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.....EXTRAIDO DEL MURO DE LA SRA. DE UNO DE LOC CHICOS INVOLUCRADO EN ESTE HECHO... UN AMIGO,UN TIPO CON CODIGOS,UN SER MARAVILLOSO...!!!!! FUERZAS AMIGOOOOO!!! INJUSTA JUSTICIA Cuando la Justicia actúa, lo hace frente a dos partes litigantes, donde una de ellas necesariamente verá cercenados sus derechos constitucionales. Esta sensación de encontrarse desprovisto del amparo judicial se hace cada vez más recurrente, y sobre todo, en aquellos que vistieron uniformes y por distintas circunstancias deben rendir cuentas ante los Tribunales sentados en el banquillo de los acusados. El protagonismo militar desatado durante el último gobierno de facto, que se constituye como la época más funesta de nuestra historia, han dejado un sinsabor sobre la una sociedad que se niega ver a la Policía como Institución democrática, convirtiendo el sentido de equidad en una violenta venganza. El intento por sanear las deudas sociales bajo el manto de justicia, corrompe los poderes y debilita al Estado. El juicio por la muerte del joven Migone en dos mil cinco en la Comisaría novena de La Plata, no ha sido más que la tentativa de no repetir la impericia producida en el tratamiento del caso Miguel Bru. Esta actitud jurídica solo desmerece la integridad moral y desvirtúa el fin perseguido. LA LLEGADA La reja demora en cerrarse. El estridente golpe del candado parece haberse complotado con el reloj para anunciar las tres de la tarde, y los pasos sobre las escaleras de chapa anunciaban la llegada de alguien. El continuo murmullo que se escucha durante el día se interrumpe repentinamente a la espera de los rostros que dieran alguna señal de los resultados que todos esperaban. –Los tres trajes oscuros se asoman por la entrada del pabellón. Temprano a la mañana lucían para fiesta, ahora se mostraban luctuosos, y las caras traen una carga de impotencia y tristeza que contagian todo a su alrededor. Luis Díaz Zapata, Carlos Toloza y Daniel Espósito vuelven de escuchar una sentencia que parece haber salido de una pesadilla. Hace más de dos meses comenzó el juicio donde los tres fueron acusados de haber matado a un joven en el interior de un calabozo en una Comisaría platense. Este cinco de Julio perdurará en el almanaque con un círculo rojo recordando el desastre. Si bien el destino quiso que los tres trabajaran juntos, también los unió en la causa penal y en la misma cárcel El Pabellón Nº 16 B de la Unidad penitenciaria nueve de La Plata, alberga a mas de noventa y cinco internos ex miembros de las fuerzas armadas y de seguridad, y, la mayoría de las veces, los regresos de los juicios trasmiten una rara sensación de castigo al uniforme y no a las personas. Basta que pasen unos pocos minutos para que alguien se acerque a confirmar las malas noticias. En casos así, uno no puede más que darse aliento para seguir adelante. Luis, en la puerta de su celda contiene la bronca. A su lado, el pelado Daniel, parece solo consentir con la cabeza las pocas explicaciones que su compañero puede dar. -“De nada sirve la verdad, si Rosa Bru y la agrupación tienen mas peso que los jueces”, - dice Luis.- “Reditúa mas el juicio del muerto a policía, que nosotros que no tenemos un mango, de eso comen todos.” A Carlos no se lo veía en el pasillo, solo se había cambiado de ropa para tomar unos mates y luego irse a bañar, pero los planes personales escasamente llegan a concretarse. Un grupo de internos, que en el montón no podrían identificarse, le avisaron al desprevenido Carlos que el Subjefe de la Unidad lo buscaba, por lo que sin demora se retiró para verlo. En estos casos, cuando los jefes solicitan la presencia de alguien, no es bueno hacerlos esperar. La consigna, implícita pero bien entendida, era que al momento de su ausencia le preparan el “mono”, una especie de atado que se hace con una frazada anudada de los extremos y que contienen todas las pertenencias de los presos. Finalmente, la intención era que Toloza no volviera más al pabellón. No era raro lo que pasaba, hace unos días ya se hablaba que el orejón había mentido un montón de veces en el juicio para salir bien parado, pero que lamentablemente no sirvió para nada, pero la traición y el cagaso se juzgan con los códigos carcelarios y no en un tribunal. RECONSTRUYENDO LOS HECHOS Un poco más tranquilos, la vuelta de mates reúne a unos pocos allegados a Luisito y a Daniel en una de las celdas. Ésta solo puede juntar a no más de cuatro o cinco personas, dos sentados en la cama, uno en una silla y el otro, sobre la “motoneta”, un aparato de fundición que cumple función de sanitario y lavado, cuya tapa es forrada para improvisar un banco tumbero. La historia no se hace esperar, y aunque muchos seguían el caso, pocos eran los que sabían las particularidades y los detalles que no permitían ni siquiera pensar el desenlace. El nueve de noviembre de dos