DATOS HISTÓRICOS SOBRE EL BEATERIO... Aportación de Francisco - TopicsExpress



          

DATOS HISTÓRICOS SOBRE EL BEATERIO... Aportación de Francisco Pájaro. Existe en San Juan del Río un lugar poco conocido, pero enclavado en pleno centro de nuestra ciudad el cual, cumplió en el 2008, 325 años de su fundación (11 de Agosto 1683). Se conoce popularmente como el Beaterio (lugar de beatas), su nombre correcto es, Monasterio de Nuestra Señora de los Dolores, el cual esta a cargo de las religiosas de la Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís (T.O.R.); es un lugar de oración, de servicio, de contemplación y reflexión, es una comunidad monástica con mucha tradición para nuestra ciudad. Un poco de su historia: Habiéndose fundado San Juan del Río, en el año de 1531, fue incrementando su población y esto hacía necesario el establecimiento de lugares para impartir educación sobre todo a los niños y jóvenes que iban poblando este lugar; es entonces que en el año de 1670, Sor Alejandrina González de la Orden Franciscana, abre un establecimiento denominado "Colegio de Nuestra Señora de los Dolores de Niñas Educandas", el cual tenía como objetivo primordial brindar educación a las niñas de las familias sanjuanenses, siendo su primer ministro el Bachiller don Simón Núñez Bala. En el año de 1683, Fray Antonio de Linaz de Jesús María, llegó de España acompañado de 23 religiosos que venían a fundar el Colegio de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro; entre ellos venía el Venerable Fray Antonio Margil de Jesús, y al pasar por San Juan del Río se hospedaron en el mencionado colegio de niñas. Fray Antonio Margil vio entonces la necesidad de reorganizarlo, por tal motivo consiguió la donación de un espacio suficientemente grande para la nueva fundación y con la ayuda de las hermanas Josefa, Isabel, Ana y Beatriz Flores, hijas del señor Juan Flores y Frías y la señora Graciana Pérez y Tapia, se inicia lo que se conoció como "Beateario de Nuestra Señora de los Dolores", dicha fundación fue el día 11de agosto de 1683; ese mismo día las hermanas Flores, recibieron del hábito de la Tercera Orden Regular de San Francisco, y desde ese día se dedicó el nuevo lugar para ser casa de recogimiento para todas las jovencitas que quisieran vivir consagradas al servicio de Dios en oración, silencio y penitencia. Sobre esta fundación se menciona la leyenda del florecimiento del bastón de Fray Antonio Margil, en el lugar donde había señalado para la construcción del nuevo Beaterio, se cuenta que los frutos del árbol florecido han sido curativos para muchas personas, consideremos este hecho como una prueba más de la infinita misericordia de Dios. El Excmo. Señor Don Francisco Aguiar y Ceijar, Arzobispo de México, fue quien aprobó la fundación, ayudando inclusive económicamente para la edificación que se tenía planeada y su sostenimiento. También se recibió la ayuda de la Reina de España Dona María Luisa de Borbón, esposa del Rey Carlos III. Para el año de 1863, con la erección de la Diócesis de Querétaro, el Beaterio pasa al cuidado pastoral del primer obispo de la Diócesis, Mons. Bernardo Garate López Arizmendi. El pequeño convento construido en estilo neoclásico, posee un claustro, celdas, capilla, refectorio y huerta; la Iglesia es un bello ejemplo de la arquitectura del siglo XIX; siendo reedificada en 1850 por el Pbro. Domingo García. En el altar mayor se encuentra una bella imagen de Cristo Crucificado y a su lado esta la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, patrona de este lugar; al fondo del mismo se puede apreciar los restos del altar mayor, puesto que todo el conjunto fue modificado con motivo de las reformas del Concilio Vaticano II. Dentro de la iglesia podemos apreciar las bellas puertas labradas con símbolos de la eucaristía y el bello abanico de madera que cubre el coro alto. También se encuentra la capilla del Sagrado Corazón en donde se coloca el altar del Jueves Santo. Posee esta iglesia una bella imagen de Nuestra Señora del Pueblito que fue introducida en el año de 1851 por el señor cura Pbro. Miguel Zurita. Desde su fundación hasta la actualidad el Monasterio ha sufrido varias exclaustraciones: la primera del 21 de marzo de 1863 al 14 de noviembre del mismo año; la segunda del 23 de abril de 1867 al 23 de febrero de 1872; la tercera del 31 de julio de 1914 al 4 de diciembre del mismo año, y la última y de mas tiempo del 19 de febrero de 1926 al 4 de abril de 1950, en ese periodo el edificio fue ocupado por la Secretaría de Salubridad y fue por las gestiones de los señores don Manuel Prieto, don José Salas y don Teófilo Gómez que se pudo recuperar. Dato curioso es que en fecha 9 de enero de 1872, el C. Presidente de la República Lic. Don Benito Pablo Juárez García, expidió un decreto por el cual quedaba exento el Beaterio de la enajenación de las Leyes de Reforma, con la condición de que siguiera teniendo el objetivo para el cual fue creado, dicho decreto se notifico al Ayuntamiento el día 16 de enero del mismo año, por lo que las religiosas regresaron al mes siguiente para seguir con su labor conventual. El día 4 de mayo de 1973, gracias a la colaboración y esfuerzos del padre Benjamín Pérez ofm, la Santa Sede expidió un decreto por el cual se declaraba al Beaterio de Nuestra Señora de los Dolores como Monasterio de la Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís, desde entonces fue reconocido como tal por la curia generalicia de la Tercera Orden Regular (TOR). De este monasterio han salido diversas fundaciones, la más antigua la de Celaya en 1720, la cual fue extinguida por las persecuciones religiosas, desde el año 1963 se volvieron a iniciar siendo la primera en Temascalcingo, Estado de México, y siguiendo las fundaciones en Guanajuato, Campeche, España, y en el Perú. El Monasterio de Nuestra Señora de los Dolores, no es una evasión de la fragilidad humana, sino un modo de descubrirla y transfórmala. Si queremos que nuestras vidas estén llenas de alegría, en una sociedad en que la gente busca los "frutos" sin tener "raíces", las comunidades monásticas -como es esta de San Juan del Río- muestran con su existencia, las raíces de nuestra existencia a las que hay que prestar atención. La Regla y las reglas no son pesados fardos sino suaves estímulos para cambiar; son lecciones de la escuela del amor. El monasterio es un lugar de ayuda mutua y relaciones de alianza donde las personas aprenden a relacionarse, a amar a los demás, a encontrar a la persona más allá del cliché, a vivir la ternura, a comunicar, a perdonar, a crecer en libertad y rezar juntos; es un espacio de libertad alegre, de vehículo de gracia abundante, signo de paz y recuerdo de la belleza de la santidad.
Posted on: Sat, 13 Jul 2013 14:51:27 +0000

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