"El experimentado conductor de tren – que tenía una pasión por la" velocidad – fue arrestado hace pocos días en su cuarto de hospital en el noroeste de España. Los investigadores aún están examinando el imprudente comportamiento que causó el accidente ferroviario que le costó la vida a 79 personas y que causó varias docenas de heridos el pasado miércoles. El conductor, Francisco José Garzón, se jactó el año pasado en su página de Facebook de haber sobrepasado los 200 kilómetros por hora. Francisco también escribió – en la ya eliminada página de Facebook – sobre su sueño de ir incluso más rápido. Las cajas negras del accidente ya han sido encontradas y ayudarán a explicar por qué el tren salió volando de sus rieles en una curva cercana a Santiago de Compostela, cuando iba al doble de la velocidad límite. El deseo de velocidad de un hombre parece ser la causa de esta tragedia. 79 personas perdieron la vida porque Francisco quería ir más rápido. Él no estaba tratando de dañar a nadie, pero su comportamiento imprudente terminó matando a decenas de personas. Sin embargo, la cosa más aterradora de la que me di cuenta mientras leía esta historia fue que esto me podría haber pasado a mí también." Escrito por Sara Debbie Gutfreund, el 28/07/2013. La intención de alertarnos del peligro de nuestro comportamiento imprudente no justifica, a mi entender, el descargar las pilar sobre alguien que aún queda por demostrar su imputación directa en el desgraciado accidente. Llamo la atención para que la advetencia sea puesta en su justo lugar y tiempo. Aunque sí, estoy de acuerdo que las imprudencias siempre se pagan, sino sobre uno mismo, si sobre otros inocentes. No querria estar en la piel del señor F.J. Garzón, sin o con imprudencia, su conciencia le debe estar torturando. Sólo el Señor Jesús puede darle la justicia que le permita vivir con paz y dignidad ante si mismo.
Posted on: Wed, 31 Jul 2013 11:19:23 +0000