El viento poderoso y amable que impulsó mi vuelo. El sol majestuoso que iluminó aquellas rutinas nubladas de aburrimiento. La mano afectuosa que me guió hacia lo mejor de mí. El guiño cómplice que hacía callar al silencio. La tierra firme sobre la que aprendí a erguirme con el orgullo de ser quien soy. La solidez inquebrantable de los principios que todavía hoy me sostienen. La voz que siempre se elevó para reconocer en mí aquellas virtudes que ni yo conocía. La tenacidad de todas esas metas que por vez primera me animé a soñar. Las interminables charlas de café, cuando éramos tan osados y poderosos, y estábamos tan seguros de todo... Fuiste todo eso, que ahora me toca ser a mí. Te me escapaste, gordo, robado por un tiempo que no reconoce afectos... Te fuiste, y no tengo lágrimas suficientes para tanta tristeza. Gracias por haber pasado por mi vida. Sé que en alguna parte estás leyendo estas palabras directamente en mi corazón, porque así se comunican las almas entre éste y el otro mundo. Buen viaje. Te voy a extrañar, Julio...
Posted on: Fri, 09 Aug 2013 19:36:59 +0000
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