El Estado quiere que el AFSCA funcione como una suerte de "Policía del pensamiento", al punto que todos sus cuestionamientos al grupo Clarín son ideológicos. Y los que no lo son, no tienen una razón lógica, como por ejemplo la cantidad de localidades donde pueden operar. ¿En base a qué lo establecen? No pudieron contestar a esa pregunta. Por otro lado, hay desde el gobierno un enfrentamiento permanente al grupo Clarín. "Clarín Miente", lo hemos visto hasta en los zoquetes llevados a Uganda por Moreno. ¿A suerte de qué hicieron esa estupidez? A suerte de que no se pueden contener. Es más fuerte que ellos. Y así cerro Sabatella su exposición, diciendo que si el Grupo Clarín quería poner presidentes, lo que debía hacer era crear un partido político. Donde Clarín se presenta como una empresa periodística, el Estado lo quiere presentar como un grupo político. Donde la AFSCA se debe presentar como un organismo técnico de contralor, se presenta como una suerte de "policía del pensamiento". Lo paradójico es que justamente lo que va a salvar al Grupo Clarín, probablemente, sea que la AFSCA no da garantías de ser un organismo técnico, ni ecuánime para administrar equitativamente los medios de difusión de información. La mejor defensa del Grupo Clarín, es la manifiesta subjetividad y el permantene prejuzgamiento que hace el AFSCA de las intenciones de Clarín y que todas las objeciones que le plantea se caen, justamente, porque afectan a un derecho superior, como lo es el derecho a la libertad de expresión.
Posted on: Fri, 30 Aug 2013 08:07:04 +0000
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