El neoliberalismo es todavía un estado prematuro o "versión - TopicsExpress



          

El neoliberalismo es todavía un estado prematuro o "versión light" de lo que pretende llegar a ser: una nueva extrema derecha económica, también llamada anarcocapitalismo, liberalismo libertario o ultraliberalismo que inspira a las élites financieras y los verdaderos elementos de poder global. Se va haciendo hueco en el mundo académico y funcionan a modo de sectas-partidos que pretenden ser una "tercera posición" (cuando son la segunda y en versión ultra). Se trata de un pensamiento nihilista, nietzcheano y neodarwinista extremo -raíces idénticas al nazismo-, en las que el mundo se basa en una extrema competitividad de unos contra otros y los débiles sobran (¡Cuánto repetiría esto Hitler en su tiempo!), que pretende sustituir al Estado por instituciones surgidas por el irracionalismo capitalista, aunque estas sean crueles y opresoras en cuanto a que sólo responden a obtener el máximo beneficio económico y no contemplan ningún aspecto social o colectivo. Como práctica, sólo tiene la de facilitar al propietario capitalista y los oligarcas la no limitación bajo ningún concepto de sus maniobras y negocios (usando falazmente la "libertad" o el "axioma de no agresión", pues se considera que el daño producido -aunque sea el sufrimiento o la muerte- son elementos colaterales o males menores necesarios), que en el mejor de los casos dejaría al margen a los perdedores, auténticos desechos del sistema, condenados a la pobreza y al desprecio, culpables de su propia desgracia, sin que les cupiera el recurso a la ayuda del Estado, ya que como decíamos, este pensamiento pretende su desaparición o, en todo caso (según las teorías llamadas "minarquistas") sus medios se reducirían a la Policía y el Código Penal (por supuesto, privatizados); es decir, que lo único que se preservaría de las administraciones públicas son el aparato represor, pero no porque se quiera monopolizar la violencia con el fin de evitar que cada uno se tome la justicia por su cuenta (en esta ideología se exige la libertad de tenencia de armas), sino para preservar la propiedad capitalista (que se contrapondría directamente a cualquier vestigio de mecanismo social institucional, pues estas "ayudas sociales o bienestar social" sólo debería surgir de una caridad mal entendida; y si no existe esa "caridad", sería resultado de las necesidades de la "libertad" y el mercado). Para los ultraliberales, la soberanía de las fuerzas económicas está por encima de la soberanía política, sin atender al principio originario del pensamiento liberal clásico (siglo XIX) de que un poder limite al otro y que el Estado se haga cargo de los bienes de interés público, por lo que es curioso ver como muchos de los que defienden esta barbarie se obstinan en denominarse "liberales" a secas, en vez de reconocer su título completo, con el que empezaba este texto. Otro aspecto destacable es que consideran que todos los que se oponen a su forma de pensar son socialistas o comunistas (o, en algunos casos, "socialmemócratas", pues consideran "memas" a estas posturas). También meten en el mismo pack al nazismo, que no diferencian del socialismo científico, por lo que alternan el "insultar" como comunistas a sus opositores, con nazis. Lo que no se han parado a pensar es que a efectos prácticos, nazismo y ultraliberalismo dan lugar a una sociedad similar: en el primer caso, el Estado se vuelve totalitario y acaba entregando todos sus medios de producción e instituciones públicas a las oligarquías y élites financieras, por lo que todo ciudadano de ese Estado queda bajo el dominio del gran capital y convertido en una mercancía destinada a la obtención de la máxima rentabilidad económica para estas corporaciones privadas. En el segundo caso, el Estado desaparece y se sustituyen todos sus servicios por los que ofrecen las corporaciones privadas, de manera que las personas pasan a ser parte obligada del entramado del capital y la máxima rentabilidad. Conclusión: es cuanto menos curioso que alguien que persigue un modelo de sociedad similar a la nazi acabe denominando nazi (cuando se ha aburrido de llamarte comunista) a quien discrepe. Estemos atentos, porque son el mayor peligro de cara al futuro. No irán con cabezas rapadas ni soltando soflamas rancias, sino vestidos de traje y con un vocabulario falazmente técnico, así como con aires refinados, cultos y aparentemente académicos. ¿Seremos capaces de identificarlos a tiempo?
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 06:35:23 +0000

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