos ejemplos en el mundo: Asia En el centro de Hong Kong hay carteles en inglés y chino dando direcciones e indicaciones para llegar a los edificios, centros comerciales, atracciones y estaciones del metro (ver foto aquí) En Japón, China, Sudcorea y muchas otras naciones del sudeste asiático, los menús tienen fotos de todos los platos que se ofrecen, por lo que solo necesitas señalar con el dedo y sonreírle al mesero o mesera. Dicho sea de paso, en el centro de Santiago hay sandwicherías con los mensos emparedados exhibiéndose en la vitrina, por lo que también se pueden señalar con el dedo y ordenar cuantos se quiera (uno es más que suficiente por lo general). En los metros de Bangkok, Singapur, Seúl, Hong Kong, Tokyo y varias ciudades más de Asia y el mundo desarrollado, las estaciones se anuncian por alto parlante tanto en inglés como en el idioma local (en Hong Kong se hace en tres idiomas). En Corea encuentras también lockers en las estaciones, lo que se agradece mucho cuando cargas un pesado bolso de mochilero. En las estaciones de metro de Seúl puedes usar el teléfono público para hacer llamadas completamente gratis. Adicionalmente, si marcas el 1330 desde cualquier teléfono, la Organización de Turismo de Corea ofrece un servicio de operador bilingüe 24 horas al día, donde te ayudan con lo que quieras. Desde dónde comprar ropa interior a cuántas pecas tiene el autor de Gangnam Style. Y si no saben la respuesta, lo buscan en internet mientras esperas en línea. Yo juraba que era broma hasta que llamé para que me ayudaran a llegar a una estación de buses en Seúl. En cuestión de segundos, el operador me dio las cuadras, la estación de metro y hasta los precios a pagar, todo en un inglés perfectamente entendible. Simplemente notable. Además, en la ciudad puedes tomar clases de coreano gratis, ofrecidas por voluntarios, estudiantes e incluso profesores (acá puedes ver una lista). Para los extranjeros, solía haber un servicio de bus de larga distancia de lujo gratis desde la capital a tres grandes ciudades del país (Busan, Gyeongju y Jeonju). La iniciativa fue ideada para durar un año (en el año de Corea, en 2011), pero se extendió debido al éxito que tuvo. No había mucha información respecto hasta cuándo iba a durar, pero al llamar al 1330 mientras escribía esta columna me dijeron que desafortunadamente fue sólo hasta diciembre del 2012. Al mismo tiempo, ciudades como Melbourne y Singapur ofrecen buses gratis para recorrer la ciudad (sin condiciones, boletos o tarjetas, como a menudo pasa en muchas ciudades). Otro detallito agradable es que en toda Asia no se acostumbra dejar propina y se puede pedir agua de la llave sin ningún complejo. En Oceanía y Europa la propina es totalmente opcional. Europa En el Antiguo Continente, a menudo hay días donde la entrada a algunos museos es gratis; por ejemplo, al Louvre en París se puede entrar sin costo el primer domingo de cada mes, y además el 14 de julio (el día nacional). Puedes ver una lista completa con los días en que museos en París tienen entrada liberada en este link. En contraste, si bien el Museo de Bellas Artes de Santiago es gratuito el domingo, en centro cultural de La Moneda, los extranjeros deben pagar una entrada más cara que los locales. En Suiza, hay algo así como 42 mil letreros señalando los 60 mil kilómetros (sí, kilómetros) de senderos para caminar. Sin embargo, al igual que Grecia y partes de Australia, las distancias a menudo están expresadas en minutos y horas (en vez de kilómetros). Oceanía En Nueva Zelanda, no necesitas más que el pasaporte para hacerte una cuenta bancaria (de débito), y en Australia puedes hacer lo mismo mientras tengas una visa de trabajo y vacaciones durante las primeras semanas de tu arribo (con otras visas necesitas más documentos). Digno de mención en Nueva Zelanda es que encuentras baños públicos por todos lados. En otros países esto no es así, pero por ejemplo en Corea, uno puede pedir un baño prestado en cualquier tienda sin que te cobren ni te miren feo. A menudo en la tierra de los kiwis los turistas cuentan con una saludable industria de rent-a-car o compran un auto por un par de meses mientras viajan, para venderlo antes de seguir a otro país. Solo se necesita llevar el pasaporte a una oficina de correos y pagar alrededor de 5 mil pesos para hacer el traspaso de dueño, lo cual es relativamente rápido. Esto es posible porque allá los autos usados están prácticamente a precio de huevo, gracias a que reciben todos los autos usados de Japón, pero también porque hay miles de turistas permanentemente entrando, trabajando, viajando y saliendo del país. En esta nación oceánica, los parques nacionales son gratuitos y tienen cajas de donaciones para recaudar fondos. En Australia, en los casos de parques que necesitan ser mantenidos más rigurosamente (como ocurre en Torres del Paine, por ejemplo), hay un cupo diario limitado de mochileros que pueden ingresar al área de senderos. Además, los walk (senderos) cuentan con excelente información estandarizada que señala la distancia, dificultad, tiempo estimado y preparación requerida para recorrerlos. Sea por las razones que sea, tanto en Tailandia como en Argentina y Chile, ocurre frecuentemente que entradas a parques naturales, alojamiento e incluso el transporte es más caro para los extranjeros que para los locales. De los casos más notorios son las entradas al Parque Nacional Torres del Paine, donde los chilenos pagamos 4.000 pesos en temporada alta, mientras que los extranjeros tienen que desembolsar 15.000 pesos, casi cuatro veces más. Esto contrasta con el parque nacional Bosques de Fray Jorge (también una Reserva Mundial de la Biósferadeclarado por la UNESCO), donde la entrada para chilenos y extranjeros es de 2.500 pesos. En resumidas cuentas Hay quienes dicen que el turismo es un arma de doble filo; si bien provee buenos ingresos a los bolsillos de los habitantes locales, puede perfectamente comenzar a encarecer la vida cotidiana y traer efectos secundarios como más ruido y la disrupción de la armonía local. Sin embargo, el hacer que un pueblo, ciudad o belleza natural sea más amigable para los turistas no implica que vaya a haber una invasión de extranjeros al país, sino que trabaja uno de los bienes más esenciales que puede tener una nación hoy en día: la imagen. Una buena imagen país invita a mayores y mejores oportunidades comerciales y diplomáticas con otros países, teniendo un impacto positivo directo en los bolsillos tanto del gobierno como de los ciudadanos. Paralelamente, los chilenos somos mejor recibidos en los lugares y países donde se tiene una buena imagen de Chile (lo que puede brindar descuentos, datos locales y ¡hasta citas!). Adicionalmente, el turismo es una de las pocas actividades que te pagan por conservar y embellecer, en lugar de explotar y contaminar, lo que en parte explica que los países de mayor cultura turística cuiden especialmente su medioambiente. De todas formas, se puede decir que de los beneficios más directamente tangibles de recibir turistas (o ser un turista en tierras extranjeras) es el contacto con gente de otras ciudades, países o culturas. Sea una buena o no tan buena experiencia, de todas maneras enriquece nuestra visión del mundo y nos puede ayudar a crecer como personas.
Posted on: Fri, 15 Nov 2013 15:00:02 +0000

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