El motivo por la cual la Intendencia Departamental de Soriano solicitó el traspaso y el fundamento por el que se accedió fue expresamente establecido en la resolución del Directorio del Instituto Nacional de Colonización de 13 de junio de 2012: el interés de la comuna en “aprobar proyectos cuyo objetivo son emprendimientos turísticos, esparcimiento y realzar el atractivo histórico de la zona”. Sin embargo, el 22 de junio de 2012, nueve días después de haberse cedido la administración de los predios, el intendente municipal de Soriano, Guillermo Besozzi, otorgó a una empresa privada la autorización para comenzar a tramitar sobre los inmuebles un proyecto industrial que implica la construcción de una planta aceitera con muelle de carga y de descarga sobre el río Uruguay, aunque se reservó un pronunciamiento definitivo sobre la propuesta. La primera valoración de estos hechos no deja margen para la duda: la Intendencia Departamental de Soriano pidió los inmuebles para “emprendimientos turísticos, esparcimiento y realzar el atractivo histórico de la zona” de la playa de la Agraciada, pero en la realidad pretende pasarlos a manos privadas para que se instale un centro logístico e industrial con muelles sobre el río Uruguay. El hecho de haber quedado expuesta la verdadera intención de la Intendencia Departamental de Soriano que indujo a error al Instituto Nacional de Colonización no solo ameritaría el análisis de las responsabilidades jurídicas y políticas de la comuna y de quienes desde la misma impulsaron la solicitud, sino que descalifica absolutamente la continuidad de cualquier trámite que esté en curso por parte de la empresa involucrada para lograr que el gobierno nacional otorgue las autorizaciones necesarias para construir una planta aceitera en predios de la Agraciada sobre el río Uruguay.
Posted on: Thu, 13 Jun 2013 23:50:58 +0000
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