El loco, loco mundo de la fiscalización: - En mi mesa, en general, estuvo todo tranquilo. No hubo que impugnar a ningún sufragante, ni se robaron ni cambiaron boletas, ni nos puteamos con nadie, ni trataron de hacer fraude, ni nada. En la mesa de al lado sí, pasó casi todo eso. - Como estábamos en un primer piso, teníamos que bajar por las escaleras con urna y todo, acompañados por un gendarme, para que voten los que usaban silla de ruedas, muletas, bastones y similares. - Nos atendieron bien: mate, criollos, café, sánguche de milanesa, mandarina, alfajores, de todo. Nos engordaron de lo lindo. - Me tocaron de compañeros una presidenta de mesa apolítica y anti-Cristina (según sus palabras), una pendeja delasotista y un pelmazo del Frente Progresista Social o como carajo se llamen ahora. - El pelmazo del Frente coso era realmente un dolor de pelotas. Es de esos que te hablan bajito y cerrado, y cuando les decís "¿Eh? no te escucho nada" te siguen hablando igual de bajito e igual de cerrado. Intenté entender lo que decía una, dos, tres veces, pero a la cuarta dije "ma sí", me puse en piloto automático y pasé a responderle cosas como "ah, claro", "y sí", "me imagino", etc. Encima, el tipo tenía una obsesión casi enfermiza por el porcentaje de personas que iban votando. Algo así: "¿Cuántos van votando? Uh, 110... Es más o menos el 32%, y son las 11 de la mañana... Van votando bastantes... Capaz que llegamos a un 68, 69% cuando sean las 18... ¿Y ahora cuantos vamos? Uh, 114... Debe ser más o menos un 33%..." y así toda la reputísima tarde. - La presidenta de mesa era simpática. La piba de Unión Por Córdoba le ponía buena onda. - El gendarme que andaba pululando por ahí era otro caso aparte. Se lo notaba un muchacho sencillo, pero, pequeño detalle y como dije antes, era gendarme. Una vez que tomó confianza con nosotros, tiró un par de perlitas: "nosotros (los milicos) bancamos a Macri, porque él quiere armar al Ejército". "Chávez armó a Bolivia porque es un país vecino nuestro, y es por donde Venezuela quiere invadirnos". "Nosotros la queremos hacer mierda a Cristina", entre otras. Cuando deslizó la idea de que quizá, en una de esas, porái, si los astros se alinean y sarasasasa pirulin pin pin parabán san san sucundún un golpe de estado, traté de explicarle que los golpes militares son cosa del pasado, que ahora las asonadas son por la vía institucional, como pasó en Paraguay y en Honduras, etc. Tengo la leve sospecha de que mi explicación no sirvió para una mierda. - Mientras íbamos contando los votos, en un momento Scotto llegó a estar primera, y me ilusioné. Terminó cuarta, detrás de Schiaretti, Aguad y Baldassi, en ese orden, y tal como pasó en toda la provincia. Mi cara de ojete al final lo decía todo. - Vi a algún que otro conocido: un par de ex compañeros del secundario a los que no soporto, algún que otro vecino y a Dariux Barellats, a quien extrañamente dejaron pasar para que emita su sufragio. Este país se va a la mierda.
Posted on: Mon, 12 Aug 2013 23:36:35 +0000
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