Del muro de la Grganta Poderosa! La puta madre, que se lo - TopicsExpress



          

Del muro de la Grganta Poderosa! La puta madre, que se lo extraña. Ni maldita sea, ni la pucha, ni qué bárbaro: la re puta madre, que se lo extraña... Su cruzada por la reivindicación de las malas palabras sentenciadas sin juicio previo, en pleno congreso de la Lengua Española, partiendo de la desnaturalización del fascismo que les asignó una maldad innata, hasta desembocar en el desmenuzamiento del porqué de la condena, argumentando su defensa y metiéndole el dedo en el orto a la Real Academia (ni en la cola, ni el upite, ni en el opi: en el medio del orto), no es más que la consagración de una vida entera militando por lo auténtico, por lo justo, por lo lindo, por lo nuestro. Así, el Negro construyó un imperio de principios desde trincheras de risas, que todavía se ríen, como todavía miran los ojos del Che, como todavía canta la voz de la Negra. ¿Y qué decir de su platea vigente en la cancha de Central? Que la enamoró. ¿Y del rincón impostergable con los amigos? Que lo formó. ¿Y de Inodoro? Que jamás lo cagó. ¿Y de Mendieta? Que nunca lo meó. ¿Y de Boogie, el aceitoso? Que lo engordó. ¿Y de Wilmar Everton Cardaña? Que lo partió. ¿Y del Viejo Casale? Que lo reencontró. ¿Y de estas palabras que Eduardo Galeano le escribió a La Poderosa, para que nunca se muera Fontanarrosa? Que lo parió. “Un día, charlando, le pregunté si era Dejao Estar. Me confesó que sí. Le gustaba llegar, le costaba irse. Y ahora lo estoy comprobando. El Negro era un Dejao Estar. Si sería Dejao Estar, que sigue estando”. Algún 19 de julio, Roberto, te recordaremos por todo lo que gritaste, lo que dijiste, lo que dibujaste, lo que viviste, lo que creaste, lo que escribiste, lo que enseñaste, lo que leíste, lo que luchaste. Pero todavía nos resulta imposible recordar: te buscamos en el pasado y no te podemos encontrar. Porque tu obra está escrita hoy y está escrita mañana, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, siempre que haya un cachito de cultura popular. Por eso, por ser tan grande, vamos a resucitarte cada vez que la tristeza lo demande, para dejar la alegría al descubierto. Eso sí, antes, deberás haber muerto.
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 17:09:58 +0000

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