El cigarro electrónico, también llamado e-cigarrillo o vaporizador electrónico, nació en Hong Kong en 2003. El invento se lo debemos a Hon Lik, un farmacéutico fumador, cuyo padre falleció a causa de un cáncer de pulmón. El objetivo de Lik fue crear un dispositivo que permitiese reducir, progresivamente, la cantidad de nicotina a inhalar hasta dejarla por completo o, por lo menos, fumar minimizando los riesgos que acarrea el consumo de cigarros convencionales. La revolución que ha experimentado el cigarrillo electrónico en los últimos años se fundamenta en una serie de beneficios, corroborados cada vez por un mayor número de personas. Los e-cigarros permiten controlar, conscientemente, la cantidad de nicotina a administrar, prescinden de la mayor parte de sustancias tóxicas presentes en los pitillos tradicionales, no molestan a los demás, no generan malos olores ni producen quemaduras, pueden emplearse en lugares públicos, ayudan a dejar el tabaco y son más económicos que éste. Los e-cigarrillos son auténticos sustitutos naturales de los convencionales, pues imitan la acción de fumar, prescindiendo de elementos carburantes, alquitranes, monóxido de carbono, arsénico, ácido cianhídrico y otras muchas sustancias cancerígenas, presentes en el cigarro de toda la vida. Otras grandes ventajas de los cigarrillos electrónicos son las sensaciones visuales y táctiles que recibe el fumador, debido a la semejanza con el proceso de fumar tradicional. Todos los elementos reseñados han logrado expandir vertiginosamente la utilización de los cigarros electrónicos por el mundo. Se calcula que en Estados Unidos, durante los dos últimos años, se han duplicado las ventas de este tipo de tecnología. Por otro lado, las autoridades sanitarias británicas están barajando la posibilidad, incluso, de darles la categoría de medicamento. El fenómeno del cigarro electrónico no termina aquí. La multinacional Citibank lo considera uno de los diez avances tecnológicos más importantes en 2013. Además, la revista estadounidense The Atlantic describe a los cigarrillos electrónicos como el cambio más revolucionario, desde que el cigarrillo sustituyó al tabaco de mascar. Mientras tanto, millones de unidades siguen vendiéndose en los cinco continentes y famosos como Kate Moss, Leonardo di Caprio, Katherine Heigh o Lolita presumen de e-cigarro delante de sus fans. En definitiva, los cigarros electrónicos están de moda y su uso se propaga como la pólvora. Fumadores que desean dejar de inhalar componentes nocivos y aquellos otros que quieren abandonar el tabaco son los compradores prototipo del vaporizador electrónico, uno de los elementos tecnológicos más revolucionarios del momento.
Posted on: Sat, 19 Oct 2013 09:48:46 +0000
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