EFEMERIDES 23 DE SEPTIEMBRE - EL BELCANTISMO - VINCENZO BELLINI El 23 de septiembre de 1835 fallecía en Puteaux (localidad cercana a París) Vincenzo Bellini a los 33 años Poseyó un indiscutible don para la creación de las más bellas melodías vocales, puras en cuanto a estilo y, de algún modo, expresando un alto grado de sensualidad respecto a la expresión. Influyó en una gran cantidad de compositores que lo sucedieron, no sólo compositores de ópera, como lo fue Richard Wagner en sus primeras obras, si no también en compositores de música instrumental, entre los que podemos citar a Chopin o a Liszt. Nacido en una familia de músicos, Bellini creó sus primeras obras cuando aún era un estudiante del Conservatorio de Nápoles. Dado que era un excelente y promisorio alumno se le dio el privilegio de poder estrenar su primera ópera “Adelson e Salvini” en el teatro del conservatorio. Posteriormente y gracias al apoyo recibido por parte de un poderoso empresario operístico pudo presentar la ópera “Bianca e Fernando” en el Teatro San Carlo, la prestigiosa sala napolitana. Obtuvo con ella un considerable éxito y esto llevó a que el empresario Barbaia le encargara una ópera para presentar nada menos que en La Scala de Milán. El trabajo presentado fue “Il Pirata” y con ella obtuvo un enorme éxito y comenzó a ganarse una importante reputación internacional. Tuvo la fortuna en ese momento de poder tener como libretista al que quizás fuera el mejor poeta teatral de esa época, Felice Romani con quien pudo forjar una excelente asociación, ya que Romani fue el libretista de sus seis siguientes óperas, siendo las más importantes de ellas “Romeo y Julieta”, “La Sonnambula” y, tal vez por sobre todas ellas, “Norma”, una tragedia ambientada en las Galias y que, a pesar de no ser bien recibida en su estreno, se convirtió en una de las piezas claves de la historia de la ópera Bellini pasó un tiempo en Londres pero luego se radicó en París. Allí, gracias a la influencia de Rossini obtuvo un encargo para presentar una ópera en el “Theatre Italien”. El resultado de este encargo fue “I Puritani”, la última de las nueve óperas de Vincenzo Bellini. A pesar de tener un libreto absurdo, es en cierta forma uno de sus más ambiciosos y hermosos trabajos. La fama de Bellini está, obviamente, estrechamente ligada al “bel canto”, el estilo de los grandes cantantes de esa época. No quiso hacer ninguna reforma de la ópera, sus ideales fueron los mismos de un Haydn o un Mozart, es decir buscar la claridad, la elegancia de las formas y la melodía, buscando siempre una unión estrecha entre palabras y música. Al mismo tiempo que subordinaba el acompañamiento orquestal a los cantantes y cargaba en las voces la responsabilidad de establecer las expresiones dramáticas, su armonía era más emprendedora, más arriesgada que la de su contemporáneo, y también sinónimo de “bel cantismo”, Gaetano Donizetti. Bellini es fundamentalmente recordado por el encanto y la elegancia de sus luminosas melodías vocales. Muere, como dijimos, en Puteaux a causa de una inflamación intestinal y fue enterrado en un cementerio de París, pero en 1876 sus restos fueron llevados a la catedral de Catania, donde descansan Quién sabe cuánta más belleza nos habría legado este genial compositor de haber vivido más años! Vamos a disfrutar de una bellísima, y archiconocida, aria de “Norma”, la Casta Diva. Sí, efectivamente todo el mundo la conoce, todas las sopranos la cantan (aunque en realidad sea un papel para mezzosoprano), pero siempre es un placer volver a escucharla, especialmente si la que la canta es la excelente soprano estadounidense Renee Fleming youtube/watch?v=Rg4L5tcxFcA
Posted on: Fri, 27 Sep 2013 22:54:56 +0000
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