EL WASHINGTON POST Y SU EDITORIAL EL GOBIERNO DE OBAMA ES COMPLICE DE LA MASACRE Egipto entra en erupción cuando las fuerzas de seguridad atacan a los partidarios Morsi Miércoles, 14 de agosto, 16:21 ANTES DEL 03 de julio golpe de Estado en Egipto, el gobierno de Obama advirtió en privado a las fuerzas armadas en contra de derrocar al gobierno de Mohamed Morsi, que apunta a la legislación EE.UU. que requiere el corte de la ayuda a cualquier país en el que el ejército juega un "papel decisivo" en la eliminación de una elección gobierno. Sin embargo, cuando los generales ignoraron las advertencias estadounidenses, la Casa Blanca respondió con la elección de hacer caso omiso de la ley misma. Después de una demora prolongada y embarazosa, el Departamento de Estado anunció que había decidido no determinar si un golpe de Estado había tenido lugar, y el secretario de Estado John F. Kerry declaró que el ejército de Egipto fue "restaurar la democracia". A causa de esas decisiones, la administración Obama es cómplice de lo nuevo y terriblemente sangrienta represión lanzada Miércoles por el régimen de facto contra decenas de miles de manifestantes que habían acampado en dos cuadrados Cairo . Se registraron más de 150 personas murieron, entre ellas muchas mujeres y niños. El caos se desató en torno a Egipto como turbas enfurecidas atacaron iglesias cristianas, que fueron en gran parte sin la protección de las fuerzas de seguridad. El ejército impuso el estado de emergencia, esencialmente Egipto regresar al status quo autoritario que existía antes de la revolución de 2011. El gobierno de Obama debidamente protestó la última ofensiva, tal como anteriormente instó al miltary no usar la fuerza contra las manifestaciones y para liberar al Sr. Morsi y otros presos políticos. El desprecio del ejército de estos recursos era lógico y previsible: Washington ya había demostrado que sus advertencias no eran creíbles. En efecto, aun cuando la policía seguían disparando a civiles desarmados en las calles de El Cairo el miércoles, un portavoz de la Casa Blanca fue reiterado a la prensa de la administración determinación de no hacer un juicio sobre si se habían cumplido los términos de la legislación contra el golpe de Estado. Esta negativa a adoptar una postura firme en contra de masivas violaciónes de los derechos humanos es como contraproducente para Estados Unidos, ya que es inconcebible. El apoyo continuo de EE.UU. para el ejército egipcio está ayudando a empujar al país hacia una nueva dictadura en lugar de una democracia restaurada. Gen. Abdel Fatah al-Sissi , el líder del golpe, cada vez está labrando a sí mismo como un salvador nacional en la modalidad de ex dictadores como Gamal Abdel Nasser ; sangriento asalto del miércoles representa el aplastamiento de los moderados civiles en el gabinete interino que había llamado para el compromiso con el Sr. Hermandad Musulmana de Morsi. Apropiadamente, su líder, el vicepresidente Mohamad ElBaradei , renunció. Es difícil imaginar cómo el asalto a la Hermandad, que ganó las elecciones múltiples y aún con el apoyo de millones de egipcios, puede ser seguido por una transición creíble hacia la democracia. Lo más probable es que conduzca hacia Egipto aún mayor violencia. Puede ser que las potencias extranjeras no pueden ahora cambiar este trágico curso de los acontecimientos. Pero si Estados Unidos quiere tener alguna posibilidad de influir en un país que ha sido su aliado desde hace cuatro décadas, se debe cambiar inmediatamente su política hacia las fuerzas armadas. Eso significa que la suspensión completa de toda la ayuda y la cooperación, junto con el mensaje de que las relaciones se reanudarán cuando - y si - los generales terminan su campaña de represión y tomar medidas concretas para restaurar la democracia.
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 19:11:19 +0000
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