El diario de Memo Me encuentro en el carro de regreso a casa y - TopicsExpress



          

El diario de Memo Me encuentro en el carro de regreso a casa y escribo la historia de mi trágica vida, el destino me muestra su peor cara y yo no se como afrontarlo. Todo comenzó el día de mi cumpleaños, era un martes 17 de octubre me levante ansioso y feliz esperaba que me hubieran hecho alguna sorpresa pero no había nada. Mi mamá estaba trabajando en una fábrica al otro lado de la ciudad y no le dieron permiso, mi papá se había ido a trabajar supuestamente y el abuelo durmiendo como siempre, no sabía que hacer todos mis cumpleaños eran un desastre salí a la calle y me encontré con mi mejor amigo Juan y unos vecinos pero nadie se había acordado de mi día especial. Decidí ir a ver el mar y pasar mi cumpleaños número ocho contemplando el frío y silencioso mar, me senté en una piedra a descansar, transcurrieron las horas y me quedé dormido.Derrepente empecé a sentir que me ahogaba, el mar me había arrastrado unos metros mar adentro yo un niño pequeño e indefenso no sabía nadar, era mi cumpleaños y sentía que la muerte se me acercaba la desesperación me invadía , nadie iba a escuchar mis gritos de auxilio, ¡iba a morir! no cumpliría mis sueños y encontrar la felicidad que tanto buscaba. Me resigne y cerré mis ojos esperando el final. Pasaron las horas y nadie sabía que había sucedido conmigo pero tampoco se interesaron en buscarme, no les importaba. Luego de ocho horas sentí algo húmedo en mi rostro me desperté y me sorprendí ¡estaba vivo! un perro estaba observándome, revise mi ropa y encontré las marcas de la mandíbula del perro en mi pantalón al parecer este perro me salvó la vida, le di un abrazó y en agradecimiento lo llevé a mi casa y lo alimenté. Era el día más feliz de mi vida tenía un compañero fiel que llegó como un regalo ¡el mejor de todos! estaba muy feliz al igual que mi nuevo perro que se quedó dormido a un lado de mi cama, pero esta felicidad duraría poco, estaba por acostarme y escuche fuertes ruidos y abrí la puerta estaba borracho comenzó a romper algunas cosas y luego a insultarme, mi perro salió de mi cuarto para intentar defenderme y se le tiro encima mi padre reacciono rápidamente y cogió una escoba para golpearlo hasta dejarlo inconciente luego lo recogió y lo metió en una caja para arrojarlo al basurero, las lagrimas inundaban mis pequeños ojos como este tipo que era lamentablemente mi padre podía ser tan cruel. Esa noche no pude dormir solo quería escapar de mi cuarto y buscar a mi fiel compañero y traerlo de regreso, ¡Ojala que este vivo! A día siguiente lo primero que hice fue salir corriendo al basurero pero mi perro no estaba lo busqué por todos los alrededores y no lo encontré, me desvanecí de la tristeza en medio de los desechos. Mi vida seguía siendo la misma de antes solo que mas triste, días más tarde mi madre se enteró de lo sucedido y por fin consiguió permiso en su trabajo, al día siguiente llegó a la casa y me prometió que lo encontraríamos, lo buscamos en todas las cuadras de nuestro distrito y pegamos afiches de se busca con una imagen de referencia y sus características, solo nos quedaba esperar que alguien nos brindara alguna información. Pasaron los días y no tenias ninguna noticia, nada podía alegrarme estaba sumamente triste pero por suerte estaba mi madre ella haría hasta lo imposible por buscarlo y verme feliz. Luego de tres días llegaba de la escuela y al entrar mi madre me sorprendió estaba con mi perro por fin lo había encontrado ¡que emoción! corrí y le di un fuerte abrazo a mi madre, ella era la mujer más buena del mundo. Al día siguiente mi madre me despertó para despedirse tenía que volver al trabajo, mi perro me miro y con sus ojos brillosos sentí su consuelo. Mis día ya no eran tan tristes tenía la compañía de mi mejor amigo el me protegeria.La pasábamos muy bien y siempre me acompañaba a todos lados. En el colegio todos mis compañeros ya lo conocían y ellos le pusieron de nombre Bobby, la profesora también lo conocía y siempre me preguntaba por él. En el mes de diciembre se acaba el último bimestre y nos iríamos de campamento el día 20 la profesora me dijo que podía llevar a Bobby, ese día llegué muy contento a casa empecé a pensar en que llevaría y que