El Tránsito, su fundación. Me tocó nacer en ese pequeño - TopicsExpress



          

El Tránsito, su fundación. Me tocó nacer en ese pequeño poblado del litoral pacífico hondureño, llamado El Tránsito. Su fundación se remonta a finales del siglo XIX, a raíz del casual hallazgo del oro que alverga en sus entrañas. Su nombre hace referencia a las circunstancias por las que atravesaba el General Anastacio J. Ortíz, descubridor del mineral. Dicho General nicaragüense, pernoctó en éste lugar, durante su viaje de exilio político hacia El Salvador, país en que residían los familiares de su esposa, Juana Ramirez Murillo. El General Ortíz, fue un destacado militar y político nacido en León, Nicaragüa. Participó exitosamente en la revolución armada encabezada por liberales leoneses en 1893, contra el gobierno conservador que regía en Nicaragua. El 15 de septiembre de ese mismo año, después de la victoria alcanzada, es nombrado vicepresidente de Nicaragua, en gobierno que encabezó el General José Santos Zelaya. A finales de 1893, con motivo de la guerra declarada contra Nicaragua, por Domingo Vasquez, gobernante hondureño; es nombrado Generalísimo de las tropas destinadas a combatir contra Honduras. A su lado, pelearon liberales hondureños exiliados en Nicaragua, comandados por Policarpo Bonilla, quien a finales de febrero de 1894, asumió el poder del gobierno hondureño. El 9 de marzo de 1894, el General Ortíz ingresa a su natal, León, en donde es recibido con víctores. Un año después, por desaveniencias políticas con las intensiones reeleccionístas de José Santos Zelaya, Ortíz decide unirse a otra revuelta armada, esta vez, contra su anterior aliado. Desafortunadamente, para él, su movimiento resultó derrotado y a principios de 1896, debió salir exiliado de su país, junto a un grupo de militares reveldes. Y fué aquel viaje, el que dio origen al descubrlmiento del mineral, al que llamó El Tránsito, por encontrarse en tránsito hacia El Salvador. El General Ortíz era de porte elegante, piel blanca y ojos azules. Estos mismos razgos fueron heredados por las dos hermosas hijas (Graciela y Fransisca Ortíz) que procreó con una bella hondureña. El destino y la mala fe de uno de sus medio hermanos, orilló a estas dos mujeres a una vida completamente distinta a la que su padre procuró darles. Ellas, que crecieron en la opulencia, conocieron el lado más amargo de la vida, al fallecer su protector padre Nota: con este rápido relato deseo honrar a quienes sentaron las bases de mi lugar natal.
Posted on: Thu, 15 Aug 2013 01:39:19 +0000

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