EVA esta historia les va a llevar un rato - TopicsExpress



          

EVA esta historia les va a llevar un rato Al igual que cada día, Eva se disponía a bajar con bastante pereza las escaleras de la estación de Metro.Sumida en sus pensamientos dejaba atrás un tramo tras otro de inclinados y fríos peldaños de metal, los cuales, tras cumplir su dura misión de soportar el peso de miles de almas se escondían tras el fondo de la rampa para mas tarde volver a emprender su labor, al fin y al cabo, su vida no era muy diferente a la de las personas que castigaban cada ida su esqueleto metálico. Al llegar al andén, se quedo sorprendida de lo sola que estaba. Bueno, pensó, tal vez había perdido el ultimo tren, lo que la serviría para saborear el primer cigarrillo de la mañana. Ese era uno de sus momentos favoritos del día.Sacó el paquete de su viejo bolso, encontrar el mechero y ese era otro cantar, no se caracterizaba por su orden precisamente. Allí estaba. Al final, como siempre. Encendió el pitillo e inhaló profundamente mientras contemplaba un enorme cartel publicitario. En el mismo se podía ver al guapo de moda luciendo un diminuto slip que a duras penas podía contener lo que dentro encerraba. Fue tal su entusiasmo, que con la sorpresa dejó caer el mechero.Se rió de si misma y se dispuso a recogerlo aunque no llegó a conseguirlo.Bajo sus pies notó como el suelo perdía la verticalidad, aterrada miró a un lado y a otro, dándose cuenta de que seguía sola en el andén.Retrocediómientras contemplaba como el encendedor caía hacia la via.No podía dar crédito a lo que la estaba sucediendo.Entre tanto pudo aferrarse al asiento que tenia mas próximo, algo que no sirvió mas que para alargar su agonía.Poco a poco el suelo iba desapareciendo de sus ojos. El crepitar de un nuevo tren se dejaba sentir al fondo del tunel.Su corazón se quería escapar de su pecho. Fue entonces cuando el asiento al que se aferraba también comenzó a inclinarse.Sus brazos ya no podían soportar mas el peso de su cuerpo. Un grito desgarrador hirió sus cuerdas vocales al comprobar que la solidez del único elemento que la separaba de una muerte segura desaparecía. Poco a poco el plástico de la silla dejó paso a una sustancia viscosa que se iba escurriendo entre sus dedos. Sintió el temblor. Caería a las vías y su cuerpo quedaría reducido a una masa informe. El reloj despertador comenzó a rugir. Una vez más se repetía el terrible sueño. Se incorporó rápidamente y sintió su cuerpo empapado en sudor frío. Miró a un lado y al otro asegurándose de que se encontraba en su habitación.Sintió un profundo alivio. Con prisa, abrió la persiana y dejó pasar el sol de la mañana.El ritmo cardiaco fue tomando su pulso normal. Se dirigió al cuarto de baño.Tomó una ducha y se dispuso a preparar un contundente desayuno. A sus 39 años Eva era una mujer que aparentaba bastantes mas, debido sobre todo a su aspecto poco agraciado y a algunos kilos de mas, aunque lo que definía su personalidad era su semblante serio y poco sociable. En menos de tres minutos ya había devorado el desayuno. Sonó el teléfono. ¿Sí? Contestó. ¡Hola hija! ¿Como estás?. Bien, aunque un poco cansada. ¿Pasaste mala noche?. Si. ¿Has vuelto a tener ese terrible sueño? Si. Aunque esta vez a sido peor que nunca. Deberías consultar con un especialista ¿Un especialista? ¿De que ?, ¿De sueños?. No digas tonterías mama. No son tonterías. No puedes seguir así.¿ No ves que cada vez afecta mas a tu vida? Bueno, dejémoslo estar.¿Para que me llamabas? Tu como siempre tan comunicativa ¿No?. Tengo prisa. Llegaré tarde al trabajo. Solo quería recordarte que el próximo viernes es el cumpleaños de tu hermana, por que pensarás llamarla ¿O no?. Ya, ya lo sabia mintió.. Hace mucho tiempo que no os veis, y se que ella lo está deseando. ¿Que lo está deseando?.Por eso me llama tan a menudo. También tu podrías hacerlo. Bueno bueno ya está bien contestó irritada Siempre acabamos hablando de lo mismo. Como quieras.Pero recuerdalo,sois hermanas, y eso es algo que no puedes cambiar. Si claro. ¿Algo mas?. No, nada mas. Un beso de tu padre. Otro para el. Adiós. Adiós hija. Colgó el auricular de un golpe. Menuda manera de comenzar el día, pensó. Por lo menos la llamada le había servido para quitarse de la cabeza, aunque solo fuera por un momento, de la