sería el mejor paseo. El día se acercaba y yo no tenía la plata para el paseo mi padre no me quería dar dinero y mi abuelo menos el no tenía ni para una galleta, luego de pensar varias horas se me ocurrió empeñar mi celular y así lo hice, pagué el paseo y solo me quedaba esperar. Al fin 20 de diciembre me levanté temprano y me aliste ya tenía todo listo, Bobby esta muy feliz porque sabia que saldríamos de casa. Nos dirigimos al colegio y esperamos pacientes la salida del bus,nos subimos y observamos por la ventana todo el camino, luego de tres horas llegamos el lugar espectacular juegos por todos lados , hasta tenían un mini zoológico, Bobby no dejaba de corretear a los monos, mis amigos y mi profesora no paraban de reírse. Entonces tuve un fuerte presentimiento, un dolor en el corazón, algo había sucedido. Desde ese momento ya no me divertí tanto sentía una fuerte inquietud, transcurrieron las horas y llegó la hora de regresar todos con tristeza subieron al bus. Llegamos al colegio y me despedí rápidamente y fui a mi casa a descansar. Una hora más tarde el sonido del teléfono me despertó me acerque deprisa a ver quien llamaba dije: Aló! Y escuché soy el doctor Mejía del Hospital San Pedro ubicado en la cuadra nueve de la calle Lanz, en ese momento me alarmé exclamé ¡que ha pasado por favor, respondan ¡rápido! ,me preguntó usted es familiar de la señora María Espinoza Pérez, respondí: sí ella es mi madre ¿qué ha pasado?, respondieron: necesitamos que venga pronto la señora está en cuidados intensivos. Fui corriendo a la casa de mi tía le conté lo sucedido y tomamos el primer taxi que pasó para dirigirnos al Hospital San Pedro, llegamos subimos las escaleras y preguntamos en recepción nos dijeron en que sala estaba le preguntamos al doctor encargado y nos dijo que ella tenía un tumor muy cerca al corazón y además necesitaba ser operada los más pronto posible en Estados Unidos. Mi tía entró en desesperación y casi se desmaya luego fuimos a su casa y empezamos a buscar una solución para conseguir la fuerte suma de dinero que necesitábamos, pero no la encontramos la única salida fue vender la casa. Mi perro se quedó en la calle no tenía donde ir se me rompía el corazón tenía que estar con mi madre era lo más importante. A la semana siguiente presentamos los documentos para viajar y fueron aprobados, partimos lo más rápido posible, en el camino mi madre dijo: los quiero mucho, por favor no me dejen morir. Mi tía rompió en llanto, todo era tristeza, rápidamente llegamos trasladaron a mi madre a la clínica Light White los doctores la examinaron y comenzaron rápidamente la operación. Mientras tantos en la puerta de mi casa mi perro a pesar que habían pasado semanas me seguía esperando el pensaba que yo volvería pronto, todas la noches se asomaba por mi ventana para ver si había vuelto. Horas más tarde la operación había concluido solo quedaba ver como reaccionaba mi madre los doctores nos dijeron que no habían muchas esperanzas ya que el corazón estaba afectado. Todos los días iba a visitarla y veía sus últimos días de agonía con una profunda tristeza y la impotencia de no poder hacer nada para salvarla. Pasó un mes ella seguía internada y en el mismo estado, un 17 de agosto dos meses antes de mi cumpleaños, mi tía y yo nos dirigimos al cuarto donde mi madre estaba internada y nos percatamos que no estaba, preguntamos que había pasado con ella y nos dijeron que había fallecido. Nos pusimos a llorar y recordar sus últimas palabras " no me dejan morir ", los recuerdos inundaron mi mente los buenos momentos nunca los olvidaré. Al día siguiente tramitamos los documentos para repatriar su cuerpo, y será velada en el cementerio "El Ángel Gabriel". En el largo tiempo que pasamos en Estados Unidos mi perro no dejó de esperarme lamentablemente mientras corría en busca de alimento murió atropellado. Mi tía no encontró mejor solución que ahogar sus penas bebiendo Ron, y ahora ella se encuentra al volante de el carro que nos conducirá al aeropuerto. Yo no dejó de escribir esta historia, mientras nos dirigimos a 120 Km. por hora, le preguntó a mi tía que sucederá conmigo parece que se está durmiendo, Tía! Tía! Tía! POMMMMMMMM FIN
Posted on: Wed, 18 Sep 2013 03:38:07 +0000

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