mil cinco, Diaz Zapata, Oficial Principal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, se presentó en la comisaría novena de La Plata a las cuatro de la tarde a tomar Servicio como Oficial de Control, encargado de controlar los móviles policiales que realizaban sus tares en la jurisdicción de esa Dependencia. A la misma hora, hacían lo propio el Suboficial Tolosa como Imaginaria de los Calabozos, encargado de vigilar a los detenidos, y Daniel Espósito como Cabo de Guardia. El día transcurrió en forma rutinaria y sin sobresaltos, nada que pudiera presumir que se avecinaba la peor de las noches. Siendo las 23:20 horas, el personal de uno de los móviles que recorría la zona procedió a la aprehensión de un masculino, mayor de edad, el cual fue identificado como DANIEL OSCAR MIGONE. Al mismo se lo detuvo por que un taxista había denunciado el robo de su autoestereo y pertenencias del interior del vehículo, dando la descripción del sospechoso. Las características daban cuenta de un hombre joven con pantalones blancos, siendo que por la hora no había muchas personas con tal descripción, por lo que sería más rápida la identificación del mismo. Cuando un par efectivos intentaron identificar a quien a postre sería Migone, y que respondía a las mismas características denunciadas, éste intenta huir pero es interceptado a los pocos metros, dejando caer distintos elementos al piso Una vez reducido y siendo las 23:55 hs fue conducido a la Comisaría, lográndose identificar en la oportunidad las pertenencias arrojadas, siendo que ente las mismas se encontraba un autoestereo, el cual fue reconocido a posteriori por otra denunciante como un objeto robado del interior de su automóvil. En el normal proceder de los efectivos, el demorado fue ubicado en un calabozo individual, separado del resto de los detenidos, ya que por su condición judicial no se lo podía juntar con el resto de los allí alojados. En las cercanías, Daniel quedó a cuidados del Imaginaria, a la espera de ser conducido a Cuerpo Médico para su posterior conducción a la Fiscalía en Turno. La ley requiere que las personas que ingresan en calidad de demorados o detenidos a las comisarías deban ser revisados por un médico para constatar sus condiciones físicas, por lo que tal movimiento resulta rutinario y obligatorio. El calabozo, si bien se encontraba aislado del resto de los detenidos, poseía una ventana en forma de mirilla por cual Daniel pudo mantener una conversación con otros jóvenes alojados en la Dependencia. A las 00:50 hs, se presentó en la Comisaría un móvil para efectuar el traslado de Migone, por lo que los efectivos se acercaron al calabozo para realizar el movimiento, circunstancia en la que se pudo constatar que Daniel se encontraba tirado en el piso con su campera enrollada en su cuello y atada a una columna. De inmediato, los primeros en ingresar al lugar tomaron los recaudos del caso, aflojando la campara y tomándole el pulso, a la vez que a los gritos solicitaron la presencia de una ambulancia en el lugar. La demora de los médicos obligó a tomar la sensata decisión por parte de los uniformados de trasladar al joven al hospital San Martín, siendo que el mismo se encontraba aún con pulso y con probabilidades de sobrevivir. Igualmente y pese a todos los esfuerzos realizados, la copia certificada del Libro de Guardia del nosocomio da cuenta y certifica que la víctima, DANIEL OSCAR MIGONE, ingresó a la guardia a la 01:45 hs del día 10/11/2005, llevado por personal policial e ingresando óbito, con midriasis bilateral, paro cardio respiratorio y sin pulso. La rueda de mates no cesa, y Luis desarrolla las escenas con lecturas de declaraciones incorporadas a la causa e improvisaciones explicativas de determinados momentos que para algunos necesitaban mayor aclaración. La mayor duda surge en el cambio sorpresivo de uno de los Jueces componentes del Tribunal y del fiscal de juicio en los umbrales del debate, los cuales no fueron recusados por los incusos para removerlos de la causa porque la intención era que el debate no se dilatara más, dando fin a una espera interminable de mas de cinco años. Todas las narraciones carecían de importancia frente al mayor desafío, que era estar acompañando a aquellos que habían pasado el mal momento de un veredicto y que necesitaban descargar parte de su angustia, dándoles la contención que la ausencia familiar provoca. Los internos necesitan de sus iguales para sobrevivir en la cárcel. Las charlas se hacen emotivas a la hora de buscar un consejo o simplemente para desahogar las penas. La vida de cada uno de los internos, depende de los que están a su lado. FINALES ANUNCIADOS Terminados los pormenores de la causa, la espera se centraba en la cantidad de años que Luis, Carlos y Daniel deberán permanecer encarcelados. Todos, aunque los ánimos delataban la sentencia, permanecían inmóviles, quizás con el deseo que los presentimientos no se hicieran realidad. Luego de una breve pero profunda pausa, Díaz Zapata continuó hasta el final de la historia: -“Después de todo lo que pasamos, tuvimos la mala suerte que la Organización Bru se puso como querellante en la causa, y cuando ellos están siempre te dejan en cana, de eso viven”.