Educación gratuita (II) Señor Director: Cuando se habla de educación gratuita para todos, creo no es preciso aclararlo más, ya que se entiende que se refiere el que ésta no sea pagada directamente por las familias. En carta enviada por mi persona donde expreso mi opinión, en que el sistema educativo que tenemos en Chile, donde el lucro ha carcomido la calidad, ha contribuido significativamente a la segregación y por ende a la desigualdad; en ningún caso se ha planteado que es gratis educar, por el contrario, involucra un costo alto. Pero planteo que de una vez por todas para terminar con el mercantilismo en la educación, el Estado debe hacerse cargo del costo educativo, y se debe hacer mediante una reforma tributaria que contribuya a mermar la desigualdad del país, que simplemente es una vergüenza. No pretendo salirme del tema, pero esto último, la desigualdad, me parece preciso señalar que no es posible que las cifras macroeconómicas del Chile sean fantásticas, pero cuando se revisa por estratos se ve que solamente unos pocos son los que crecen y una gran mayoría observa desde lejos las maravillosas cifras, como dice el gran poeta Nicanor Parra: “Unos se comen dos marraquetas y otros nada, consumo promedio: una por cabeza”. Lo anterior no grafica el país solidario que queremos vivir.Existen formas de aumentar ingresos para que se financie una educación gratuita y de calidad. Ya lo explicité en carta anterior, los que más tienen pueden aportar más, pero ese aporte puede ser en muchos otros ámbitos, no precisamente en la educación: “Liberemos a la educación del mercantilismo”.El sistema educativo chileno es profundamente segregador, por lo tanto ha contribuido a la desigualdad que tenemos, esto no lo digo yo, lo dicen diversos estudios internacionales de la Ocde y de otras entidades. En Chile solamente un poco más del 30% de la población estudia en escuelas públicas, esto no pasa ni siquiera en los países más desarrollados. Un ejemplo, todo el mundo alaba el exitoso sistema educativo finlandés, pero este es casi totalmente público (98%), allí la educación es gratuita e incluso la alimentación es gratis para todos los estudiantes en las escuelas. El señor Weissohn plantea la siguiente pregunta en carta enviada, precisamente donde alude mi carta anterior; ¿Por qué el Estado se siente obligado a efectuar los gastos educativos, en lugar de bajar los impuestos y dejar que los padres adquieran directamente la educación que deseen para sus hijos? Mi respuesta es simplemente porque “la educación es un derecho” y los derechos son los mismos para todos, y es el Estado quien debe ser el primer garante para que los derechos de los ciudadanos se cumplan cabalmente. Además, la educación no es como un LCD, no se les puede decir -papitos: compren la educación que quieran o puedan para sus hijos e hijas- así cada uno comprará de acuerdo al bolsillo, que en cierta forma es lo que hoy está ocurriendo y lamentablemente con ello se ha configurado un sistema discriminador, que requiere urgentes y profundos cambios. Juan Carlos Riveras León
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 04:06:32 +0000
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