noche que había sufrido. En el fondo su madre tenia razón.Era demasiado tiempo padeciendo el mismo sueño que la torturaba una noche tras otra., y lo peor, cada vez iba a mas, lo sufría con mas intesidad.Ya no pensaba en otra cosa a lo largo del día. Se hacia tardee abrió el armario del dormitorio y saco lo primero que encontró.No podía decirse que perdiera el tiempo pensando en que ponerse Salió de casa apresuradamente y se dirigió como cada día a la estación de metro que estaba muy próxima a su casa. Era inevitable.Todos los días sentía la misma sensación de pánico al entrar en la estación.Cada tramo de escaleras se hacia interminable. Al llegar al andén se colocaba lo mas lejos posible de las vias.De esa manera se sentía mas segura. Cada segundo que pasaba antes de llegar el tren se le hacia interminable. Por fin. Allí estaba.puntual como casi siempre.Aliviada esperó a que estuviera totalmente parado para subir, no sin antes asegurarse en todo momento de que alguíen estuviera a su lado. A pesar de estar el vagón totalmente atiborrado se sintió sumamente cómoda y tranquila. Un día mas había pasado la prueba, sabia que si conseguía dominar sus fobias estaría a salvo, al fin y al cabo, no eran mas que sueños, malos sueños. Diez horas mas tarde ya estaba de nuevo en casa. Un día más.Igual que todos los demás.Trabajo, trabajo y luego mas trabajo. Por lo menos mantenía la mente ocupada. Pasaba gran parte de su jornada laboral, encerrada en el oscuro almacén de una gran superficie comercial.Ordenando,contando,archivando, volviendo a contar y volviendo a archivar.Así todos los días desde hacia ya veinte años. La monotonía formaba parte de su ser. Siempre que entraba en su casa, casi de forma instintiva, se dirigía inmediatamente al frigorífico.Hacia un repaso para que mientras se desvestía poder confeccionar un menú. Volvió a la cocina.Ya lo tenia decidido.Empezaría con un plato de pasta fría para seguir con un generoso pedazo de queso fuerte y para terminar tarta. Como era habitual en ella, en menos de quince minutos ya había dado cuenta de la suculenta cena.Dejó de cualquier manera la pequeña mesa de la cocina en la que todavía reposaban los restos del desayuno. Ya recogeré mas tarde pensó. Pasó al salón, frente al televisor, como no. Después de pasar un rato cambiando de un canal a otro, decidió estacionar en un programa que repartía lágrimas por los cuatro costados. La digestión de la pesada cena, empezó a hacer su efecto. El mando a distancia que siempre mantenía en su mano como si alguien se lo fuera a quitar, cayó al suelo. El asiento se iba estirando como si de una enorme goma elástica se tratara. Cada momento que pasaba estaba mas cerca. El tren ya entraba en el andén, el cual ya casi había desaparecido. En su lugar solo quedaba un profundo y oscuro abismo por el cual pasaría en un instante el monstruoso convoy, que ajeno a su presencia continuaría su marcha hacia no se sabe donde. No podía soportarlo mas. Había llegado el momento. Se dejo caer. El tremendo ritmo de su corazón provocó un espantoso vómito.Vació en su propio regazo sintiendo la acidez en su garganta. No podía seguir así. Ya se repetía en cualquier momento. Estalló en un profundo llanto. En ese momento hubiera deseado tener a alguien a su lado. lguien a quien poder contar lo mucho que estaba sufriendo, transmitirle su desesperación. Pero eso no era posible. Su carácter la había llevado a sufrir ese terrible mal que es la soledad. Resignada se levantó. Asqueada contempló como su regazo se había convertido en una enorme plasta compuesta por spaghetti con salsa de tomate y diminutos pedazos de queso. Con poca delicadeza, como en ella era corriente, se levantó para ir al baño, lo que provocó que según iba caminando fuera dejando un reguero de salsa especialidad de la casa. Una vez aseada y ya mas tranquila, si es que eso era posible, entró en su dormitorio dispuesta a pasar una larga noche en vela. Pasadas al menos tres horas; Eva se sentía rendida. Por mucho que lo intentara llevaba demasiado tiempo pasando malas noches como para poder vencer al sueño, y como era de esperar no lo consiguió. Por un momento pensó que había despertado. Pero no era así. Estaba dentro de uno de los vagones del tren. OSCURO MUY OSCURO. La penumbra solo se veía rota al final del largo pasillo