En la edición de hoy jueves 04 de Julio de 2013 del periódico “Síntesis” de Hidalgo, se publica la columna de “Nuestra vida y la ciencia” titulada “Con glifosato en el cuerpo”. Se anexa el texto y el informe original del Medical Laboratory Bremen. Con glifosato en el cuerpo El glifosato, como se ya se ha comentado en esta columna, es el agrotóxico más usado en el mundo. Es parte integral del uso de semillas genéticamente modificadas para soportar a este potente herbicida. Es por eso que la discusión sobre transgénicos sí o transgénicos no, puede inducir al error de considerar al organismo genéticamente modificado en forma aislada. En lo que respecta a las semillas transgénicas más vendidas en el mundo, es imposible analizar su efecto sin considerar, en forma conjunta, el agro veneno que las acompaña como pareja indisoluble. Se siembran estas semillas y se vierten cantidades masivas y cada vez mayores de glifosato, que mata toda la vida vegetal menos a los productos modificados genéticamente para resistir su acción. En días pasados se conocieron resultados de los análisis realizados en muestras de orina de voluntarios de Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Francia, Georgia, Alemania, Hungría, Latvia, Macedonia, Malta, Polonia, España, Suiza, Holanda y el Reino Unido. Todos habitantes del medio urbano que seguían dietas vegetarianas y no vegetarianas. Ninguno había manipulado productos con glifosato. Los análisis fueron realizados por el Dr Hoppe en el Medical Laboratory Bremen en Alemania, y se midieron concentraciones de glifosato y de su principal producto metabólico, el ácido aminometilfosfónico (AMPA). El 44% dieron niveles cuantificables de glifosato, y el 36% de AMPA. La concentración más grande de glifosato correspondió a Latvia y de AMPA a Croacia. El 6.6% superó los valores de referencia para el glifosato. Si estas personas no estaban expuestas directamente al agro veneno ¿cómo llegó el glifosato a sus organismos? La extensión de esta contaminación debe ser valorada, aunque los intereses de las empresas que venden tanto la semilla como el agrotóxico se opongan con todas sus fuerzas. En el magnífico texto de Marie-Monique Robin “El mundo según Monsanto”, refiriéndose a la contaminación por dioxinas de la población estadounidense, se cita un informe de Greenpeace que dice: “dada la omnipresencia de la dioxina, es difícil llevar a cabo un estudio epidemiológico, porque es prácticamente imposible encontrar un grupo control (es decir, personas de las que se está seguro que nunca han estado expuestas).” Monsanto estuvo relacionado con varios casos de contaminación severa con dioxinas. Monsanto ha sido la principal impulsora de los cultivos genéticamente modificados que usan glifosato. En Argentina, el segundo productor mundial, después de los Estados Unidos, de soya transgénica, el uso de glifosato se ha multiplicado. Durante la campaña agrícola 2012-2013 se aplicaron 317 millones de kg/l de pesticidas de los cuales 200 millones correspondieron a glifosato. ¿Se estarán haciendo análisis para verificar la existencia de glifosato en muestras de los 12 millones de personas que viven en áreas donde se aplica este agrotóxico en Argentina? ¿Se deberían hacer en todo el mundo?
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 20:24:25 +0000
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