Dr. Esteban Laureano Maradona La tarea que llevó a cabo este médico excede las funciones para las cuales se formó profesionalmente. Su vida y su obra son inseparables de su compromiso con los humildes habitantes del monte (en Formosa), aborígenes que carecían de todo, menos de una multitud de males: enfermedades, pobreza, hambre. Y olvido. Sin descuidar sus ocupaciones como médico (por las que jamás cobró honorarios), trabajó como un verdadero educador, pues enseñó a realizar tareas agrícolas (como cultivar algodón) y a cocer ladrillos con los que se edificarían estructuras simples; estudió las costumbres indígenas (e incorporó a la medicina tradicional los conocimientos propios de la indígena). También llevó registro de sus experiencias personales, de sus observaciones e investigaciones en sus libros (escribió sobre lingüística, la flora y fauna de la región, enfermedades; etc.) que, en su mayor parte, aún no se han publicado. Gracias a sus gestiones ante el gobierno de Formosa se adjudicaron tierras fiscales para establecer una colonia. Fundó, además, la primera escuela bilingüe del país, en donde dio clases durante tres años, hasta que se designó a un maestro. No sólo habló de convicciones y compromisos; vivió de acuerdo con ellos. Emigró a Paraguay debido a las antipatías que su defensa de la democracia y de los trabajadores generó en el gobierno de Uriburu. En la guerra del Chaco, atendió heridos de ambos bandos. Ya de vuelta en su país, abandonó el tren para atender una parturienta. Su destino final era un consultorio en Buenos Aires; pero, como él mismo dijo, se quedó donde lo necesitaban. La vida y la obra del doctor Maradona constituyen no sólo un ejemplo de vocación y de servicio, sino también de coraje y de valentía.
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 01:55:18 +0000
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