“El 21 de octubre para mí era un día más. Estaba corriendo siempre de aquí para allá, haciendo mis cosas. Ni me imaginaba que iba a ser un gran día para mí; sí, un gran día, afortunado: Al entrar a hacer una extracción en un cajero y con el temor de no poseer saldo suficiente, ¡Sorpresa! Allí estaba, servido en el cajero, a mi disposición MUCHO DINERO (no puedo decir el monto), alguien dejó no sé cómo ni por qué. Miré por todos lados, agarré el dinero y lo mantuve en mis manos (nunca en mis bolsillos) Hice mi operación y espere un buen rato. Nadie apareció jamás a reclamar. No sabía qué hacer. Mi único temor en ese momento era no devolver el dinero al verdadero dueño o dueña, sabiendo que estaba rodeado de avivados. Se me ocurrió entrar al banco y conseguir hablar con el jefe de los cajeros. Le expresé mi deseo de devolver el dinero a la persona correcta y le dejé todos mis datos a fin de localizarme. Pero, ¿Por qué dije que fui afortunado si estaba decidido a devolver todo el dinero? ¿Qué gané? Nada material. Pero si una gran satisfacción espiritual por hacer una obra de bien. Y tener la oportunidad de sembrar una semilla de honestidad en nuestra sociedad. Ojalá prenda porque tanta falta nos hace. Que la gente entienda que lo que no es suyo no le corresponde. Que no debe robar solo porque no le van a descubrir, sino porque no es suyo. Aquí la gente si tiene la seguridad de que no le van a descubrir, ROBA. Y le pido a mi querida prima Martha (creo que no me conoce) que desde su privilegiada y difícil función de ministra le inculque a los niños y niñas en las escuelas los valores morales que estamos perdiendo irremediablemente. Nunca quise que mi nombre trascienda a la prensa, y así me prometió la comisario Elisa Ledesma. No sé qué pasó, pero los periodistas son hábiles y se me nombró. Pero no importa, ya está, es solo una anécdota, por eso aprovecho esta oportunidad que me da el destino para llegar a la gente con mi mensaje. Nunca escribí algo y no sé que me impulsó a hacerlo, pero es mi sentimiento y así lo hice, espero que me perdonen si no supe hacerlo o si tuve errores ortográficos, al fin y al cabo soy el fruto de esta sociedad y espero que no me busquen porque soy de perfil bajo, tiemblo cuando voy a hablar y desearía permanecer en anonimato, Es mi deseo, Gracias”
Posted on: Thu, 24 Oct 2013 16:56:22 +0000
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