que formaban las dos hileras de asientos Ya no podía distinguir entre la vigilia y el sueño. Pero estaba VIVA y por el momento eso era suficiente. Inmediatamente reparo solo por instinto en la tenue luz del final del vagón. Hubiera preferido no hacerlo. Pudo observar un grupo de figuras. Presentaban un aspecto amenazador. La estaban observando pacientemente, sin prisa. Tenían todo el tiempo del mundo. terrada retrocedió. Sus "ACOMPAÑANTES" de viaje se aproximaban lentamente A medida que ellos avanzaban, ella retrocedía. Pero su espalda choco con la pared. Estaban cerca, MUY CERCA. Su caminar era lento y pesado. De pronto se detuvieron. Quería despertar, pero no podía. Estaba en un callejón sin salida. Su terror era tal que no podía moverse. Intentó gritar, pero su garganta no respondía. El tren seguía su camino, rápido, cada vez mas veloz. No había estaciones en las que tuviera que parar. Sus ojos, casi fuera de las órbitas, se fueron adaptando a la oscuridad. Ya casi podía distinguirlos. Hubiera preferido no poder hacerlo. Eran seis. De diferentes alturas. Incluso uno de ellos bien pudiera ser un niño pensó, o un enano. Alzó la mirada para fijarse en sus rostros.No pudo distinguir sus facciones. Era imposible poder hacerlo ya que no existían. Sus rostros no eran mas que una sombra a través de la cual podía ver la luz de fondo del vagón. No sabia por qué, pero el pánico que sentía en un principio, dejo paso a una sensación de paz. Pero solo era eso, una sensación. Uno de ellos, el mas alto, extendió su mano hacia ella. Eva se dejó llevar y la aceptó. Como si de una vieja película de cine mudo se tratara, vio, a través del rostro del extraño, como pasaba a vertiginosa velocidad lo que había sido su vida hasta ese momento. Contempló su nacimiento La cara de felicidad de su padre mientras la estrechaba entre sus brazos Vio como crecía. Su viejo colegio. Sus compañeras de clase. Una adolescencia llena de episodios tristes; los corrillos que formaban a su paso los jovenes del instituto mientras hablaban por lo bajo y se mofaban de su aspecto. De nuevo la imagen de su padre , seria, fria, intentando convencerla de que no iba por el buen camino. Como música de fondo, la voz martilleante de su madre, siempre hablando, hablando, hablando... Pudo ver a Daniel. Su primer y último amor. El momento en que la decia: Lo siento Eva. No podemos seguir viéndonos. Eso si, solo dos días después de que ella probara el siento trasero de su coche. La hizo tanto, tanto daño. Vio su propia desesperación, devorando toneladas de comida, en soledad. A la que creyó su "Amiga", cuando la sorprendió en el comedor de la empresa hablando y burlándose de ella. La cara de indiferencia de todos sus compañeros de trabajo. Y como denominador común: SOLEDAD, RABIA Y ARREPENTIMIENTO. Arrepentimiento por no haber realizado sus planes. Por no decir en cada momento lo que pensaba, lo que sentía. Por faltarle la palabra justa en el momento oportuno. Rabia. Una rabia que ardía en su interior cada día de su vida. En definitiva, ODIO. Odio hacia si misma. Notó en su paladar el dulce sabor de la sangre. Estaba mordiendo el interior de sus propios labios. Ya no deseaba despertar. El Balance de su vida había dado como resultado un desprecio absoluto hacia su propio ser. Soltó la mano del que había sido su guía a trabes del tortuoso y triste camino que era su vida. Nunca pensó que pudiera llegar a tal extremo. Gritó una y otra vez hasta que su garganta se quebró. Entonces uno de ellos hablo. Estamos a.C. para salvarte. Para salvarte de ti misma. No quiero que nadie me salve dijo ella. Aun no has aprendido nada, pero tendrás tiempo, mucho tiempo. No quiero tiempo, quiero morir. ¿Morir? Aquí esa palabra no tiene ningún significado, al menos tal y como tu la conoces. ¿Entonces...? ¿Donde estoy? En tu interior. sentenció. No, no puede ser. Esto no es mas que una maldita pesadilla. Es TU pesadilla. La que tu has ido creando a lo largo de toda tu vida.TU y otros muchos como tu nos han creado. El odio, la desconfianza, la rabia, ese es nuestro alimento y nuestra razón de ser. Vivimos de vuestras miserias y miedos. Con cada palabra y cada frase el rostro del ente iba tomando una forma mas definida, mas "REAL".La sombra fue dejando paso muy lentamente a unos rasgos que a Eva le eran