En la madrugada del sábado 21 al domingo 22 de setiembre fui a la milonga bolichera . No concurro a ese lugar habitualmente, me arrastro una amiga y quede sorprendida por varias cosas. La mas impresionante fue una exhibición de tango bailado cerca de las 02:30. La bailarina llevaba un enterito color manteca, las costuras se introducían en su cuerpo, si, así de simple, le marcaba todo. El bailarín, vestido de algún color oscuro. Durante la muestra vi una demostración de violencia. No es la primera, es más común de lo deseable escuchar la patada del bailarín en los tobillos de la dama a la hora de hacer una sacada. En este caso fue con revoleo y lanzamiento de la bailarina, en por lo menos dos oportunidades salió patinado sobre su trasero arrojada por el bailarín. No estaban recreando trata de blancas, ni la triste vida de una polaca en un prostíbulo, era una muestra de...¿de qué? Señoras y señoritas bailarinas, estamos en el siglo XXI. Las mujeres de varias generaciones pelearon y seguimos peleando por nuestro lugar en el mundo. Por ser valoradas y respetadas. Por conseguir un aplauso, un contrato, un viaje ¿es necesario mostrarse como mujer objeto y soportar el maltrato? Aquellas que viajan al exterior ¿eso es lo que muestran de la mujer argentina y de nuestra relación mujer-varón? Coreógrafos y coreografas ¿no pueden mostrar el tango sensual, elegante, pícaro? Lamentable lo que muestran.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 01:15:29 +0000