¡Déjame tranquilo! - le escupió a la cara; aquella cara que le - TopicsExpress



          

¡Déjame tranquilo! - le escupió a la cara; aquella cara que le observaba inmutable a través de unos ojos pequeños, fríos, casi muertos - ¿es que no tienes compasión? ¡Cállate! No seas patético - le respondió él en un tono monocorde, sin un atisbo de piedad - Crees que soy tu peor enemigo, pero en realidad soy tu mejor aliado. ¿Compasión? las almas acostumbradas a divulgar sus desdichas rara vez inspiran piedad. Mendigas cariño y amistad por doquier pero te aferras a mi como un náufrago se agarra desesperadamente a una tabla cuando su embarcación zozobra. Soy el último nexo que te une a la realidad cuando llegas arrastrándote de tus fracasos amorosos, cuando te sientes traicionado por los que creías tus amistades, cuando pierdes la ilusión por tus sueños incumplidos. Eres un juguete roto en manos de un niño caprichoso llamado destino y te niegas a aceptar lo inevitable. ¿Quieres desperdiciar tu tiempo persiguiendo quimeras? ¿Acaso no sería mejor evitar las complejidades de las relaciones humanas? ¿No deberías aplicarte a tu vida real en vez de soñar con proyectos de futuro ilusorios? Azorado levantó la mirada para encontrar la de su interlocutor, pero este no le dio un respiro siquiera y continuó implacable. Entrégate a tus sueños, busca el alivio en el amor que tú valoras tanto, relaciónate con personas a las que crees que conoces si quieres; pero cuando en tus excesos pasionales fracases no vengas pidiendo compasión. Toda acción cuenta con una reacción y no hay más sarna con gusto que la que no pica. Ahora, déjate de pedir consuelo y dedícate a tus obligaciones. Hundido, le lanzó una mirada suplicatoria, pero él se limitó a mirarle con su mirada fría, cerebral... casi muerta. Resignado, conociendo que la perorata había terminado, continuó limpiando el cristal del espejo que tenía enfrente. Sabía que había perdido como siempre que enfrentaba su corazón con su cabeza, pero aún en estas circunstancias estaba dispuesto a dejarse guiar por sus instintos una vez más. Cuando acabó la tarea, levanto la vista y se encontró con sus propios ojos... pequeños... con una mirada melancólica perdida... unos ojos en los que se reconocía perfectamente. Una sombra de sonrisa curvó la comisura de sus labios. Mañana sería un buen día. Convicción - Fragmento de algo que se está fraguando.
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 22:47:56 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015