DISCAPACIDAD ORTOPEDIAS YDERECHOS HUMANOS OPINIÓN Como ciudadanos y por derecho natural estamos obligados a velar por los derechos, por los intereses, por el bienestar del pueblo. Un gran sector de nuestro pueblo representa una franja formada por desposeídos y entre ellos los minusválidos o discapacitados. Un gran porcentaje de la población según las estadísticas el 10% tiene carencias físicas o psíquicas. Pocas familias se salvan de tener un miembro que necesite de apoyo especial y en la mayoría de los casos no sabe dónde encontrar esa protección. Entre los derechos humanos más elementales está el de llevar una vida digna sostenida por el trabajo personal. Para muchos ese derecho es ficticio al no tener acceso a una educación especial que los empareje con los otros. La sociedad debe proveer los medios de suprimir esas diferencias de manera que el derecho de trabajar sea una posibilidad efectiva y no un enunciado utópico. Educación especial, operaciones correctoras, adiestramientos modernos, prótesis o implantes son términos que indican necesidades muchas veces cubiertas por la caridad. La caridad es una virtud con la que no se puede contar para eximir de un deber por la sencilla razón de que algo que me pertenece por derecho no puede concedérseme como una limosna. No es compasión sino justicia lo que necesitan los disminuidos física o psíquicamente. Justicia es dar a cada uno lo que le corresponde. Muchos requieren elevarse sobre sí mismo para competir; un chico, una mujer, un hombre con problemas son ante todo y sobre todos" hombres, seres humanos con problemas". No debemos perder de vista esa dignidad, esa corona, ese soplo de ser hecho a imagen y semejanza de Dios. No le quitemos honor con nuestra piedad al hermano que tiene dificultades. Rescatemos siempre su dignidad. El orgullo o la dignidad de ser personas hace que antes que aceptar una expresión de lástima sean capaces de morderse y no pedir ayuda. La mano del piadoso nos quita siempre honor dice el poeta y tiene razón. Los discapacitados tienen derecho a varios o muchos pasos adelante para correr en igualdad de condiciones, reconozcamos en ellos un derecho elemental, de los más elementales de los derechos humanos. Algo similar- violatorio de derechos humanos - pasa con el problema originado por ortopedias – publicados en anteriores ediciones bajo el título “Una prótesis y muchos inútiles” y “Ortopedia y Estado, sus responsabilidades”, en donde se da cuenta de que reconocidas empresas – Nacional e internacional -, al vender productos de alta tecnología – piernas biónicas – en convenio con firmas del exterior, - seguramente en connivencia con el Estado -, sin la consulta previa, ni certificado del médico idóneo y sin contar de respaldo técnico ni profesional para una firma de tamaña proyección y expectativa, lucran desvergonzadamente a expensas de personas con características diferentes. Pero lo curioso e inusual es que los damnificados son en estos casos discapacitados con expectativas e ilusiones intencionalmente malogradas -con proyecciones de videos y fotografías de personas de iguales características que pueden realizar tareas iguales, mejores, superiores a un ser normal -. (Oscar Pistorius corredor bionico – hoy caído en desgracia -, sirve de ejemplo y su fotografía al igual que una mujer con iguales características, empapela y recubre las oficinas de la citada ortopedias). Pero una ortopedia que monopoliza y vende exclusivamente productos de importes, montos y sumas exorbitantes debe contar con más de un asesor y profesional en la materia, para dirigir un sistema más que delicado, al margen de los organismos gubernamentales que deben verificar los resultados. Los desaciertos, aberraciones y despropósitos ocurridos ¿no son de responsabilidad de los dueños de considerables ganancias y mercedes? ¿No se trata acaso de perjuicios morales y materiales irreparables? ¿Es que no hay culpa en haber seleccionado mal a quién debía poner en funcionamiento una prótesis de alta tecnología? Se ha llegado a la situación de tener a pacientes de más de cuatro años sin darle soluciones, con enormes perjuicios físicos y económicos por no saber ni siquiera formatear, proyectar ni disponer de los programas enviados de las empresas productoras de Brasil e Islandia. Productos que son vendidos y ofrecidos como “solución de vida” a ancianos y niños sin tener la más mínima idea de sus supuestos beneficios. Se han traído de países de Centro América a personas para que realicen cono de enchufes porque no tenían personal idóneo para esas tareas elementales. No es todo esto enormemente torpe y sumamente desvergonzado. Uno se pregunta ¿no participaría de esa responsabilidad la ortopedia y su socio beneficiado y además el Estado que ha permitido esa concesión exclusiva? Lo curioso del caso es que los responsables y representantes se sienten lastimados porque el paciente pierde la paciencia y se disgusta. Además se manejan con total impunidad porque dicen contar con la “venia” del Estado y de los funcionarios responsables de los otorgamientos de las concesiones. Pareciera que los discapacitados por su condición son objetos de sufrimientos y deben asumir esa categoría. Esta historia aunque cueste creerla es verídica y real. Hoy un Ministro de Salud de la Nación empapela la provincia – Tucumán - con afiches, convenios y supuestos beneficios a favor de los que menos tienen, encubriendo casos que son irregularidades- que debe examinar -,que encuadran en delitos penales y que por sus consecuencias y perjuicios son hechos que claman al cielo. DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN jorgeloboaragon@hotmail jorgeloboaragon@gmail
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 19:22:19 +0000
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