“EL AMOR RESTAURADOR DEL PADRE JULIO 27 “Y cuando aún - TopicsExpress



          

“EL AMOR RESTAURADOR DEL PADRE JULIO 27 “Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó” (Lucas 15:20). Un padre de familia se reúne con sus hijos a la hora del desayuno y pregunta al mayor: “¿Qué tareas tienes hoy?” El hijo le dice: “Tengo que ir a la hacienda para controlar el ganado”. “Muy bien”, responde el hombre. Luego mira al menor y dice: “Y tú mi hijo ¿cómo van los estudios?” Con una actitud que tomó por sorpresa al padre, el joven responde: “No voy a ir a estudiar, sé que tu hijo preferido es mi hermano, a él nunca le dices nada, pero estás pendiente de todo lo que yo hago y estoy cansado de esa vida. Quiero ser yo mismo sin tener que dar cuentas a nadie. Todo lo tuyo es perfecto, papá, pero no quiero ser como tú. Si pensaste en darme algo de herencia, por favor dámelo ahora que no quiero saber más de ustedes”. Acongojado, el padre dio a su inexperto hijo lo que le pedía.” “Al salir de la casa, su pequeño grupo de amigos estaba esperándolo, y él les comentó la decisión tomada. Lo felicitaron y le dijeron que era un ejemplo digno de imitar, porque ahora sería él mismo y podría llegar a su casa a la hora que quisiera sin nadie que le diga “¿por qué llegas a esta hora?” Podría tener las mujeres que quisiera. Pero aquella alegría fue tan pasajera como un pensamiento.” “Todo se desvaneció demasiado rápido, el dinero y los amigos desaparecieron, las jovencitas huyeron de él. Al buscar a sus amigos para que le apoyaran económicamente, le cerraron las puertas y llegó a tocar fondo. En medio de su profunda crisis pensó buscar una segunda oportunidad y con determinación emprendió el difícil viaje de regreso al hogar. Sin embargo, no contaba con que su padre no se movía de la ventana esperando su regreso. Cuando lo vio a lo lejos, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó, sin importar la condición miserable en la que estaba. El padre salió a recibirlo, amarlo y restaurarlo, y en cuestión de segundos todo había vuelto a la normalidad.” “Todos estaban felices ahora, a excepción del hermano mayor. El padre se dio cuenta de que algo le pasaba y salió de la casa para hablar con él. “Todos estamos tan alegres porque tu hermano por fin pudo hacer un alto en el camino y su sabia reflexión lo trajo de nuevo al hogar”. Para su sorpresa, el joven expresó una actitud de indignación, prejuzgando al padre por la manera como había acogido, al recién llegado. Dijo en tono sarcástico: “Qué recibimiento le has dado, es digno de aplaudir lo que hiciste con él. Cuando te traje las mejores notas de la universidad, ni siquiera te molestaste en hacer una cena en mi honor. Cuando respondo por el duro trabajo de la granja, todo queda en unas palmaditas en la espalda. Pero no hay celebración, ni invitados. Mas cuando llega este vago ingrato, que despilfarró la herencia en un momento con su vida libertina, lo recibes como si “fuera un héroe de guerra. Me sorprendiste, papá, pues no sabía que era tu favorito”. Sabiamente el padre le pasa la mano por el hombro, y le dice: “Hijo, quiero que sepas que tu hermano es un héroe de guerra, venció al enemigo más implacable, el orgullo, y se humilló al volver sin saber el recibimiento que le esperaría. Por esto, hijo, estoy celebrando. Porque de mi casa se fue un joven autosuficiente, orgulloso y con ínfulas de grandeza. Y lo que no pude lograr en él durante todos estos años, las dificultades de la vida lo llevaron a un punto donde tuvo que doblegarse hasta volver en sí, y en ese instante fue cuando volvió a vivir. Por eso celebro, pero tú no te puedes quedar por fuera. No te he hecho cenas especiales porque se supone que también eres el señor de la casa. Pero pasemos, que tu hermano nos espera…”. ALGO EN QUÉ PENSAR El famoso evangelista Torrey, quien ha llevado miles de almas a Cristo, cuenta haber sido en otro tiempo un incrédulo que abandonó su casa cansado de las amonestaciones de su madre. Ella le dijo al despedirse: “Hijo, cuando llegues a la hora más oscura de tu vida y todo te parezca perdido, si oras al Dios de tu madre, Él te ayudará”. El joven siguió su camino hundiéndose más en el pecado hasta que, cierto día, hastiado de todo, dijo: “Cogeré la pistola y pondré fin a esa farsa que se llama vida humana”. En ese momento, se acordó de las palabras de su madre y, cayendo de rodillas junto a su cama, dijo: “Oh Dios de mi madre, si hay tal Señor, quiero luz y si Tú me la das, la seguiré”. La transformación que se operó en él es lo más admirable que han visto los siglos, y no es “sino una entre millares de otras experiencias.[1] ORACIÓN Dios Creador, sé que Tu amor no tiene límites. Aunque estuve alejado de Ti, nunca te diste por vencido, ni dejaste de creer en mí, y esperaste con paciencia mi regreso. Ahora que he vuelto a casa, me refugio en Tus brazos amorosos, disfruto de Tus bendiciones y sé que seré saciado de los mejores manjares que has preparado para mí. Te amo Señor. Amén. DECLARACIÓN “Volví mi rostro a Dios y Él me recibió, me perdonó, me restauró y me dio Su más rica bendición”.”
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 13:22:05 +0000

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