- Maria Rosa Pendas Bru es la referente de la Organización creada en defensa de los Derechos Humanos y en memoria de su hijo Miguel Bru, un estudiante de periodismo que fuera detenido hace algunos años en la misma comisaría en la que Luis y los otros trabajaban, y que fuera desaparecido sin haberse podido encontrar su cuerpo hasta el día de hoy. Muchos de los habitantes pabellón han tenido a la Organización Bru como querellante, o al menos como acompañante de los particulares damnificados, la figura legal que encuadra a los que poseen intereses directos en la resolución de las causas, y en todas ellas la sensación se repite como que la misma es la encargada de presionar a los Tribunales en formular veredictos condenatorios, como forma de acallar arremetidas periodísticas contra los jueces y dar ejemplos de justicia, como si ésta no existiera en ausencia de ellas… Finalmente y sin mas preámbulos, Luis anuncia que a los tres el Tribunal los había condenado a la pena de Prisión Perpetua, o Pepa, como se la llama en la jerga carcelaria. Ahora, se podía confirmar lo que la opaca imagen que mostraron al llegar habían presagiado. –“Fue un fallo tendencioso”, dijo Luis, -“el Tribunal omitió las pruebas que aportamos y se basó en lo que más le convenía. Ninguno de los testigos vió ni oyó nada como para que me condenen, no hay pruebas directas en mi contra,” agregó. -“Además, sabíamos que esto iba a pasar, la prensa se dedicó durante todo el juicio a informar lo que el particular damnificado y Rosa (Bru) decían, a nuestros abogados nadie se les acercó para preguntarles nada, solo la Asociación parece tener derecho a contar lo que pasaba” Daniel, quien se había mantenido callado hasta el momento, no aguantó las ganas de confirmar los dichos diciendo:-“Cuando entramos a la sala de audiencias estaba llena de periodistas y gente de las diferentes Organizaciones de los Derechos Humanos que en las anteriores audiencias no habían estado, con eso ya te das cuenta que te van a condenar a unos cuantos años, y más viéndolos como se reían y charlaban jocosamente entre ellos”. La tarde empezaba a esfumarse lentamente, y las pertenencias de Carlos se encontraban en la escalera a la espera de que algún efectivo la viniese a retirar. El bulto no es muy grande y nadie se queda con lo ajeno si no es merecedor de salir robado Con un extraño clima en el pabellón, cada uno continuó con sus ocupaciones diarias. Las luces se prendieron y comenzaron las idas y vueltas a la cocina de aquellos que preparan la cena. Media hora después de haber pasa los ocho de la noche, y nuevo llamada de la guardia del penal se hace sentir entre los internos que ya habían olvidado la agitada tarde, pero esta vez para llamar a Diaz Zapata y a Espósito. Los dos se prepararon sin saber lo que pasaba. La llamada era clara, presentarse con el Jefe de Penal que los quería ver. Muchos imaginaron con razón que era por la salida de Toloza, pero en realidad nada se sabía al respecto. Los dos convocados salieron en cumplimiento a lo ordenado. Los más allegados a Luis y Daniel hacían toda clase de conjeturas, el resto sólo se limitaba a preguntar por alguna novedad Pasada la media hora desde la fugaz salida, Daniel y Luis vuelven al pabellón con expresiones no muy amistosas. La llamada se efectuó a fin de los mismos firmen un acta de conformidad para permanecer alojados junto a Toloza sin problemas de convivencia; al parecer unas cuantas lágrimas frente al jefe habían inclinado la balanza en la decisión que si alguien se tenía que ir del pabellón no era precisamente el Tolo. Pese a la explicación de que los que motivaron la expulsión de Carlos habían sido otros internos, no les quedó otra posibilidad más que de firmar. Media hora después, Toloza hizo su ingreso nuevamente en el Pabellón frente a la mirada atónita de los demás internos. Consigo arrastraba el “Mono” con sus cosas. Instantes después se perdió en la celda y cerró la puerta. Ya nada será como antes. La actividad merma después del recuento de la población y poca a poco todas las celdas permanecen dormidas hasta el otro día. Una jornada de visitas los espera. Abrazar a la familia se torna más difícil que soportar el encierro y secar sus lágrimas es desgarrarse el corazón. Los bolsos están preparados y una nueva lucha los espera. Apelaciones y nuevas peleas judiciales quizás logren revertir la situación. Quizás, solo quizás, una verdad mejor contada sea el pasaporte a la libertad. Autor Paulo Pais
Posted on: Fri, 09 Aug 2013 23:15:23 +0000

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