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DE MARIO CARBUCCIA HIJO A MI SOBRINA ELSA AMANDA LOGROÑO MUSA: Una vez escribió Baudelaire, que una de las argucias del Diablo es la de hacernos creer que él no existe. Satanás, Padre de Mentira, nos ataca en los puntos en que somos más vulnerables. De modo imperceptible nos horada en la Fe, y trata de volver a hundirnos en el mundo de las tinieblas, alejándonos de la Luz Admirable. Ustedes y su Familia, que son mi Familia aquí en SPM me conocen. Hagan suya esta palabra dada por Jehová a Josué tras la muerte de Moisés: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo donde quiera que vayas (Josué 1:9). Resistid los ataques del maligno, tengan en cuenta que: Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones; por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza (Salmo 46). Hace dos años, quien que les escribe y los alienta con el mejor corazón e intención, se arrepintió de sus pecados y aceptó a Jesús como su Señor y Salvador, fui bautizado por inmersión y emergí de las aguas como una nueva criatura, quedando el viejo hombre sepultado bajo las aguas (Mi Madre, de 83 años, y mi Padre, de 87, constantemente me refutan y en su desconocimiento, me advierten que a los pocos meses de nacido, tu abuelito materno, Elsa Amanda, apadrinó mi bautizo). Les digo ahora, que, después que he estado crucificado con Cristo y ya no vivo Yo, sino que él vive en mí (Gálatas 2:20), a partir de ese instante es cuando más ataques recibo, en diversos órdenes, de la vieja serpiente antigua. Observen brevemente: En dos ocasiones, he estado al borde de la muerte; se me decretó un glaucoma; debuté con síndrome metabólico; en julio de este año, por poco quedo ciego ya que flóculos vítreos me laceraron las retinas de mis ojos y tuve hemorragias que enrojecieron las máculas de mis ojos; el 17 de febrero de 2012, en un accidente, por poco pierdo a mi Padre y mi Contador Público Autorizado me viene presentando desde mi conversión, Estados de Situación con pérdidas millonarias. Les hago saber que el viejo Marito no hubiese podido con toda esta carga. En Jesús descansé y él ha librado la batalla por mí: Venid a mí los que estéis trabajados y cargados y os haré descansar (Mateo 11:28). Todos esos problemas de salud se han revertido por Fe. En el 2012, el Señor se glorificó en mi vida y fui sano de una bursitis en hombro izquierdo que no me dejaba en paz, por la imposibilidad de movilidad de la cabeza del húmero izquierdo, el manguito rotador y las funciones sincronizadas con la escápula. El 1º de agosto de 2013, el Espíritu Santo de Dios me sanó de Glaucoma y me operó del humor vítreo que oscurecía mi campo visual (Me evitó el vaciado del humor acuoso de mis ojos o el someterme a una victretomía). Se cumplió lo profetizado por Isaías 53:5… Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. En otro orden, me confirmó mientras oraba y estaba en comunión con él, que mi Padre viviría y estaría más tiempo con nosotros, en momentos en que éste era operado de vida o muerte en el CM UCE de Santo Domingo y Yo me encontraba de camino a Colorado Springs, USA. El ha sostenido a mi Madre contra todo pronóstico médico y coágulos en sus miembros inferiores. El ha dado paz a mi vida. Me ha dado fortaleza y discernimiento de espíritu. Me ha regalado una esposa creyente, cuando ya Yo me había aferrado a no casarme más, y me ha premiado con el hijo que me prometió, en momentos en que mi esposa no podía haber quedado grávida, y cuando todos los sonogramas indicaban que en el vientre de mi cónyuge se gestaba una niña. Ese bebé está consagrado al Padre Celestial. El Pan nuestro de cada día no me falta y me río de los Informes de mí Contador, y les aseguro que sólo me anima ser agradable a los ojos del Padre Celestial, dando testimonio de que su naturaleza vive en mí, razones por las cuales no me preocupa nada de este mundo, sino la gloria venidera que está por venir. Antes, tenía miedo a la muerte, ahora decreto "Que para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia." Por todo lo anterior, como el Apóstol de los Gentiles, en Efesios 3:14 y sigs., doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Dios les bendiga abundantemente y oiga las súplicas de sus corazones postrados en reverencia ante él.
Posted on: Fri, 20 Sep 2013 21:50:34 +0000

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