El ap贸stol Juan, exilado en la isla de Patmos, escribe la visi贸n sobre ese mundo glorioso que le fue dada por 鈥渆l que estaba sentado en el trono鈥, dice el pasaje de hoy. Estando Juan en el Esp铆ritu describi贸 la ciudad santa de la siguiente manera: 鈥淟as doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. Y no vi en ella templo; porque el Se帽or Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Y las naciones que hubieren sido salvas andar谩n a la luz de ella; y los reyes de la tierra traer谩n su gloria y honor a ella. Sus puertas nunca ser谩n cerradas de d铆a, pues all铆 no habr谩 noche. Y llevar谩n la gloria y la honra de las naciones a ella. No entrar谩 en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominaci贸n y mentira, sino solamente los que est谩n inscritos en el libro de la vida del Cordero鈥. (Apocalipsis 21:21-27). La descripci贸n que hace el ap贸stol Juan del cielo, nos muestra un lugar absolutamente maravilloso en el que a todos nos gustar铆a estar. Pero cualquiera sea la manera en que este impresionante escenario se represente en tu mente, mucho m谩s importante es el hecho de que todos los que hemos sido salvos estaremos cerca de nuestro Se帽or y Salvador Jesucristo por toda una eternidad, disfrutando de una paz y un gozo imposible de describir, en aquella ciudad santa donde 鈥測a no habr谩 muerte, ni habr谩 m谩s llanto, ni clamor, ni dolor鈥.
Posted on: Mon, 21 Oct 2013 04:14:32 +0000
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