Edad Contemporánea[editar] Correíllo "La Palma", del año 1912, - TopicsExpress



          

Edad Contemporánea[editar] Correíllo "La Palma", del año 1912, buque de vapor para el servicio interinsular, actualmente conservado en Tenerife. Detalle de la chimenea, silbato y manguerotes de ventilación del correíllo "La Palma", que navegó entre todas las islas. El siglo XVIII comienza para Canarias con una larga serie de ataques de corsarios a las islas, pero sin lugar a dudas es el ataque inglés del famoso Contralmirante Nelson el que escribió una de las páginas más decisivas en la Historia de Canarias. La armada británica con 4.000 efectivos no pudo conquistar una Santa Cruz de Tenerife con apenas 500 soldados regulares españoles, un destacamento francés y milicias locales. El 25 de julio de 1797 Nelson fue derrotado por las fuerzas defensoras, y cada año en la ciudad se realizan actos de recuerdo de ese día en que pudo cambiar el destino del archipiélago. Las crisis de las exportaciones agrícolas que sufrió Canarias en el siglo XVIII provocaron profundas recesiones, lo que se agravaría con la posterior independencia de las colonias americanas y el giro de la economía española hacia el proteccionismo. Éste resultará nefasto para Canarias, que nunca había mantenido estrechas relaciones comerciales con los territorios ibéricos. Periódicamente, algunas sequías producían, sobre todo en las islas menores y de menor relieve, períodos de graves hambruna y mortandad; durante algunos de tales períodos, las autoridades de las islas mayores llegaron a prohibir la emigración de la gente a las islas mayores, para protegerse de la invasión de hambrientos. En este contexto de miseria comenzó un auténtico éxodo migratorio hacia Cuba, Puerto Rico y las jóvenes repúblicas americanas. En mitad de esta profunda crisis, que durará hasta mediados del siglo XIX, se sientan las bases teóricas del llamado librecambismo isleño, apostando las islas por un sistema económico diferente al del resto del Estado. Las presiones políticas de las oligarquías insulares dan como resultado final el Decreto de Puertos Francos de 1852, que establece un régimen de libertad comercial para Canarias. El primer cultivo que se beneficia de ello será el de la cochinilla, insecto de la tunera o chumbera del que se extrae un tinte natural. Con ella se reinauguran las relaciones comerciales con una Inglaterra que precisaba de colorantes para su industria pero a partir de 1870 los colorantes artificiales desbancan a la cochinilla ocasionando una aguda crisis en las islas. A finales del siglo XIX los británicos introducen en Canarias el tomate y el plátano, cuya exportación estaría en manos de compañías comerciales como Fyffes. El colonialismo europeo en África y el creciente trasiego comercial convierten una vez más a los puertos de las islas en estratégicos puntos de escala para las rutas atlánticas. El puerto de La Luz y Las Palmas en 1912. Locomotora de vapor Henschel, del año 1924, que trabajó en las obras del puerto de Santa Cruz de Tenerife. Otro fenómeno crucial para entender la historia contemporánea de Canarias será la rivalidad entre las élites de las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria por la capitalidad de las islas. Tras décadas de desencuentros, en 1927, durante la dictadura de Primo de Rivera, se procede a la creación de la Provincia de Las Palmas, agrupando la mitad oriental de la que hasta entonces era la única provincia existente en Canarias, la Provincia de Canarias. La mitad occidental se pasó a llamar oficialmente Provincia de Santa Cruz de Tenerife. El pleito insular debilitó las posibilidades del nacionalismo canario, que tuvo escasa presencia en las islas hasta los últimos años de la dictadurafranquista, teniendo mayor relevancia hasta ese momento entre las colonias de canarios emigrados a América. Fue precisamente en este continente donde desarrolló buena parte de su labor política Secundino Delgado, considerado como padre del nacionalismo canario. También sería al otro lado del Atlántico, concretamente en La Habana, donde se funda el Partido Nacionalista Canario en 1924 por José Cabrera Díaz. El 17 de julio de 1936, el general Franco, entonces comandante general de Canarias, viaja desde Gran Canaria al Protectorado español de Marruecos para ponerse al mando del Ejército que se subleva contra el Gobierno de la II República (que un año más tarde presidiría el médico grancanario Juan Negrín) estallando con ello la Guerra Civil española. Tras ésta se iniciará la dictadura hasta la muerte del general Franco en 1975. La posguerra y buena parte de la dictadura militar estarán marcados en Canarias por una nueva interrupción de su secular relación con otras economías ajenas al ámbito español: Serán tiempos de miseria y emigración, fundamentalmente a Venezuela. Desde los años 60 irrumpe en las islas el turismo de masas como nueva alternativa económica, que perdura hasta la actualidad. En 1972 se dicta la Ley de Régimen Económico y Fiscal de Canarias que plantea un marco de desarrollo propio para las Islas, en el que no sólo se actualiza el tradicional sistema de franquicias canario, sino que se incorpora un amplio repertorio de medidas económicas y se articula una Hacienda