EL ANILLO DE LA MUERTA (5) Camila se sentía extraña, hacía dos - TopicsExpress



          

EL ANILLO DE LA MUERTA (5) Camila se sentía extraña, hacía dos días que no se atrevía a pegar el ojo, aunque estuviera muerta de cansancio, cada vez que cerraba los ojos, sentía como si alguien venido del mismísimo infierno quisiera estrangularla, y sabía que no era un sueño, por que las marcas de manos en su cuello eran la prueba –voy a morir si no duermo, pero si me duermo, me matan!- se repetía una y otra vez, ya no había café, ni aspirinas, solo le quedaba darse una ducha de agua helada, para no rendirse ante el sueño, pero en el baño habitaba su gran temor, la mancha de Sonia, que no se borraba a pesar de los parches de pintura que en vano ella aplicaba todos los días. – al menos una mancha no puede lastimarme, me voy a bañar- se desvistió con parsimonia, dándose moral para soportar el agua fría, que detestaba, y se metió bajo el chorro, que se sentía como 10 golpes a la vez sobre su espalda, sobre su cabeza y sus piernas – es suficiente, pensó- y cerró la llave; se sentía muy pesada, al parecer la ducha no había sido buena idea; estaba a punto de tirarse al sofá para dejar que las manos la terminaran de ahorcar cuando el teléfono sonó. –¿Camila? –si- ah, hola, hablas con Tatiana, la recepcionista, ¿te acuerdas de mí? – sí, ¿que necesita?-el señor Santamaría te necesita aquí con urgencia, ¿podrías venir hoy a eso de las 4 de la tarde? –no, yo por allá no vuelvo a poner un pie – Camila, por favor, es un pedido personal, no tiene nada que ver con el trabajo, solo quiere que nos acompañes para el funeral –pues yo puedo llegar al cementerio, pero a ese edificio no voy. ¿Dónde es? –En parques del recuerdo, si no estoy mal eso queda cerca a tu casa –yo no sé para que me quiere ese señor allá, ¿qué tengo yo que ver con ustedes? – tu ayudaste al señor Santamaría cuando… cuando lo de la señora Antonia, el sigue muy impactado, no creo que sea tan malo que nos acompañes – yo miro si voy o no, la verdad esa gente ni siquiera me simpatiza –bueno Camila, te estaremos esperando, adiós –adiós. Se quedó mirando hacia el pequeño jardín de su casa, de nuevo estaba lloviendo y el sonido de las gotas cayendo sobre el tejado eran como una canción de cuna; no podía dejarse vencer por el sueño, no podía morir sin saber, sin entender que era lo que estaba pasando, ¿porqué esos sueños?, ¿Por qué ese deseo de destruir a esa familia? Sentía dentro de sí que la muerte de esa señora no era suficiente, quería más, y la desesperación se estaba apoderando de su ser; se fue al baño, estaba segura que Sonia era la única que podía aclarar sus dudas, igual, más loca, imposible. – Quiero saber qué diablos pasa, Sonia, ¿Quién eres y que tienes que ver con los Santamaría? La mancha dejaba su rostro apacible para mostrar una mueca de repulsión -¿Sabes qué?, yo sé que tienes que ver con este anillo, y si no me dices que pasa, ya mismo lo devuelvo a donde lo encontré, tal vez así me dejes en paz!- Los ojos de la mancha se hacían más y más grandes, y luego se cerraron, como dándole la señal a Camila que debía hacer lo mismo. –Si me duermo, ¡esas manos me van a matar!- La mancha no hizo más nada –Bueno, supongo que si quiero saber todo, tengo que dormirme… sniff. Se tumbó en su cama sin siquiera ponerse una pijama, y dejó que sus párpados finalmente se cerraran, estaba tan cansada que olvidó el miedo que tenía, y entonces, lo vio todo; ya no era la protagonista, pudo ver, desde un cómodo punto de vista, cómo Sonia descubría el engaño de su esposo y mejor amiga, como él, en una acto desesperado la estrangulaba, como ella intentaba defenderse, inútilmente, y como ya, cuando había perdido el sentido, Antonia ponía en su boca el pañuelo que horas antes le había regalado y finalmente, como arrastraban su cuerpo hacia un lago de aguas oscuras. Honeymoon
Posted on: Thu, 18 Jul 2013 20:43:00 +0000

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