muy familiares. Horrorizada, pensó que se estaba viendo reflejada en un espejo, pero no era así, se contemplaba a si misma, al monstruo que tenía en su interior. La imagen mantenía la expresión dura y amargada de tiempos pasados, aunque con muchos, muchos mas años. La tersura de su hinchados mofletes había desaparacido. En su lugar, colgaban dos jirones mezcla de pellejo y carne que le colgaban por debajo de la barbilla. El pelo casi había desaparacido. Sus labios que en un tiempo fueron carnosos, dejaban paso a dos líneas casi invisibles, dentro de las cuales traslucían unos dientes completamente podridos. Hasta pudo percibir su aliento nauseabundo, pegajoso, como salido de una cloaca. Ningún sueño podía ser tan real pensó. Y estaba en lo cierto. La mente humana, por retorcida que fuera, no podía crear un daño tan atroz consigo misma. Entonces su corazón se negó a seguir funcionando. Se PARÓ. Pero a pesar de todo su mente funcionaba. Estaba consciente. Se encontraba flotando en un mundo que se situaba entre la vigilia y el sueño, un LIMBO que para la mayoría de los mortales no existían mundo al cual había entrado para posiblemente no salir jamás. Estaba abriendo las puertas de lo que para muchos seria el infierno. Empezaba a comprender. Y "ELLOS" se dieron cuenta. El teléfono de la habitación de Eva sonaba insistentemente. Al otro lado, la madre de Eva insistía una y otra vez. Habían pasado mas de una semana y no tenia noticias de su hija. Preocupada decidió ir a su casa, no sin antes comprobar que faltaba a su trabajo desde la ultima vez que hablo con ella, algo arto difícil tratándose de Eva. Plantada frente a la puerta del apartamento, llamo una y otra vez sin recibir respuesta. Aunque estaba muy alterada, cayo en la cuenta de que el conserje del edifico guardaba una llave de cada vivienda. Corrió a buscarlo. Acompañada por el portero, abrieron la puerta. La imagen que presentaba la casa no la sorprendió demasiado, conocía a su hija. Al entrar en el salón su corazón dio un salto dentro del pecho. Un olor, producido por la enorme mancha que reposaba pacientemente en la alfombra , inundó sus fosas nasales. La televisión estaba encendida y el mando a distancia reposaba medio oculto entre unas finas tiras amarillas y rojas de no se sabia que. Algo terrible había sucedido. Apresuradamente se dirigió al dormitorio. Un grito desgarrador inundó la habitación. Allí estaba su hija. Tendida en la cama. Sin vida aparente. Sus ojos completamente abiertos reflejaban un terror infinito. La sangre, ya seca, manchaba la barbilla y toda la boca o lo que quedaba de ella, ya que sus labios estaban desgarrados, hechos girones. Sus manos mas bien parecían dos garras totalmente contraídas. La dantesca imagen de lo que había sido su "QUERIDA" niña provoco el llanto. Algo dentro de si la decía desde hacia mucho tiempo que algo parecido podía suceder. El sentimiento de culpa afloro y desgarro sus entrañas. Entretanto, el conserje, pálido por la trágica escena llamo a la policía. Una hora mas tarde el Juez de guardia junto con el Forense ordenaron desalojar la estancia. Cumpliendo con su rutina habitual, se dispusieron a certificar la muerte. Pero no pudieron constatarla. A pesar de que no había pulso, de que su corazón no latía y de su relativa palidez continuaba aferrada a la vida. Fue trasladada a la U.C.I. del Hospital central. Tras varios días de realizar todo tipo de pruebas, llegaron a la conclusión de que estaba en un estado de Coma irreversible. No pudieron explicar con exactitud el motivo por el que estaba en un estado Vegetativo. Sus órganos vitales se habían negado a funcionar. Pero diferentes pruebas demostraban que su cerebro se mantenía en funcionamiento. Gloria mantenía entre sus manos la mano inerte de su hermana Eva. Durante los últimos siete años, Gloria había sido constante en sus visitas al Hospital. El remordimiento es la peor de las cargas. Cada vez que observaba Durante varias horas a su hermana, no podía evitar que las lagrimas inundaran sus mejillas. Nunca llegó a decirla lo mucho que la quería, demostrarla su arrepentimiento, su error. Una y otra vez la repetía lo mismo, tratando de justificarse, de que ella, aunque fuera en lo mas profundo de su interior pudiera perdonarla.Perdonarla por haberse dejado llevar por los sentimientos