Declaración —yo estoy enamorado de ella.- Cuento corto.- Perla Bollo. Contratiempo, dificultad, accidente, adversidad, percance, contrariedad, revés, problema. La charla era de cuatro. El ambiente en penumbra. La charla salpicaba las luces de dos velas lánguidas. La salamandra con su calor coloreaba los rostros. Lejos de ella solo existía la necesidad de acercársele de nuevo por esa cosa que tienen los cuerpos calientes que se vuelven irresistibles cuando nos alejamos… pero insoportables cuando estamos muy cerca… volviéndose sofocantes. Algunas expresiones ya no se definían, por la oscuridad. Pero la conversación continuaba sin dilema. Voló por el aire un —yo estoy enamorado de ella—. Que sonó un tanto descolgado. Pero que inmediatamente se ató a la cola de las frases siguientes —estoy enamorado de vos— y el que declaraba terminó de enlazar las palabras mirando a los ojos a la mujer que tenía sentada en frente. — Y te lo digo porque no me quiero morir sin que lo sepas, no me lo quiero guardar más. Esto no me había pasado nunca en mi vida. Yo sueño con vos, te pienso todo el tiempo. Yo sé que existen diferencias y que esto no tiene futuro, lo sé, lo sé, pero no me importa. No quiero morirme si que lo sepas ¿para que me lo voy a guardar?. La declaración partió el aire en mil pedazos, las risas se convirtieron en un denso silencio. La mujer enredada en las palabras que sonaban a borbotones, escuchaba y observaba la situación envuelta en una irrealidad que la tenía inmóvil. Lágrimas confusas comenzaron a caer, mezcla de miedo y sorpresa. Esta era una situación excelsa pero irreal y confusa. Ella intentó respirar hondo para cobrar postura, pero al dar lugar al aire solo cargó más angustia. La sorpresa la tenía presa. Los testigos del hecho quedaron quietos, observando la nada por la ventana. También estaban sorprendidos pero libres de la carga de no ser los protagonistas de aquel destierro. Contratiempo, dificultad, accidente, adversidad, percance, contrariedad, revés, problema, la declaración le puso un moño al tema. —Aunque el mar se seque, el bote seguirá navegando y con esto no te digo más nada— Así terminó el canto. El hombre relajó las cuerdas vocales y partió por el campo. Declaró lo que sabía, sentía y presumía. Lo descargó en los oídos de dos testigos y claro en los de su estimada. Se fue a buscar el mañana, sin mucho más problema. La mujer se hundió en su confusa y sorpresiva pena tratando de analizar el contratiempo, dificultad, accidente, adversidad, percance, contrariedad, revés, problema. Llegó la noche plena, el silencio y la serena sensación de libertad que traen las declaraciones sinceras de situaciones reales o no, ese no sería el tema.
Posted on: Tue, 03 Dec 2013 01:23:43 +0000
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