propia insular. La situación dictatorial previa a la creación del actual estado democrático y autonómico español, así como el subdesarrollo económico de las islas hasta la llegada del turismo, el mantenimiento de ciertas estructuras caciquiles injustas y la habitual ocupación de cargos políticos y empleos por foráneos (debida a la falta de un sistema educativo adecuado en las islas, al gran papel del ejército durante la dictadura, y al centralismo autoritario existente durante el franquismo), y la descolonización de los dominios africanos, hizo surgir en los últimos años del franquismo y primeros de la democracia ciertos movimientos de tipo izquierdista/independentista de pretensiones panafricanistas(como el MPAIAC),que pretendían luchar contra la "ocupación colonial" de las islas por la "metrópoli" española. Alguna puntual deriva al terrorismo de alguno de estos grupos tuvo que ser evitada por medio de la represión policial. La tendencia panafricanista chocaba sin embargo con la vocación europeísta de las islas, y tal contradicción, junto con las pretensiones hegemónicas de Marruecos, puestas de manifiesto en la Guerra del Sahara, y el desarrollo económico, y la normalización política democrática y autonomista de las islas hicieron perder el impulso a tales movimientos. Transición y Autonomía[editar] Auditorio Alfredo Kraus (Gran Canaria), edificio emblemático de Las Palmas de Gran Canaria Auditorio de Tenerife "Adán Martín", edificio emblemático de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. La transición política hacia la democracia en Canarias está marcada por varias cuestiones fundamentales: a) el debate sobre el modelo económico, que comenzará años antes con el debate sobre el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) y, más tarde, con el proceso de incorporación a la Comunidad Económica Europea, que obligó a optar por el modo de adhesión plena o menos plena a la Unión Europea y a la política aduanera común(con las consecuencias que ello tendría en el Régimen Económico y Fiscal); b) la incardinación de Canarias en el estado autonómico, la relación y distribución de competencias entre los preexistentes Cabildos Insulares y la nueva "Comunidad Autónoma", y c) el sistema electoral, que sin dejar de ser representativo y democrático, debía además por un lado evitar el predominio de una provincia sobre la otra (y ayudar a la superación del secular "pleito insular"), y por otro, otorgar a las islas menores una cierta sobrerrepresentación para ayudarlas a aumentar su influencia para eliminar los inconvenientes de la llamada "doble insularidad" (es decir, para compensar su lejanía y pequeñez y los inconvenientes derivados de ello), y finalmente, limitar el caciquismo. La descolonización española del Sáhara Occidental, que tendrá múltiples efectos sobre la sociedad y política canaria de los años setenta y ochenta. Entre ellos, el impacto económico y demográfico que supuso el regreso-expulsión de los canarios que vivían en el Sáhara ocupado por Marruecos, la nueva situación fronteriza de las islas en mitad del conflicto saharaui-marroquí, o los efectos sobre el banco pesquero. Estimulado por los acontecimientos del Sáhara Español, a partir de 1976 se desarrolla un movimiento nacionalista de inédita pujanza en las islas, que tendrá como máximo exponente al partido Pueblo Canario Unido, luego Unión del Pueblo Canario. Tras la aprobación de la Constitución española, se inició el debate para la elaboración del Estatuto de Autonomía de Canarias, finalmente aprobado en agosto de 1982. El no haber presentado un proyecto estatutario antes del golpe de Estado de Franco hizo que los canarios iniciaran el camino hacia la autonomía casi de cero, por el proceso explicitado en el artículo 143 de la Constitución (o de vía lenta), en lugar del 151 (o de vía más rápida). Sin embargo, el afán de amplios sectores por convertir a Canarias en una de las comunidades autónomas con mayores competencias, al mismo nivel que las llamadas “nacionalidades históricas”, provocará en las islas tensos debates entre los grupos políticos que conducirán, mediante la fórmula del consenso, a la LOTRACA (Ley Orgánica de Transferencias a Canarias): ésta permitiría hacer una autonomía con nivel de desarrollo similar a las nacionalidades históricas. Una reforma parcial del Estatuto, en 1996 da a Canarias rango de nacionalidad. Con la democracia y la entrada en la Unión Europea, la instauración de un régimen autonómico y de libertades para las islas, y el desarrollo económico y educativo, el nacionalismo de izquierdas o independentista ha desaparecido prácticamente como movimiento autónomo, resultando absorbido y habiendo dejando paso a varios partidos de nacionalismo moderado de centro-derecha o que pretenden superar la dicotomía izquierda-derecha y que se incardinan en el sistema de partidos español, pretendiendo jugar un papel tanto a nivel canario como en el parlamento español (partido-bisagra). En la actualidad se encuentra en trámite parlamentario un nuevo Estatuto de Autonomía para Canarias, que está bloqueado por las divergencias existentes entre los partidos sobre la ley electoral.
Posted on: Sun, 14 Jul 2013 16:08:34 +0000

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