que su corazón le dictara en su juventud. Pero nunca obtenía respuesta. Nadie comprendía ¿Por que? después de tanto tiempo, Eva mantenía la misma expresión de pánico que cuando fue encontrada. Parecía que estaba inmersa en una desesperación infinita. Y tal vez axial fuera. Daniel El hombre que abriera el abismo interior de Eva entró en la aséptica habitación del Hospital. Gloria cariño, se a hecho tarde, dijo mirando hacia el suelo. Él evitaba siempre que podía, mirar el lecho de su antigua novia. Si, estoy lista, susurró entre un sollozo. ¿Durante cuanto tiempo piensas continuar con esta situación? Todo el tiempo que sea necesario contestó irritada. El salió de la estancia. Allí donde se encontraba, no existía el tiempo. Ni el ESPACIO. Solo una gigantesca espiral que siempre la conducía al mismo lugar. Ya no solo cargaba con su propia culpa.También sufría la desesperación de miles de almas, que al igual que ella en un "PASADO" no habían sabido valorar los muchos placeres que ofrecía la vida. QUEJIDOS LLANTOS MIEDOS Eran los únicos sentimientos que se percibían en ese LIMBO. ¿ Axial seria el resto de su existencia? ¿ Existía alguna salida? A pesar de hacerse una y otra vez esas preguntas, sabia que no tenia retorno, pero a pesar de todo mantenía viva una pequeña llama de esperanza. Algo había conseguido.Durante su vida pasada, jamás experimento esa sensación. Gloria "descansaba" junto a Daniel. De espaldas a el, no dejaba de pensar en el estado de Eva. Ya no podía cambiar las cosas. En lo mas profundo de su interior, y a pesar del amor que sentía por su marido, nunca pudo perdonarle el enorme daño que Daniel ocasiono a su hermana. Intento dormir. Esperaba poder descansar, aunque solo fuera por una noche. Últimamente dormía tan mal. Ese horrendo sueño no la permitía alcanzar nunca un sueño reparador. Su cuerpo estaba completamente paralizado. Tan solo sus ojos respondían a los impulsos de su cerebro. Moviéndolos incesantemente de un lado a otro, buscaba desesperadamente alguna referencia que pudiera darla alguna explicación a lo que la estaba sucediendo. Sentía frió. Su cuerpo desnudo reposaba sobre una cama metálica. Repentinos impulsos de dolor la sobresaltaron. Podía percibir perfectamente una viscosa mezcla de extraños olores. Parecía todo tan real.Aunque era consciente de que no lo era al menos eso pensó. Una insistente luz que procedía de la parte superior de la estancia, hería su retina.Pero sus párpados no respondían. Parecía condenada a presenciar un ritual del cual ella era la principal protagonista. Sin saber de donde habían salido, vio ante si a un grupo de "Personas". La rodearon amenazadores. La potente lámpara que atormentaba sus ojos, partió aumentar su intensidad. No podía por mas que lo intentaba distinguir a sus visitantes, principalmente sus ROSTROS. Intentaba moverse, gritar, huir, pero era imposible. El único sonido que percibían sus oídos era el de su propio corazón. Un palpitar atronador, amplificado hasta limites de locura. Uno de ellos se acercó. Se aproximó tanto que pudo percibir su aliento. Fétido, nauseabundo. Giro sus ojos hasta que la dolieron. Las lagrimas nublaron su vista. Pero no lo suficiente como para poder ver la transformación que tenia lugar en la imagen que acechaba sobre ella. Las sombras dejaron paso a una cara identificable. Perfectamente identificable. Allí mismo, junto a ella estaba Eva. Hola hermanita!Dijo Eva en tono poco tranquilizador.A pasado tanto tiempo. Gloria intento hablar. Pero su garganta se negaba a emitir ningún sonido.La sensación de impotencia era infinita. Siete largos años intentado comunicarse con su hermana, y ahora que estaba frente a ella no podía decirle ni una sola palabra. Lo se , lo se dijo Eva.No te preocupes.Se perfectamente lo que quieres decirme.Se lo mucho que has LLORIQUEADO sobre mi lecho de muerte.He sentido tus repugnantes lágrimas caer sobre mi cara.Tus sensibleros quejidos martirizaban mis oídos.¿Creías que no podía oírte? Pues Si.Y ahora he venido para responder a tus suplicas, para que sientas lo que yo he sentido a lo largo de mi vida y después de ella."Querida" mia.No sufras. Ya siempre estarás a mi lado, siempre...
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 21:43:06 +0000

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