En esta mítica película, dirigida por Stanley Kubrick en 1987, hay una clara evolución de personajes como el sargento Hartman, el recluta bufón, el recluta cowboy, el recluta patoso o rompetechos entre otros, todos ellos son los pilares interpretativos de la obra. El durísimo entrenamiento al que son sometidos hace mella en cada uno de ellos, de una forma o de otra y, a pesar de lo desagradables que son muchas escenas, no cabe duda de que la deshumanización de muchos de los chicos está ahí. La estructura narrativa de “La chaqueta metálica” se divide en dos partes: el entrenamiento y la guerra. Ambas son completamente diferentes y aparte de los personajes que comparten, poco tienen que ver. El único denominador común es la clara crítica antibelicista con la que Kubrick impregnó toda la película. En la primera parte, asistimos al durísimo entrenamiento militar al que son sometidos los reclutas, la presión es brutal y los soldados la sobrellevan como pueden. Lo peor de todo es el acoso y derribo contra las piezas más débiles del tablero, el cuello de botella del recluta patoso al que más le cuesta conseguir los objetivos del entrenamiento, es machacado primero por Hartman y después, por sus propios compañeros. En la segunda parte, recorremos el terreno de la mano de bufón, que se ha convertido en corresponsal de guerra para el ejército. Ataviado con un casco con la leyenda "Born to Kill" y una chapa con el símbolo de la paz, recorre el escenario vietnamita observando los mayores horrores de la guerra. Por otro lado, hay un detalle que es lo bien que están representadas las tácticas militares, así como un realismo militar en estado puro.
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 04:19:58 +0000
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