ENCONTRE OTRO CUENTO CON OTRO SANTO QUE NO SABIA QUE EXISTIASANTA - TopicsExpress



          

ENCONTRE OTRO CUENTO CON OTRO SANTO QUE NO SABIA QUE EXISTIASANTA GEMA GALGANI La santidad realizada en medio de enfermedades Nació en Luca, en 1878 y murió en 1903. Fue, pues, una vida breve, pero de gran santidad. En medio de sus enfermedades y grandes pruebas recibió extraordinarias gracias de orden místico. «Padeciendo se aprende a amar». Parece ser que estas fueron las palabras que Cristo le dijo en un éxtasis a esta hija del boticario de Luca. Dios elige para la santidad en la enfermedad o en la salud. Como Él quiere. Gema vivió el dolor de estar casi permanentemente enferma. Murió su madre siendo una niña y también una hermana a la que Gema profesaba un profundo afecto. Al morir también su padre, entró a formar parte de otra familia de once hermanos. Practicó las virtudes más heroicas. Así, vivió la obediencia más exquisita a sus superiores una vez que ella conocía su voluntad. Era muy humilde se tenía por muy poca cosa y vivía en la mayor simplicidad. Mostraba especialmente la caridad siempre atentísima a servir a los demás, a los que anteponía siempre sus propios intereses, tuvo en grandísima estima la pureza y se cuidó con toda su alma por mantenerla inmaculada. Deseó ardientemente ser monja pasionista y nunca llegó a serlo. En cambio desde el año 1899 todos los jueves y viernes de cada semana se le producían los estigmas de la pasión, sangrando por sus llagas abundantemente, como atestigua su director espiritual, el padre Germán de San Estanislao, que escribió su biografía. Igualmente tuvo otros muchos fenómenos místicos, inexplicables por los prodigiosos. Su fiesta se celebra el 16 de mayo. Mensaje A los enfermos. La enfermedad fue compañera habitual de su vida, pero ella la aceptaba como una hermana más, al estilo de san Francisco. Siempre enfermiza, y muerta siendo aún muy joven, es un auténtico modelo para que las personas enfermas piensen que Dios las llama y pueden conseguir, en medio de la dura enfermedad, la más grande santidad. Si los pobres son los preferidos del Señor, ¿quién hay más pobre que el enfermo? El carente de bienes materiales está necesitado de algo externo a su persona; en cambio el enfermo es el que carece de un bien intrínseco a su propio ser como es la salud. La enfermedad, como todo sufrimiento y aun la misma muerte, han sido integrados en el orden de la salvación. «Viviendo, estamos siempre expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal» (2Cor 4,10).
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 01:19:57 +0000

Recently Viewed Topics




© 2015