El hombre de nuestro tiempo tiene gran miedo al aburrimiento. Nada le asusta más que estar aburrido. Sin embargo creo que hace todo lo posible por aburrirse, pues construye su vida desde la superficialidad y desde lo superfluo y esto lo conduce al hastío. Un proyecto de de vida que es guiado por la urgencia de lo útil, de lo material y del egoísmo, finaliza sumido en rutina y le quita sentido a la vida y la hace tediosa. Hoy muchas veces se confunde al aburrimiento con todo lo que indique un esfuerzo mayor, dedicación y atención y aún vivir en profundidad la vida. Se ha confundido la solemnidad, lo formal y la espiritualidad, con el aburrimiento. ¿Cómo no aburrirse? Miro la vida de Jesucristo y veo a alguien apasionado, convencido y sin trazos de aburrimiento. Por eso creo que Él es el modelo para todos aquellos que deseen vivir con sentido. 1 Ungido por el Espíritu: "Jesús volvió con el poder del Espíritu...(Lucas:4,14)". Vive la vida desde la hondura de Dios, deja que esa fuerza de Dios que nos llena, lo empuje a actuar y a asumir los retos y los desafíos más trepidantes. No se deja capturar por la ilusión que producen los bajos valores; sino que está siempre trasciendo al encuentro del Padre. No hay tiempo para aburrirse en la vida de un hombre al que el Espíritu está retando todos los días.
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 02:13:45 +0000
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